/ lunes 10 de junio de 2024

Nuestra visión empresarial tiene que evolucionar

Estamos a poco más de una semana de los resultados arrasadores que dejaron como la próxima presidenta de México a la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, lo que nos obliga como sector empresarial a pensar de manera distinta, con una nueva visión, más inclusiva, con más sensibilidad, de lo que pasa en la vida cotidiana del mexicano de a pie.

Desde mi perspectiva personal, y como líder empresarial, veo muy impresionante cómo la estrategia de dividir al país entre ricos (fifís) y pobres (pueblo) le ha dado resultados contundentes al partido en el Poder, pues pareciera que mantener una estrategia radical, como la de un buen gobierno populista, da frutos en estos tiempos.

Talvez como sector apenas estamos midiendo el impacto del resentimiento que tiene la mayoría de la población hacia el empresariado y los gobiernos de oposición, gracias a la narrativa del presidente hacia esos sectores; y, por otro lado, la gratitud de ellos mismos hacia quiénes “sí han cumplido”, porque “aumentaron el salario mínimo”, “ampliaron los rangos de vacaciones” y “brindaron el apoyo económico a miles de familias por medio de programas asistencialistas” que brindan bienestar momentáneo, pero no soluciones de fondo.

Sin embargo, las mayorías deberían saber que somos nosotros, los empresarios, los que hemos impulsado desde años el incremento al salario, propiciamos la gran mayoría de los empleos en México y promovemos la libre empresa como factor esencial para el sustento de las familias mexicanas.

Pero algo hay de cierto en el sentido del voto que más de 30 millones de mexicanos emitieron: a quienes tienen necesidades no les importan el PIB, la falta de energías limpias, la corrupción en las grandes obras de infraestructura, es más, me atrevo a decir que ni siquiera el futuro les es realmente importante, pues para ellos es más apremiante resolver las diversas situaciones económicas para darles a sus familias una vida digna y sin presiones.

Ellos consideran que AMLO “les ha respondido de manera excepcional”, pues miles de expresiones en redes sociales, en las calles, en los sitios de trabajo, van en el sentido de que “Morena sí ha cumplido, a diferencia de los anteriores gobiernos que se coludían con el empresariado”, una guerra de desprestigio despiadada que sólo ha polarizado al país.


Y es que la realidad mexicana refleja una mayoría poblacional con múltiples necesidades y carencias, conviviendo con una clase media y media alta que viven mucho mejor, generándose así una brecha sumamente notable entre clases sociales.

Es evidente… nuestra visión empresarial tiene que evolucionar hacia formas más aterrizadas en la realidad de las mayorías en México, sólo así, fuera de nuestra zona de confort, podremos transitar a un mejor futuro, con oportunidades plenas para nuestro sector y para los mexicanos en general.

A final de cuentas lo que sucedió en la elección ya pasó y el régimen generado por Morena continuará por seis años más; y aunque como chihuahuenses enfrentemos grandes desafíos y adversidades, sigamos demostrándole al país que nos mantendremos ejemplo nacional en crecimiento, con los mejores salarios, teniendo la mejor ciudad para vivir, la ciudad más innovadora, y una sociedad en la que trabajamos juntos la ciudadanía, el gobierno y empresarios.

Solo si nuestra visión se convierte en una estrategia integral que privilegie la colaboración institucional con cualquier ente y nivel de gobierno, de la sociedad civil organizada, o de la propia iniciativa privada, podremos seguir avanzando en nuestro objetivo de ser la mejor ciudad para vivir de América Latina.


Presidente de Desarrollo Económico de Chihuahua

jorgercruz@me.com


Estamos a poco más de una semana de los resultados arrasadores que dejaron como la próxima presidenta de México a la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, lo que nos obliga como sector empresarial a pensar de manera distinta, con una nueva visión, más inclusiva, con más sensibilidad, de lo que pasa en la vida cotidiana del mexicano de a pie.

Desde mi perspectiva personal, y como líder empresarial, veo muy impresionante cómo la estrategia de dividir al país entre ricos (fifís) y pobres (pueblo) le ha dado resultados contundentes al partido en el Poder, pues pareciera que mantener una estrategia radical, como la de un buen gobierno populista, da frutos en estos tiempos.

Talvez como sector apenas estamos midiendo el impacto del resentimiento que tiene la mayoría de la población hacia el empresariado y los gobiernos de oposición, gracias a la narrativa del presidente hacia esos sectores; y, por otro lado, la gratitud de ellos mismos hacia quiénes “sí han cumplido”, porque “aumentaron el salario mínimo”, “ampliaron los rangos de vacaciones” y “brindaron el apoyo económico a miles de familias por medio de programas asistencialistas” que brindan bienestar momentáneo, pero no soluciones de fondo.

Sin embargo, las mayorías deberían saber que somos nosotros, los empresarios, los que hemos impulsado desde años el incremento al salario, propiciamos la gran mayoría de los empleos en México y promovemos la libre empresa como factor esencial para el sustento de las familias mexicanas.

Pero algo hay de cierto en el sentido del voto que más de 30 millones de mexicanos emitieron: a quienes tienen necesidades no les importan el PIB, la falta de energías limpias, la corrupción en las grandes obras de infraestructura, es más, me atrevo a decir que ni siquiera el futuro les es realmente importante, pues para ellos es más apremiante resolver las diversas situaciones económicas para darles a sus familias una vida digna y sin presiones.

Ellos consideran que AMLO “les ha respondido de manera excepcional”, pues miles de expresiones en redes sociales, en las calles, en los sitios de trabajo, van en el sentido de que “Morena sí ha cumplido, a diferencia de los anteriores gobiernos que se coludían con el empresariado”, una guerra de desprestigio despiadada que sólo ha polarizado al país.


Y es que la realidad mexicana refleja una mayoría poblacional con múltiples necesidades y carencias, conviviendo con una clase media y media alta que viven mucho mejor, generándose así una brecha sumamente notable entre clases sociales.

Es evidente… nuestra visión empresarial tiene que evolucionar hacia formas más aterrizadas en la realidad de las mayorías en México, sólo así, fuera de nuestra zona de confort, podremos transitar a un mejor futuro, con oportunidades plenas para nuestro sector y para los mexicanos en general.

A final de cuentas lo que sucedió en la elección ya pasó y el régimen generado por Morena continuará por seis años más; y aunque como chihuahuenses enfrentemos grandes desafíos y adversidades, sigamos demostrándole al país que nos mantendremos ejemplo nacional en crecimiento, con los mejores salarios, teniendo la mejor ciudad para vivir, la ciudad más innovadora, y una sociedad en la que trabajamos juntos la ciudadanía, el gobierno y empresarios.

Solo si nuestra visión se convierte en una estrategia integral que privilegie la colaboración institucional con cualquier ente y nivel de gobierno, de la sociedad civil organizada, o de la propia iniciativa privada, podremos seguir avanzando en nuestro objetivo de ser la mejor ciudad para vivir de América Latina.


Presidente de Desarrollo Económico de Chihuahua

jorgercruz@me.com