Hace años un sacerdote visitó un pueblo para celebrar misa. Contrario a la costumbre, en la parroquia no hubo repique de campanas, y al terminar la misa el sacerdote preguntó al sacristán: “¿Por qué no sonaste las campanas?”. El sacristán apenado le responde: “Hay cinco razones por las cuales no soné las campanas: primera, no hay campanas, segundo…”. El sacerdote lo interrumpe y le dice: “Espera, si no hay campanas, las demás razones no son necesarias”.
El relato nos da una explicación lógica de la crítica acérrima de la izquierda radical, en contra del desarrollo del gas de lutitas. Hasta el 2013, antes de la reforma energética en México, no existía la necesidad de sonar campanas sensacionalistas contra la técnica del gas de lutitas. De cualquier manera, la inversión extranjera estaba prohibida, así que no era necesario crear oposición beligerante en el tema, a Pemex no se le podía criticar, ya que era el penacho sagrado de la soberanía nacional, si no es que sigue siendo desde la óptica del actual gobierno de Morena.
Si bien es cierto que Pemex ha realizado todos los pozos exploratorios en la república al amparo del monopólico artículo 27 constitucional, la atribución de Pemex no despertó una oposición en la izquierda radical. No es cierto que la exploración de petróleo es tan sencilla y barata como pretendió mostrarlo AMLO en su campaña presidencial, no es meter popotes metálicos y ya… ¡bum!, sale el crudo.
Con la reforma energética se abría la puerta al desarrollo del gas de lutitas, la oportunidad colocaría a México en el liderazgo hispanoamericano por lo pronto. Desafortunadamente la lucha en el marco legal fue desigual, la izquierda empezó a difundir información sensacionalistamente negativa de la técnica lutitas.
Recordemos que la producción de gas de lutitas en EU y Canadá ha permitido aumentar la producción de gas con reducción de los costos, por ende, mayor competitividad, con cuidado del medioambiente, porque ayuda a reducir las emisiones de carbono a la atmósfera. De acuerdo con el BP statistical, con el desarrollo del gas de lutitas EU tiene el liderazgo al producir hoy en día, el 23.1% de la producción mundial. El economista Glenn Hubbard menciona que el gas de lutitas en EU ha contribuido al crecimiento sin inflación.
Volviendo a la parroquia sin campanas, en México la producción de gas natural ha ido decreciendo a una tasa negativa anual del -2.9% en el periodo de 2008-2018, mientras que EU ha tenido un crecimiento anual del 4.3 % en el mismo periodo. Si con las reformas de 2013 hubieran iniciado inversiones para desarrollar el gas de lutitas, hoy México estaría compitiendo por el liderazgo mundial y, en consecuencia, obteniendo mayores divisas y con mejores precios de gas para las familias mexicanas.
Si México toma la determinación de desarrollar la producción de gas de lutitas, va aumentar su producción de gas natural con menores precios y costos para los hogares y empresas, pero mientras las políticas sigan persiguiendo un proteccionismo mal comprendido mezclado con revanchismo político y raja electoral, los hogares mexicanos siguen pagando altas facturas por el gas.
En México sí hay campanas, pensando en las reservas de gas, y gracias a rencillas de la izquierda contra las tendencias mundiales, México está perdiendo la oportunidad de levantarse como una catedral.