/ martes 15 de octubre de 2024

Meras casualidades

Hay ya evidencias grabadas de cómo existen legisladores, de traje y corbata, o bien de traje sastre las damas, son cuestionados desde cuantos artículos conforman nuestra constitución, o cuántos artículos se acaban de aprobar para modificar al poder judicial, y la ignorancia se vuelve la reina, las caras de sorpresa, ojos abiertos al máximo por ser sorprendidos. Balbuceos, excusas, palabras incongruentes y evasiones, conforman la articulación de los representantes populares, encargados de hacer las nuevas leyes y sus modificaciones. Sería igual preguntarle al piloto del avión a qué altura vamos volando, y no supiera cuál instrumento lo indica, y solo voltea hacia abajo y dice que muy alto.

¡Que miedo!, que los encargados solo sepan que hay que seguir las instrucciones de sus benefactores, los que les dieron un trabajo seguro por 3 años, con sueldos y prestaciones que al final, hasta bono de marcha les permite generar un capital, independiente de lo que sus “gestiones” vayan a dar de frutos. Esto fuera de sus posibles tranzas, su incapacidad, ignorancia y desfachatez para erigirse como los salvadores del país.

Y lo más nuevo, como en el sorteo Melate, o mejor aún, como Chabelo, “meta la mano, saque la mano y dígame cuál es la siguiente fichita que eeeesssss.” y puras espantosas X.

Resulta pues, que quien definirá inocencia y culpabilidades, que debe ser un experto en leyes, reglamentos, constitución, jurisprudencias y un sinfín de argumentos legales para definir el cauce de un juicio, pleito o búsqueda de acuerdos, ¡es mera suerte! Con la mano santa de un legislador, que tiembla tanto que hasta hacen que las bolas rueden por el escenario, mostrando el nerviosismo de la prisa por hacer la voluntad de una abusiva mayoría, modos pueriles y ridículos.

¿Qué sigue?, ¿Cómo es que nuestro País va a tener capacidad en los individuos tomando decisiones, no por los supuestos 36 millones de votos, sino por los más de 130 millones de mexicanos que habitamos este territorio? ¿Cómo es que la camarilla se atreve a decir que sus palabras son las de toda la población?

El pueblo desea paz, no como la del Estado de Guerrero o de Culiacán, estabilidad, oportunidad de vivir mejor y hacer su mejor esfuerzo, que los hijos puedan vivir la movilidad social, (que las generaciones vayan mejorando su calidad de vida y condiciones económicas). El pueblo bueno desea un sistema de salud efectivo, y todo lo que escuchamos en varios foros, escritos y declaraciones de la ciudadanía.

Cuidado, siguen muriendo alcaldes, fiscales como el de Jalisco, intento de secuestro de legisladores como el de Tamaulipas, en fin, aquellos que no se alinean con el partido mayoritario o con el crimen, son víctimas mortales o legales del sistema. Hoy por hoy, ser funcionario en varios lugares del País, requiere chaleco antibalas y un grupo de guardias. Funciones que requerimos sean libres de actuar y sean responsables, son cooptados y amedrentados; ¿a donde va esto?, recordemos que México ya vivió tiempos similares en décadas pasadas, sin tener tan grave el tema del crimen organizado como ahora, así que ese ingrediente aumenta la temperatura.

Hace unos días, vi una serie de ciencia ficción, donde una persona era quien decidía cómo el mundo debía de permitir el crecimiento demográfico con hijos únicos, ponía controles de flujo de personas, pulseras localizadoras y los que no eran los primogénitos, eran llevados a un centro de reclusión, donde terminaban en tragedia; aquí pues, se muestra las decisiones de quien se considera plenipotenciario, que con mentiras engañan y muestran una supuesta solución, mostrando sus datos y teniendo el control del poder y los cuidadores del orden; es donde personas valientes, en la serie, 7 gemelas, logran deponer un autoritarismo de mente enferma, que no permite oposición y menos críticas. ¿Será casualidad que así sean los temas de autoritarismo?



