Un México callado, un país silencioso, una prensa ciega, sorda y muda es lo que el Presidente de la República anhela, una oposición desaparecida, pero le tengo malas noticias al Presidente, porque la gente, los medios y el país ya despertaron, por fin se le ha caído la máscara al Presidente. Hoy el país está de pie, está en lucha, a pesar del daño que en muchos aspectos se nos ha hecho, a pesar de que cuando a algún periodista se le ocurre hacer su trabajo, el Presidente utiliza toda la maquinaria y la fuerza de un país, para amedrentar y callar voces, hoy el país está luchando, aún en agonía pero no dejamos de luchar, por nuestra libertad y de alzar la voz.
En días pasados, durante el desarrollo de una sesión ordinaria en la Cámara de Diputados, tuve el honor de observar de primera mano una manifestación pacífica por parte de los compañeros de los medios de información, pude observar sus rostros desencajados, sus ojos llenos de dolor, su semblante de tristeza, eso no fue una manipulación ni algo planeado, fue simplemente una consecuencia del baño de sangre que hoy cubre al país en carne de los valientes periodistas.
Tenemos un presidente desgastado, que su discurso es el mismo a toda hora, en todo momento, bajo cualquier circunstancia, “todo es culpa del PRIAN”, esa respuesta es la que ha cansado a un país entero, a las familias enlutadas, a los miles de mexicanos que le confiaron su voluntad y sueños a un solo hombre, ese hombre que no sólo ha defraudado a una Nación, sino que se ha defraudado a sí mismo, al no dar resultados y buscar siempre a algún culpable o a quien hacer responsable de sus malas decisiones. Hoy vivimos en un México desdibujado, en donde nunca antes fue tan peligroso ser periodista, escribir con libertad lo que en el país sucede, y no lo digo porque se me ocurre, lo digo porque las estadísticas y los números no mienten, hoy México habla por medio de quienes han apagado sus voces y sus plumas, hoy México grita Libertad.
Hoy nuestro país nos necesita unidos para dejar atrás el presente que pronto será el pasado, afortunadamente tenemos en nuestras manos la posibilidad de ir construyendo un nuevo camino, un camino en donde los cimientos sean el respeto, la paz, la prosperidad, la libertad y el gran amor a México. El atentar contra la libertad de expresión en nuestro país es un tema muy delicado que enciende las alarmas de riesgo en muchos mexicanos, ya que el querer tener el control absoluto simplemente nos demuestra que lo que se busca es ser un dictador y controlador, no se le puede apostar a la represión y menos cuando los tiempos de hoy tienen alternativas y ventanas difíciles de controlar como son las redes sociales, esas alternativas nos sirven para conocer información que nos duele, como que en tan sólo lo que va de 2022 han fallecido 5 periodistas víctimas de la violencia que padecemos en nuestro país. Hoy les decimos que no están solos y que desde la Cámara de Diputados lucharemos para lograr seguridad, paz y libertad para ellos y sus familias.