/ viernes 16 de agosto de 2024

No perdemos nuestra capacidad de asombro


Muchas cosas que aún nos sorprenden, datos que parecen increíbles, personajes que se exponen y hombres y mujeres que transitan sin aporte.

Esta editorial es en ocasión de cambio de planes, de alejarnos de lo importante y transitar por lo inverosímil, esta semana sucesos que trascienden y solo vemos lo escandaloso sin medir el fondo, lo importante.

Mi referencia va dirigida al combate a la corrupción, a lo que eso significa para nuestro estado y nuestro país, atrás de los grandes escándalos están las personas, esas que sufren el acoso, las destellos de incertidumbre, la inseguridad, las amenazas, atrás de todo lo que se ve y se escucha, existen familias, equipos de trabajo, existen fechas de caducidad, los puestos son pasajeros, el poder es un traje prestado que dura poco, también existen grandes redes de intereses y conveniencias, de pagos de facturas políticas, por eso no podemos perder la capacidad de asombro, ante el ciudadano común ¿a quién le creemos?, ¿quien tiene la razón?, todo tan enredado, se dicen cosas de un lado para otro, de un color contra otro, pero ¿quién es el culpable?, o ¿todos son iguales?, o ¿quieren que a todos se nos vea igual?.

No, no somos iguales, existen personas honradas, dignas de confianza y con alto nivel de principios y ética, por ellos hay que hablar, la duda margina, destruye y si corrompe. Es momento de hablar con la verdad, los ciudadanos merecen que les hablemos con la verdad, que seamos opción de credibilidad, que no sean verdades a medias, la verdad pura y plena, no debe ser opción, debe ser obligatorio.

En todo este enredo, por favor, hablemos con la verdad, obligados estamos junto con las autoridades a discernir, a poner un alto a los odios y venganzas, eso, eso no lleva a buen puerto, ese es el momento donde todos perdemos, paremos esto que tanto daño hace al país, olvidemos la riña y trabajemos por la construcción, se que parece una carta de buenos deseos, pero es lo que todos deberíamos empujar, un buen plan, para ir aplanando el camino, nada se gana con el jaloneo y la riña, por favor ya paren este tren, que todos nos queremos bajar.

No perdamos la capacidad de asombro y luchemos por el México que soñamos, un México sin corrupción, con autoridad moral, con equilibrios y autoridades responsables.

Por nuestros hijos, por los jóvenes y por las libertades, no perdamos la capacidad de asombro y construyamos el México digno de todo mexicano.


Muchas cosas que aún nos sorprenden, datos que parecen increíbles, personajes que se exponen y hombres y mujeres que transitan sin aporte.

Esta editorial es en ocasión de cambio de planes, de alejarnos de lo importante y transitar por lo inverosímil, esta semana sucesos que trascienden y solo vemos lo escandaloso sin medir el fondo, lo importante.

Mi referencia va dirigida al combate a la corrupción, a lo que eso significa para nuestro estado y nuestro país, atrás de los grandes escándalos están las personas, esas que sufren el acoso, las destellos de incertidumbre, la inseguridad, las amenazas, atrás de todo lo que se ve y se escucha, existen familias, equipos de trabajo, existen fechas de caducidad, los puestos son pasajeros, el poder es un traje prestado que dura poco, también existen grandes redes de intereses y conveniencias, de pagos de facturas políticas, por eso no podemos perder la capacidad de asombro, ante el ciudadano común ¿a quién le creemos?, ¿quien tiene la razón?, todo tan enredado, se dicen cosas de un lado para otro, de un color contra otro, pero ¿quién es el culpable?, o ¿todos son iguales?, o ¿quieren que a todos se nos vea igual?.

No, no somos iguales, existen personas honradas, dignas de confianza y con alto nivel de principios y ética, por ellos hay que hablar, la duda margina, destruye y si corrompe. Es momento de hablar con la verdad, los ciudadanos merecen que les hablemos con la verdad, que seamos opción de credibilidad, que no sean verdades a medias, la verdad pura y plena, no debe ser opción, debe ser obligatorio.

En todo este enredo, por favor, hablemos con la verdad, obligados estamos junto con las autoridades a discernir, a poner un alto a los odios y venganzas, eso, eso no lleva a buen puerto, ese es el momento donde todos perdemos, paremos esto que tanto daño hace al país, olvidemos la riña y trabajemos por la construcción, se que parece una carta de buenos deseos, pero es lo que todos deberíamos empujar, un buen plan, para ir aplanando el camino, nada se gana con el jaloneo y la riña, por favor ya paren este tren, que todos nos queremos bajar.

No perdamos la capacidad de asombro y luchemos por el México que soñamos, un México sin corrupción, con autoridad moral, con equilibrios y autoridades responsables.

Por nuestros hijos, por los jóvenes y por las libertades, no perdamos la capacidad de asombro y construyamos el México digno de todo mexicano.