/ jueves 4 de julio de 2024

Mexicanos: pobres pero felices


“Cada nación es la suma del trabajo y educación

de sus habitantes, no tanto por lo que la

madre naturaleza les haya dado”.

Milton Friedman (1912 – 2006)


El otrora famoso caricaturista y escritor Abel Quezada (1920-1991) crítico acérrimo de las pérfidas costumbres de la errónea mexicanidad, como el alcoholismo, fanatismos y pereza colectiva, en cierto día escudriño sobre el posible origen de la humanidad, para lo cual Dios empezó a configurar con su dedo creador los océanos, los bosques, los ríos, etc. y con ello orientando a los pueblos que iban bajando de enormes barcazas, distribuyéndolos según su libre albedrío.

Para ello asentó a los israelitas en un árido desierto, sin agua ni minerales; posteriormente continuó su camino hacia lo que hoy es la república mexicana, dotándolas de extensas tierras de cultivo, con lluvias abundantes, petróleo, pesca, bosques, tierras para ganado, grandes yacimientos de minerales, etc. por lo alguno de los pasajeros de la barcaza se atrevió a preguntarle a Dios, si no se estaba cometiendo alguna injusticia, a lo que sobriamente respondió que pondría a un “charrito” mexicano, para equiparar el reparto, es decir, la diferencia entre un pueblo que puede salir adelante de las adversidades del desierto y otro que por su naturaleza humana dilapida irracionalmente lo que nada le ha costado.

Recordemos que México llegó a ser el tercer productor mundial de petróleo, hoy el número 11. Actualmente poseedor del quinto lugar en la biodiversidad del planeta; octavo con mayores recursos en minerales; 10 mil kilómetros de costas con importante industria pesquera; con remesas enviadas de paisanos desde el extranjero con 63 mil millones de dólares; la cuarta región binacional ganadera mundial; ingresos por turismo anuales por 28 mil millones de dólares como séptimo lugar; octavo con más recursos de litio y lo mas importante que somos socios comerciales de Estados Unidos y Canadá, el mayor intercambio de mercancías del mundo.

Sin embargo, estamos dentro de los 15 países con mas pobres en el mundo con 55.7 millones (2021), con una deuda de 9 billones de pesos, gastados irresponsablemente a través de 80 años, prácticamente desde el gobierno de Miguel Alemán. Paradójicamente México es la economía 15 del orbe y el pueblo numero 25 en felicidad de acuerdo a la Red Mundial de Felicidad. Irrisoriamente uno de los 4 factores que componen la felicidad es la corrupción, lo cual contribuye a que muchos tramites en México se arreglan con “mordida” y de esa manera restan problemas a los ciudadanos.

Si todo lo anterior es cierto, nos preguntamos el “porqué” de tanta pobreza, desigualdad, desequilibrios regionales e ignorancia en México, según investigaciones del CONEVAL, se requieren programas asistenciales para 70 millones de mexicanos y cerca de 100 años para abatir la pobreza. En la década de los 70 del siglo pasado un estudio del destacado demógrafo y eximio profesor Raúl Benítez, afirmaba que población y desarrollo forman un binomio indisoluble y que en México el crecimiento de la población era (y sigue siendo) mayor a la del desarrollo, independientemente de la desigualdad y el factor toral de la educación.

Las mujeres con alta tasa de fecundidad se ubican en hogares pobres con malas percepciones salariales, por desgracia la mayoría de quienes las encabezan las luchas sociales han creado cotos de poder político y económico, aún en tiempos de paz los grupos políticos de cualquier partido han conducido los gobiernos como negocios propios. El mejor antídoto de todo ello es la educación, por tanto, sería suficiente con ver a pueblos como Alemania, los países escandinavos, EEUU, Canadá, Corea del Sur, Singapur, Japón, etc. cuya inversión en educación y sus políticas significa la llave hacia un mejor bienestar, con todo y sus problemas han sido pueblos que después de guerras o crisis económicas, se levantan triunfales sus banderas. Lamentablemente la fama de nosotros los mexicanos principalmente en Europa cada vez es menos halagüeña por la corrupción, el narcotráfico y la democracia dirigida.



