/ martes 2 de julio de 2024

Perfil humano | El primer debate presidencial en EUA y el error de Biden

El primer debate presidencial en el vecino país del norte se llevó a cabo el pasado jueves en la ciudad de Atlanta organizado por la CNN.

Joe Biden y Donald Trump, los únicos postulados hasta ahora por sus partidos como posibles candidatos presidenciales, se vieron cara a cara sin un público presente aunque fueron vistos por millones a través de los medios de comunicación.

Uno presidente actual de los Estados Unidos de América (EUA) y el otro expresidente al parecer son las propuestas de sus respectivos partidos para ocupar la Casa Blanca en el siguiente cuatrienio.

La contienda no fue pareja pues mientras Biden tuvo que atender la compleja agenda nacional e internacional como jefe del ejecutivo Trump tuvo el tiempo suficiente para prepararse para el debate.

El polémico ex mandatario en vez de hacer una campaña normal se ha mantenido en los tribunales para atender juicios en su contra con decenas de acusaciones jurídicas de toda índole.

El más reciente fue el realizado en Nueva York donde fue encontrado culpable de 32 delitos por tratar de encubrir, antes de las elecciones del 2016, sus relaciones íntimas con una actriz porno.

Recibirá su sentencia este mes de julio la cual podría ser de hasta cuatro años de prisión.

En los medios se especulaba de que si Trump iba a la cárcel sus guardias del servicio secreto podrían portar armas, lo cual está prohibido en los penales norteamericanos.

Biden por su parte ha desempeñado un papel decoroso y meritorio en la presidencia regresando a su país a la actividad normal después de la pandemia.

Además ha mantenido el liderazgo mundial estadounidense apoyando sin titubeos y con firmeza a Ucrania para defenderla junto con la Unión Europea de la repudiable invasión rusa.

El problema es que tiene el récord de haber sido el senador más joven a los 30 años, pero también lo tiene de ser el presidente más longevo a sus 81 años.

La actuación de Biden es polémica pues a pesar de sus destacadas actuaciones públicas como la del discurso a la nación en el congreso federal este año ha tenido otras que ponen en duda su capacidad física y mental.

El papel deplorable que tuvo en el debate presidencial ocasionó una fuerte crítica en los medios, la mayoría de los cuales informaba del pánico entre los demócratas y de la necesidad de suplirlo.

Como lo dijera socarronamente Trump el problema para su partido es que no tienen a otro candidato que tenga mayor popularidad que Biden.

El asunto ya no es tanto de la edad pues la diferencia entre los dos presidenciables es de tres años pues Trump no es precisamente un joven pues cuenta con 78 años.

El principal error de Biden es haber aceptado ser reelecto pues como lo reconoció honestamente después del debate ya es un viejo y no tiene la elocuencia de sus años mozos.

Sin embargo se siente aún capacitado como para cumplir como presidente por otros cuatro años más.

El ex senador demócrata si persiste en tratar de continuar en el poder cometerá el mismo error de Porfirio Díaz: no haberse retirado a tiempo.

Ahora bien, el problema ya no es tanto de Biden sino de los dirigentes demócratas que no tienen un plan B y ahora deberán decidir en su convención nacional si lo ratifican o no como candidato presidencial.

No es posible que entre tantas personalidades demócratas no haya nadie que pueda sustituir a Biden, para empezar su vicepresidenta o la ex candidata presidencial Hillary Clinton.

En cuanto a Trump sólo ha cometido un error en su vida como otros nefastos políticos: haber nacido.


El primer debate presidencial en el vecino país del norte se llevó a cabo el pasado jueves en la ciudad de Atlanta organizado por la CNN.

Joe Biden y Donald Trump, los únicos postulados hasta ahora por sus partidos como posibles candidatos presidenciales, se vieron cara a cara sin un público presente aunque fueron vistos por millones a través de los medios de comunicación.

Uno presidente actual de los Estados Unidos de América (EUA) y el otro expresidente al parecer son las propuestas de sus respectivos partidos para ocupar la Casa Blanca en el siguiente cuatrienio.

La contienda no fue pareja pues mientras Biden tuvo que atender la compleja agenda nacional e internacional como jefe del ejecutivo Trump tuvo el tiempo suficiente para prepararse para el debate.

El polémico ex mandatario en vez de hacer una campaña normal se ha mantenido en los tribunales para atender juicios en su contra con decenas de acusaciones jurídicas de toda índole.

El más reciente fue el realizado en Nueva York donde fue encontrado culpable de 32 delitos por tratar de encubrir, antes de las elecciones del 2016, sus relaciones íntimas con una actriz porno.

Recibirá su sentencia este mes de julio la cual podría ser de hasta cuatro años de prisión.

En los medios se especulaba de que si Trump iba a la cárcel sus guardias del servicio secreto podrían portar armas, lo cual está prohibido en los penales norteamericanos.

Biden por su parte ha desempeñado un papel decoroso y meritorio en la presidencia regresando a su país a la actividad normal después de la pandemia.

Además ha mantenido el liderazgo mundial estadounidense apoyando sin titubeos y con firmeza a Ucrania para defenderla junto con la Unión Europea de la repudiable invasión rusa.

El problema es que tiene el récord de haber sido el senador más joven a los 30 años, pero también lo tiene de ser el presidente más longevo a sus 81 años.

La actuación de Biden es polémica pues a pesar de sus destacadas actuaciones públicas como la del discurso a la nación en el congreso federal este año ha tenido otras que ponen en duda su capacidad física y mental.

El papel deplorable que tuvo en el debate presidencial ocasionó una fuerte crítica en los medios, la mayoría de los cuales informaba del pánico entre los demócratas y de la necesidad de suplirlo.

Como lo dijera socarronamente Trump el problema para su partido es que no tienen a otro candidato que tenga mayor popularidad que Biden.

El asunto ya no es tanto de la edad pues la diferencia entre los dos presidenciables es de tres años pues Trump no es precisamente un joven pues cuenta con 78 años.

El principal error de Biden es haber aceptado ser reelecto pues como lo reconoció honestamente después del debate ya es un viejo y no tiene la elocuencia de sus años mozos.

Sin embargo se siente aún capacitado como para cumplir como presidente por otros cuatro años más.

El ex senador demócrata si persiste en tratar de continuar en el poder cometerá el mismo error de Porfirio Díaz: no haberse retirado a tiempo.

Ahora bien, el problema ya no es tanto de Biden sino de los dirigentes demócratas que no tienen un plan B y ahora deberán decidir en su convención nacional si lo ratifican o no como candidato presidencial.

No es posible que entre tantas personalidades demócratas no haya nadie que pueda sustituir a Biden, para empezar su vicepresidenta o la ex candidata presidencial Hillary Clinton.

En cuanto a Trump sólo ha cometido un error en su vida como otros nefastos políticos: haber nacido.