/ jueves 30 de mayo de 2024

Panorama de la pobreza laboral en México – Mayo 2024

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó recientemente las cifras actualizadas sobre la pobreza laboral en México. Los indicadores de pobreza laboral dan seguimiento trimestral a la evolución del ingreso laboral y su relación con el costo de la canasta alimentaria. Se tienen avances y áreas de preocupación.

Entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, el porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria disminuyó de 37.7% a 35.8%. Esta reducción de 1.9% refleja una mejora en la situación laboral del país. Sin embargo, en términos absolutos, la población en pobreza laboral es de 46.4 millones, cifra superior a los 46.1 millones afectados antes de la pandemia en el primer trimestre de 2020.

La disminución de la pobreza laboral no fue homogénea en todas las entidades federativas. En 25 de las 32 entidades federativas se presentó una reducción de la pobreza laboral entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024. Entre las entidades federativas destacan Campeche con 7.3%; Veracruz con 6.6%, y San Luis Potosí con 6.5%. En contraste, las tres entidades con mayor aumento de pobreza laboral durante el mismo periodo fueron Hidalgo con 7.3%, Baja California con 2.9% y Oaxaca con 2.5%.

El ingreso laboral real promedio de la población ocupada a nivel nacional tuvo un incremento anual de 7.2%, llegando a $7,318.09 mensuales. Los hombres reportaron un ingreso promedio de $8,029.47, mientras que las mujeres ganaron en promedio $6,296.22, una diferencia de un 28% que evidencia una brecha importante de género en los ingresos laborales. El aumento del ingreso laboral real promedio fue prácticamente igual para los hombres (7.3%) que para las mujeres (7.4%). Los aumentos de ingreso laboral real fueron mayores entre aquellos con ingresos más altos, e inclusive el 20% de la población con menor ingreso tuvo una reducción de un 14.7%.

La población ocupada formalmente reportó un ingreso laboral mensual de $10,280.68, en comparación con los $5,051.33 de los ocupados informales. Una diferencia de 51%, sin tomar en cuenta las prestaciones que en el mercado informal están ausentes.

La reducción del porcentaje de la pobreza laboral se debe a la reducción en el ámbito urbano, ya que la pobreza laboral en áreas rurales se mantuvo estable en 49.6%, y en zonas urbanas disminuyó de 34.0% a 31.4%. Esto se debió principalmente al aumento del empleo y de salarios en las zonas urbanas.

Es necesario que se genere una agenda nacional de reducción de la pobreza laboral. Como se observa, la brecha entre el mercado laboral formal y el informal es enorme, por lo que es imperante que se fomente el empleo formal mediante reformas de simplificación administrativa, reducción del impacto fiscal y protección a los derechos de los trabajadores.

También es necesario el aumento de los salarios mínimos para que se puedan cubrir las necesidades básicas y fomentar la capacitación y desarrollo de habilidades para la fuerza laboral. Otra alternativa es observar nichos laborales donde la demanda es alta y los ingresos son buenos, mientras que la industria sufre de alta rotación. Al inducir más trabajadores a estos nichos por medio de una capacitación efectiva se podrá encontrar un balance adecuado para el trabajador y la industria.


Consultor internacional en prevención, participación ciudadana, análisis delictivo y generación de política pública


El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó recientemente las cifras actualizadas sobre la pobreza laboral en México. Los indicadores de pobreza laboral dan seguimiento trimestral a la evolución del ingreso laboral y su relación con el costo de la canasta alimentaria. Se tienen avances y áreas de preocupación.

Entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, el porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria disminuyó de 37.7% a 35.8%. Esta reducción de 1.9% refleja una mejora en la situación laboral del país. Sin embargo, en términos absolutos, la población en pobreza laboral es de 46.4 millones, cifra superior a los 46.1 millones afectados antes de la pandemia en el primer trimestre de 2020.

La disminución de la pobreza laboral no fue homogénea en todas las entidades federativas. En 25 de las 32 entidades federativas se presentó una reducción de la pobreza laboral entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024. Entre las entidades federativas destacan Campeche con 7.3%; Veracruz con 6.6%, y San Luis Potosí con 6.5%. En contraste, las tres entidades con mayor aumento de pobreza laboral durante el mismo periodo fueron Hidalgo con 7.3%, Baja California con 2.9% y Oaxaca con 2.5%.

El ingreso laboral real promedio de la población ocupada a nivel nacional tuvo un incremento anual de 7.2%, llegando a $7,318.09 mensuales. Los hombres reportaron un ingreso promedio de $8,029.47, mientras que las mujeres ganaron en promedio $6,296.22, una diferencia de un 28% que evidencia una brecha importante de género en los ingresos laborales. El aumento del ingreso laboral real promedio fue prácticamente igual para los hombres (7.3%) que para las mujeres (7.4%). Los aumentos de ingreso laboral real fueron mayores entre aquellos con ingresos más altos, e inclusive el 20% de la población con menor ingreso tuvo una reducción de un 14.7%.

La población ocupada formalmente reportó un ingreso laboral mensual de $10,280.68, en comparación con los $5,051.33 de los ocupados informales. Una diferencia de 51%, sin tomar en cuenta las prestaciones que en el mercado informal están ausentes.

La reducción del porcentaje de la pobreza laboral se debe a la reducción en el ámbito urbano, ya que la pobreza laboral en áreas rurales se mantuvo estable en 49.6%, y en zonas urbanas disminuyó de 34.0% a 31.4%. Esto se debió principalmente al aumento del empleo y de salarios en las zonas urbanas.

Es necesario que se genere una agenda nacional de reducción de la pobreza laboral. Como se observa, la brecha entre el mercado laboral formal y el informal es enorme, por lo que es imperante que se fomente el empleo formal mediante reformas de simplificación administrativa, reducción del impacto fiscal y protección a los derechos de los trabajadores.

También es necesario el aumento de los salarios mínimos para que se puedan cubrir las necesidades básicas y fomentar la capacitación y desarrollo de habilidades para la fuerza laboral. Otra alternativa es observar nichos laborales donde la demanda es alta y los ingresos son buenos, mientras que la industria sufre de alta rotación. Al inducir más trabajadores a estos nichos por medio de una capacitación efectiva se podrá encontrar un balance adecuado para el trabajador y la industria.


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