Hay ya evidencias grabadas de cómo existen legisladores, de traje y corbata, o bien de traje sastre las damas, son cuestionados desde cuantos artículos conforman nuestra constitución, o cuántos artículos se acaban de aprobar para modificar al poder judicial, y la ignorancia se vuelve la reina, las caras de sorpresa, ojos abiertos al máximo por ser sorprendidos. Balbuceos, excusas, palabras incongruentes y evasiones, conforman la articulación de los representantes populares, encargados de hacer las nuevas leyes y sus modificaciones. Sería igual preguntarle al piloto del avión a qué altura vamos volando, y no supiera cuál instrumento lo indica, y solo voltea hacia abajo y dice que muy alto.

¡Que miedo!, que los encargados solo sepan que hay que seguir las instrucciones de sus benefactores, los que les dieron un trabajo seguro por 3 años, con sueldos y prestaciones que al final, hasta bono de marcha les permite generar un capital, independiente de lo que sus “gestiones” vayan a dar de frutos. Esto fuera de sus posibles tranzas, su incapacidad, ignorancia y desfachatez para erigirse como los salvadores del país.

Y lo más nuevo, como en el sorteo Melate, o mejor aún, como Chabelo, “meta la mano, saque la mano y dígame cuál es la siguiente fichita que eeeesssss.” y puras espantosas X.

Resulta pues, que quien definirá inocencia y culpabilidades, que debe ser un experto en leyes, reglamentos, constitución, jurisprudencias y un sinfín de argumentos legales para definir el cauce de un juicio, pleito o búsqueda de acuerdos, ¡es mera suerte! Con la mano santa de un legislador, que tiembla tanto que hasta hacen que las bolas rueden por el escenario, mostrando el nerviosismo de la prisa por hacer la voluntad de una abusiva mayoría, modos pueriles y ridículos.

¿Qué sigue?, ¿Cómo es que nuestro País va a tener capacidad en los individuos tomando decisiones, no por los supuestos 36 millones de votos, sino por los más de 130 millones de mexicanos que habitamos este territorio? ¿Cómo es que la camarilla se atreve a decir que sus palabras son las de toda la población?

El pueblo desea paz, no como la del Estado de Guerrero o de Culiacán, estabilidad, oportunidad de vivir mejor y hacer su mejor esfuerzo, que los hijos puedan vivir la movilidad social, (que las generaciones vayan mejorando su calidad de vida y condiciones económicas). El pueblo bueno desea un sistema de salud efectivo, y todo lo que escuchamos en varios foros, escritos y declaraciones de la ciudadanía.

Cuidado, siguen muriendo alcaldes, fiscales como el de Jalisco, intento de secuestro de legisladores como el de Tamaulipas, en fin, aquellos que no se alinean con el partido mayoritario o con el crimen, son víctimas mortales o legales del sistema. Hoy por hoy, ser funcionario en varios lugares del País, requiere chaleco antibalas y un grupo de guardias. Funciones que requerimos sean libres de actuar y sean responsables, son cooptados y amedrentados; ¿a donde va esto?, recordemos que México ya vivió tiempos similares en décadas pasadas, sin tener tan grave el tema del crimen organizado como ahora, así que ese ingrediente aumenta la temperatura.

Hace unos días, vi una serie de ciencia ficción, donde una persona era quien decidía cómo el mundo debía de permitir el crecimiento demográfico con hijos únicos, ponía controles de flujo de personas, pulseras localizadoras y los que no eran los primogénitos, eran llevados a un centro de reclusión, donde terminaban en tragedia; aquí pues, se muestra las decisiones de quien se considera plenipotenciario, que con mentiras engañan y muestran una supuesta solución, mostrando sus datos y teniendo el control del poder y los cuidadores del orden; es donde personas valientes, en la serie, 7 gemelas, logran deponer un autoritarismo de mente enferma, que no permite oposición y menos críticas. ¿Será casualidad que así sean los temas de autoritarismo?



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