“Cada nación es la suma del trabajo y educación

de sus habitantes, no tanto por lo que la

madre naturaleza les haya dado”.

Milton Friedman (1912 – 2006)


El otrora famoso caricaturista y escritor Abel Quezada (1920-1991) crítico acérrimo de las pérfidas costumbres de la errónea mexicanidad, como el alcoholismo, fanatismos y pereza colectiva, en cierto día escudriño sobre el posible origen de la humanidad, para lo cual Dios empezó a configurar con su dedo creador los océanos, los bosques, los ríos, etc. y con ello orientando a los pueblos que iban bajando de enormes barcazas, distribuyéndolos según su libre albedrío.

Para ello asentó a los israelitas en un árido desierto, sin agua ni minerales; posteriormente continuó su camino hacia lo que hoy es la república mexicana, dotándolas de extensas tierras de cultivo, con lluvias abundantes, petróleo, pesca, bosques, tierras para ganado, grandes yacimientos de minerales, etc. por lo alguno de los pasajeros de la barcaza se atrevió a preguntarle a Dios, si no se estaba cometiendo alguna injusticia, a lo que sobriamente respondió que pondría a un “charrito” mexicano, para equiparar el reparto, es decir, la diferencia entre un pueblo que puede salir adelante de las adversidades del desierto y otro que por su naturaleza humana dilapida irracionalmente lo que nada le ha costado.

Recordemos que México llegó a ser el tercer productor mundial de petróleo, hoy el número 11. Actualmente poseedor del quinto lugar en la biodiversidad del planeta; octavo con mayores recursos en minerales; 10 mil kilómetros de costas con importante industria pesquera; con remesas enviadas de paisanos desde el extranjero con 63 mil millones de dólares; la cuarta región binacional ganadera mundial; ingresos por turismo anuales por 28 mil millones de dólares como séptimo lugar; octavo con más recursos de litio y lo mas importante que somos socios comerciales de Estados Unidos y Canadá, el mayor intercambio de mercancías del mundo.

Sin embargo, estamos dentro de los 15 países con mas pobres en el mundo con 55.7 millones (2021), con una deuda de 9 billones de pesos, gastados irresponsablemente a través de 80 años, prácticamente desde el gobierno de Miguel Alemán. Paradójicamente México es la economía 15 del orbe y el pueblo numero 25 en felicidad de acuerdo a la Red Mundial de Felicidad. Irrisoriamente uno de los 4 factores que componen la felicidad es la corrupción, lo cual contribuye a que muchos tramites en México se arreglan con “mordida” y de esa manera restan problemas a los ciudadanos.

Si todo lo anterior es cierto, nos preguntamos el “porqué” de tanta pobreza, desigualdad, desequilibrios regionales e ignorancia en México, según investigaciones del CONEVAL, se requieren programas asistenciales para 70 millones de mexicanos y cerca de 100 años para abatir la pobreza. En la década de los 70 del siglo pasado un estudio del destacado demógrafo y eximio profesor Raúl Benítez, afirmaba que población y desarrollo forman un binomio indisoluble y que en México el crecimiento de la población era (y sigue siendo) mayor a la del desarrollo, independientemente de la desigualdad y el factor toral de la educación.

Las mujeres con alta tasa de fecundidad se ubican en hogares pobres con malas percepciones salariales, por desgracia la mayoría de quienes las encabezan las luchas sociales han creado cotos de poder político y económico, aún en tiempos de paz los grupos políticos de cualquier partido han conducido los gobiernos como negocios propios. El mejor antídoto de todo ello es la educación, por tanto, sería suficiente con ver a pueblos como Alemania, los países escandinavos, EEUU, Canadá, Corea del Sur, Singapur, Japón, etc. cuya inversión en educación y sus políticas significa la llave hacia un mejor bienestar, con todo y sus problemas han sido pueblos que después de guerras o crisis económicas, se levantan triunfales sus banderas. Lamentablemente la fama de nosotros los mexicanos principalmente en Europa cada vez es menos halagüeña por la corrupción, el narcotráfico y la democracia dirigida.