/ martes 4 de junio de 2024

Otra oportunidad

El fin de semana tuvimos las elecciones más grandes de la historia de nuestro país. Las encuestas rodaban por aquí y por allá, dando pronósticos que muchos decíamos “no es posible”, “están pagadas”, etc. Llega el día de las votaciones, nos levantamos muy temprano para evitar un poco el calor, acudimos a la casilla, todavía no llegaban los encargados, a las siete treinta se bajan de un auto con unas cajas y materiales, ubican un salón e inician el montaje de las casillas. A pesar de que los integrantes de la casilla ya se encontraban, las votaciones iniciaron poco más de las ocho y media.

Ya en la tarde, en familia empezamos a esperar algunos comentarios sobre los candidatos, las encuestas de salida. Los partidos políticos y los candidatos salieron a anunciar su triunfo. Ya más tarde empezaron a salir resultados y a la medianoche se muestra que la candidata oficial había ganado contundentemente. Sorpresa sobre el gran margen entre la candidata y su seguidora. ¿Qué está pasando?¡no puede ser!

Empezaron las justificaciones, “el dinero que reparte”, “la candidata”, “las alianzas”, en fin, el hecho estaba consumado. Había ganado la candidata oficial y tendríamos que vivir, por lo menos durante los próximos seis años, con esa tendencia.

Esto refleja que no hemos entendido lo que está pasando en nuestro país, los verdaderos problemas y por supuesto la gran decadencia de personas que actualmente manejan o manipulan los partidos políticos. Desde hace ya muchos años no creo en los partidos políticos, principalmente porque han dejado de ser ciudadanos y preocuparse por el país, lo único que buscan son posiciones y poder. Así mismo, han dejado de creer y practicar en enfoques de rumbo de país. Los personajes de derecha andan en la izquierda, los de la izquierda andan en la derecha, se revuelven unos con otros. La imaginación no aguanta entender como un centro izquierda puede ir de la mano con un centro derecha, en fin. Probablemente los tiempos han cambiado y tenemos que cambiar con ellos.

Decía uno de los autores, en términos generales el pueblo mexicano le tiene miedo a la libertad, prefiere dádivas económicas, discursos de división, populismo, esperanza, en fin.

Tenemos ya en puerta otra oportunidad, de entender a nuestro país y sus preocupaciones, de hacer “algo” por la brecha tan grande que hemos generado entre las clases sociales. Esta es una de las principales razones del comportamiento de los votantes. No sé si la solución sea un nuevo partido con nuevos personajes y una nueva visión de país. Lo que sí es cierto es que los actuales ya no funcionan.

Ahora más que nunca el país necesita de los ciudadanos, no de los partidos, ni de los supuestos líderes políticos actuales.

Estoy seguro de que como masa ciudadana nos vamos a reconstruir y dar lo mejor para hacer el movimiento que el país pide a gritos.

Causas hay muchas, justificaciones más. Pero eso debe servir como lección, aprender y con valentía enfrentar este nuevo ambiente, este nuevo entorno.

La sociedad organizada es mucho más que una elección, mucho más que un partido político, y ahora es cuando se debe de levantar y decir “aquí voy de nuevo, porque quiero un mejor país”. Así los invito a reflexionar acerca de los resultados y no dejar pasar el tiempo, como lo hicimos, para arrancar una nueva cruzada que le de vida a un nuevo México. Otra vez, tenemos otra oportunidad.

Doctor en Administración. Director del Instituto de Emprendimiento del ITESM, región norte

antonio.rios@tec.mx

El fin de semana tuvimos las elecciones más grandes de la historia de nuestro país. Las encuestas rodaban por aquí y por allá, dando pronósticos que muchos decíamos “no es posible”, “están pagadas”, etc. Llega el día de las votaciones, nos levantamos muy temprano para evitar un poco el calor, acudimos a la casilla, todavía no llegaban los encargados, a las siete treinta se bajan de un auto con unas cajas y materiales, ubican un salón e inician el montaje de las casillas. A pesar de que los integrantes de la casilla ya se encontraban, las votaciones iniciaron poco más de las ocho y media.

Ya en la tarde, en familia empezamos a esperar algunos comentarios sobre los candidatos, las encuestas de salida. Los partidos políticos y los candidatos salieron a anunciar su triunfo. Ya más tarde empezaron a salir resultados y a la medianoche se muestra que la candidata oficial había ganado contundentemente. Sorpresa sobre el gran margen entre la candidata y su seguidora. ¿Qué está pasando?¡no puede ser!

Empezaron las justificaciones, “el dinero que reparte”, “la candidata”, “las alianzas”, en fin, el hecho estaba consumado. Había ganado la candidata oficial y tendríamos que vivir, por lo menos durante los próximos seis años, con esa tendencia.

Esto refleja que no hemos entendido lo que está pasando en nuestro país, los verdaderos problemas y por supuesto la gran decadencia de personas que actualmente manejan o manipulan los partidos políticos. Desde hace ya muchos años no creo en los partidos políticos, principalmente porque han dejado de ser ciudadanos y preocuparse por el país, lo único que buscan son posiciones y poder. Así mismo, han dejado de creer y practicar en enfoques de rumbo de país. Los personajes de derecha andan en la izquierda, los de la izquierda andan en la derecha, se revuelven unos con otros. La imaginación no aguanta entender como un centro izquierda puede ir de la mano con un centro derecha, en fin. Probablemente los tiempos han cambiado y tenemos que cambiar con ellos.

Decía uno de los autores, en términos generales el pueblo mexicano le tiene miedo a la libertad, prefiere dádivas económicas, discursos de división, populismo, esperanza, en fin.

Tenemos ya en puerta otra oportunidad, de entender a nuestro país y sus preocupaciones, de hacer “algo” por la brecha tan grande que hemos generado entre las clases sociales. Esta es una de las principales razones del comportamiento de los votantes. No sé si la solución sea un nuevo partido con nuevos personajes y una nueva visión de país. Lo que sí es cierto es que los actuales ya no funcionan.

Ahora más que nunca el país necesita de los ciudadanos, no de los partidos, ni de los supuestos líderes políticos actuales.

Estoy seguro de que como masa ciudadana nos vamos a reconstruir y dar lo mejor para hacer el movimiento que el país pide a gritos.

Causas hay muchas, justificaciones más. Pero eso debe servir como lección, aprender y con valentía enfrentar este nuevo ambiente, este nuevo entorno.

La sociedad organizada es mucho más que una elección, mucho más que un partido político, y ahora es cuando se debe de levantar y decir “aquí voy de nuevo, porque quiero un mejor país”. Así los invito a reflexionar acerca de los resultados y no dejar pasar el tiempo, como lo hicimos, para arrancar una nueva cruzada que le de vida a un nuevo México. Otra vez, tenemos otra oportunidad.

Doctor en Administración. Director del Instituto de Emprendimiento del ITESM, región norte

antonio.rios@tec.mx