Este sexenio del gobierno no sólo perdido, sino que regresó al país por más de 30 años, indiscutiblemente que termina muy mal. Sería muy repetitivo enumerar todas las obras inútiles, excedidos en doble o triple del presupuesto y no terminadas. Termina peor que ningún otro presidente, pero el que viene, ¿qué tan mal comienza?
Hasta ahora son malas señales las que está enviando el nuevo gobierno. Muchos de los miembros del nuevo gabinete de Claudia Sheinbaum han sido anunciado por López Obrador y luego oficializados por Sheinbaum, como ejemplo el director del IMSS, Zoé Robledo, que López Obrador lo alabó como el mejor, siendo que el IMSS está dando peor servicio que nunca, sin medicinas, programando las cirugías para dentro de seis meses o un año. Muchas veces el paciente ya se les murió. Con enfermos en las sillas de los pasillos, porque ni camas suficientes tienen. A los pocos días Sheinbaum anunció que Zoé Robledo continuaría como director general del IMSS en su gobierno.
La semana pasada nos enteramos que fueron despedidos varios comunicadores de TELEVISA, casualmente todos habían estado criticando al actual gobierno, como prácticamente todos los comentaristas serios y respetados, porque estos seis años ha sido imposible quedarse callados ante tal cúmulo de mentiras dichas desde el púlpito mañanero, como si la realidad del país fuera sólo la que está en la cabecita de algodón, cuando la realidad es totalmente distinta, ni al caso enumerar todas las mentiras dichas todos los días a lo largo de este sexenio.
Fueron despedidos por Leo Zuckerman, la explicación fue que la empresa quiere “renovar cuadros”, es decir que estos comunicadores, es decir que ya están muy viejos, aunque algunos de ellos son apenas de mediana edad. Los despedidos son Denise Dresser, Jorge G. Castañeda, Aguilar Camín, Luis de la Calle, Pablo Majluf y Paula Sofía Vázquez.
Aunque TELEVISA es una empresa privada, el presidente de México siempre ha mandado sus deseos, que son acatados de inmediato, ya que el gobierno les paga carretadas de dinero a los medios de comunicación para que los traten bien o los dejen de exhibir en sus tonterías.
No sabemos si fue una petición de último momento de López o una petición de entrada de Sheinbaum, pero es una muy mala señal que quieran silenciar y acabar con la libertad de expresión, que solo sucede en países manejados por dictadores, espero equivocarme.
Lo que sí es que la nueva y por primera vez, mujer, presidenta de México deberá más pronto que tarde, sacudirse de su antecesor, porque si no, el que va a seguir mandando desde su rancho, es el otro y nos va a mandar a como se llama su rancho a todos los mexicanos.
¿Mal empieza o mal termina? El tiempo nos dirá.
