Este parece ser el muy lamentable mensaje que ha estado lanzando el presidente López Obrador, sembrando el odio entre sus fieles seguidores en contra de todo aquel que se atreva a expresar algo en contrario a sus caprichos y dispares.
No hay día que pase sin que acuse a alguien, sin prueba alguna, sin nombres, a veces refiriéndose a “la mafia del poder” o “el neoliberalismo”, que para López Obrador es el origen de todos los males, claro que algunos le han respondido de inmediato, como fue el caso del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, quien en su reclamo lo invitó a debatir el tema y que demostrara López Obrador su dicho; al día siguiente mejor se echó para atrás López, como mentiroso que es.
Qué lamentablemente que esto venga desde la mismísima presidencia, que debería ser todo lo contrario, el que una a todos los mexicanos. Al rato estaremos como en Venezuela, donde Maduro prefiere usar al ejército en contra del pueblo venezolano, matando a sus propios compatriotas o impidiendo que llegue la ayuda humanitaria que algunos países y organizaciones como la ONU están enviando. Prefiere que su pueblo se muera de hambre.
“Neoliberalismo” es un término acuñado por el economista Milton Friedman, premio Nobel de Economía, en los años sesenta, en la teoría proponía que los gobiernos (el Estado) intervinieran lo menos posible en la economía del país, junto con el austriaco Friedreich Von Hayek. Dejar hacer a la gente y el Estado poner las condiciones necesarias para el desarrollo de las libertades. Por lo que se ve López Obrador va en sentido contrario y por eso no se cansa de decir que el neoliberalismo es el causante de todos nuestros males, como la corrupción y la impunidad, sin embargo en el tema de las guarderías dice que no las van a apoyar más por la corrupción que había en el manejo de los recursos y sin mayor información decide recortar los apoyos y que sea la iniciativa privada la que se ocupe de las guarderías, ¡UPS! ¡Sin embargo, no da nombres, ni se inicia proceso en contra de nadie!
Claramente se ve que lo que quiere López Obrador es sacar adelante su proyecto de nación, para lo cual necesita el apoyo de mucha gente a la que está comprando con sus becas y pensiones. Leía el otro día a un editorialista de este mismo periódico, quien reconoce que necesidad no tiene, pero él y su esposa se inscribieron en las pensiones por edad y que ya le llegaron $1,275 a cada uno, y por ello le aplaude a López, sin darse cuenta que es una forma de ganarse a la gente a su favor, mientras el país se empieza a incendiar con todas las decisiones que toma este hombre al vapor.
En tan sólo cien días de este gobierno y el recuento de los daños ya es muy grande. La mitad del país sin gasolina, que para acabar con los huachicoleros, sin que haya un solo detenido hasta ahora, ni con la muerte de más de 130 personas en la explosión en el robo de combustible en Tlahuelilpan, donde no hay detenidos por culpables o cómplices. Las vías de ferrocarril en Michoacán cerradas, impidiendo que miles de contenedores sean entregados del puerto Lázaro Cárdenas, con pérdidas diarias de mil millones. Huelgas locas e ilegales en maquiladoras de Matamoros, Tamaulipas, empezando a cerrar algunas de ellas, con las pérdidas de empleo. La lista de los daños es interminable y sus consecuencias las veremos en los próximos meses.
Las gasolinas aumentaron 73 centavos en la semana pasada y nadie dice nada, cuando antes por 3 centavos de aumento, salía en primera plana el “gasolinazo”.
Mexicanos contra mexicanos es el valor distintivo de este gobierno.