El pasado martes cinco fue más que negro para nuestro país y el resto de la comunidad mundial.
Por una amplia ventaja Donald Trump venció a Kamala Harris y de nueva cuenta ocupará la Casa Blanca a partir de enero del año entrante.
Pese a ser un delincuente convicto acusado de decenas de delitos y hallado culpable en su último juicio de 34 de ellos, el candidato republicano superó a la demócrata al obtener más de los 270 electores que se requieren para ser presidente de EUA.
La mayor potencia militar y económica del orbe estará en las manos de un adulto mayor que aspira a ser el más viejo presidente de su país, superando a Biden quien abandonará la Casa Blanca a los 81 años.
Los estadounidenses optaron por la vieja fórmula de “más vale malo por conocido que bueno por conocer” y fueron una vez más engatusados por el taimado multimillonario neoyorquino.
Uno de los países que más sufrirá la gestión de Trump será desde luego México pues prometió evitar la llegada de más inmigrantes y deportar a todos los indocumentados del territorio norteamericano.
Esto afectará a unos 11 millones de connacionales que carecen de permiso para permanecer en el vecino país y desde luego también a las remesas que envían a sus familias, las que se han convertido en una de las principales fuentes de divisas para México.
Además el nuevo mandatario estadounidense planea regresar a nuestro país a los inmigrantes ilegales que sean deportados y que los aspirantes a obtener el asilo lo hagan desde nuestro territorio y ya no desde el suyo.
Biden había establecido una ley para recibir mensualmente a 30 mil asilados de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua, lo cual impulsó la emigración desde estos estados fallidos.
Como México se ha convertido en la plataforma preferida utilizada por cientos de miles de inmigrantes que intentan llegar anualmente a EUA, las presiones aumentarán para que el gobierno mexicano impida su paso y los retenga o regrese a su lugar de origen.
Además Trump en su campaña embistió también en contra de los cárteles mexicanos de la droga acusándolos de provocar la muerte de cientos de miles de norteamericanos por el consumo de fentanilo.
Reiteró que incluso podría enviarles misiles y catalogarlos como grupos terroristas para exterminarlos.
En caso de que el gobierno mexicano no controlara el alud de inmigrantes ni la actividad de los narcotraficantes entonces Trump aumentaría los aranceles a los productos mexicanos.
En una de sus últimas declaraciones ya como presidente electo el republicano reiteró que cumpliría con todas sus promesas de campaña.
En el 2026 se revisará el T-MEC por lo que las consecuencias económicas adversas al país podrían aumentar si se impone la política proteccionista de Trump.
En cuanto al efecto negativo en el mundo lo sería principalmente para los aliados de EUA, sobre todo la OTAN.
El republicano ya antes había advertido que su país se retiraría de este organismo, así como lo hizo con el tratado de París ocasionando un retroceso en la lucha contra el cambio climático al cual considera como una falacia inventada por los demócratas.
En caso de cumplir su advertencia, la OTAN se debilitaría y le dejaría el campo libre a Rusia para que continuara su invasión a las ex repúblicas de la URSS.
Con todo, el mayor riesgo para la paz mundial es que Trump tendrá el poder de iniciar un ataque nuclear, al igual que su amigo Putin, lo cual es factible si se toma en cuenta su voluble e impredecible carácter de salirse con la suya por las buenas o por las malas.