/ lunes 13 de junio de 2022

Nearshoring: Una gran ventana de oportunidad para Chihuahua

Por: Román Rivas Hong

De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México sería el que se vería más beneficiado de todos los países de América Latina y El Caribe en el incremento de sus exportaciones de bienes por el nearshoring. Recordemos que nearshoring significa “deslocalización cercana” y se refiere a la práctica de transferir una operación comercial a un país cercano, es decir el país que estará consumiendo el producto final que se fabrique y a la postre se comercialice; vaya, el punto final de la cadena del valor. La práctica del nearshoring surge como respuesta al offshoring, que años atrás con el objetivo de reducir costos, buscó proveedores en otros destinos mucho más lejanos y en donde fuimos testigos de una numerosa cantidad de inversiones fluyendo a países asiáticos, inversiones que inclusive en algún momento estuvieron localizadas en nuestro país. El objetivo del nearshoring es acercar los centros de producción tercerizada y solucionar los inconvenientes de las largas distancias y la diferencia de horarios entre los continentes, los cuales muchas veces perjudican a la cadena de suministros. Es como dar marcha atrás de manera inteligente a todos esos procesos que se generaron con el offshoring, debido a que la pandemia de Covid-19 sacudió de una manera impresionante muchos esquemas que no hace mucho tiempo se habían convertido en el estándar de muchas compañías para invertir.

Las oportunidades potenciales de incrementar las exportaciones de bienes por nearshoring de México ascienden a un total de 35 mil 278 millones de dólares, según datos adelantados de un estudio publicado por el BID y a la distancia, el segundo más beneficiado sería Brasil, con un monto de 7 mil 844 millones de dólares como posibles oportunidades para aumentar sus exportaciones de bienes. En conjunto, la región de América Latina y El Caribe podrían recibir hasta 78 mil millones de dólares en nuevas inversiones, no sólo para nuevas exportaciones sino también para bienes y servicios en donde los sectores principales de inversión serían la industria automotriz, textil, farmacéutica y energías renovables, entre otras. De acuerdo con el BID, este monto potencial de inversiones se compondría de 64 mil millones de dólares en comercio de bienes y 14 mil millones de dólares en comercio de servicios.

Esta ventana de tiempo representa una grandísima oportunidad para nuestro estado, pero más para nuestra ciudad; en la actualidad estamos viendo ya a muchas empresas que desean iniciar con reshoring (transferir producción de otro país al nuestro) pero la verdadera oportunidad está con el nearshoring ya que serían inversiones frescas, de nuevos productos y que generarían un impacto muy importante para la integración de proveeduría. Desafortunadamente no todo es miel sobre hojuelas, ya que a la par de que se da esta increíble oportunidad en esta ventana de tiempo, tenemos también la mayor rigidez de políticas públicas en la historia moderna del país con lo cual, lejos de atraer, se desincentiva al inversionista. En el caso de nuestra ciudad, nuestro mayor atractivo es el gran nivel de seguridad con el que contamos, pero desafortunadamente también existen algunas restricciones que a corto plazo pudieran causar merma a los potenciales inversionistas, y entre ellas la capacidad de generación de energía eléctrica y la no disponibilidad inmediata de nuevos parques y/o naves industriales.

Creo que este es un gran momento para que autoridades municipales y estatales en conjunto con desarrolladores industriales, generen un plan de contingencia para que al menos la falta de oferta u oferta limitada de naves industriales no sea un impedimento ante esta potencial ola de crecimiento. Por años ha existido una gran planeación a largo plazo del crecimiento del municipio a través del Implan y otros organismos, pero quizás hoy en día se requieren ajustes al plan, para dar respuestas en el corto plazo y no perder esta ventana de oportunidad.


Maestro en Administración. Presidente de Index Chihuahua


Por: Román Rivas Hong

De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México sería el que se vería más beneficiado de todos los países de América Latina y El Caribe en el incremento de sus exportaciones de bienes por el nearshoring. Recordemos que nearshoring significa “deslocalización cercana” y se refiere a la práctica de transferir una operación comercial a un país cercano, es decir el país que estará consumiendo el producto final que se fabrique y a la postre se comercialice; vaya, el punto final de la cadena del valor. La práctica del nearshoring surge como respuesta al offshoring, que años atrás con el objetivo de reducir costos, buscó proveedores en otros destinos mucho más lejanos y en donde fuimos testigos de una numerosa cantidad de inversiones fluyendo a países asiáticos, inversiones que inclusive en algún momento estuvieron localizadas en nuestro país. El objetivo del nearshoring es acercar los centros de producción tercerizada y solucionar los inconvenientes de las largas distancias y la diferencia de horarios entre los continentes, los cuales muchas veces perjudican a la cadena de suministros. Es como dar marcha atrás de manera inteligente a todos esos procesos que se generaron con el offshoring, debido a que la pandemia de Covid-19 sacudió de una manera impresionante muchos esquemas que no hace mucho tiempo se habían convertido en el estándar de muchas compañías para invertir.

Las oportunidades potenciales de incrementar las exportaciones de bienes por nearshoring de México ascienden a un total de 35 mil 278 millones de dólares, según datos adelantados de un estudio publicado por el BID y a la distancia, el segundo más beneficiado sería Brasil, con un monto de 7 mil 844 millones de dólares como posibles oportunidades para aumentar sus exportaciones de bienes. En conjunto, la región de América Latina y El Caribe podrían recibir hasta 78 mil millones de dólares en nuevas inversiones, no sólo para nuevas exportaciones sino también para bienes y servicios en donde los sectores principales de inversión serían la industria automotriz, textil, farmacéutica y energías renovables, entre otras. De acuerdo con el BID, este monto potencial de inversiones se compondría de 64 mil millones de dólares en comercio de bienes y 14 mil millones de dólares en comercio de servicios.

Esta ventana de tiempo representa una grandísima oportunidad para nuestro estado, pero más para nuestra ciudad; en la actualidad estamos viendo ya a muchas empresas que desean iniciar con reshoring (transferir producción de otro país al nuestro) pero la verdadera oportunidad está con el nearshoring ya que serían inversiones frescas, de nuevos productos y que generarían un impacto muy importante para la integración de proveeduría. Desafortunadamente no todo es miel sobre hojuelas, ya que a la par de que se da esta increíble oportunidad en esta ventana de tiempo, tenemos también la mayor rigidez de políticas públicas en la historia moderna del país con lo cual, lejos de atraer, se desincentiva al inversionista. En el caso de nuestra ciudad, nuestro mayor atractivo es el gran nivel de seguridad con el que contamos, pero desafortunadamente también existen algunas restricciones que a corto plazo pudieran causar merma a los potenciales inversionistas, y entre ellas la capacidad de generación de energía eléctrica y la no disponibilidad inmediata de nuevos parques y/o naves industriales.

Creo que este es un gran momento para que autoridades municipales y estatales en conjunto con desarrolladores industriales, generen un plan de contingencia para que al menos la falta de oferta u oferta limitada de naves industriales no sea un impedimento ante esta potencial ola de crecimiento. Por años ha existido una gran planeación a largo plazo del crecimiento del municipio a través del Implan y otros organismos, pero quizás hoy en día se requieren ajustes al plan, para dar respuestas en el corto plazo y no perder esta ventana de oportunidad.


Maestro en Administración. Presidente de Index Chihuahua