Por: José Luis Jáquez
América Latina se ha convertido en un territorio sangriento y peligroso para periodistas y defensores de los derechos humanos, lo que afecta gravemente la libertad de expresión, un derecho fundamental e inherente a todas las personas.
Hay gobernantes, dictadores, populistas y delincuentes (organizados y no) que ven como un “obstáculo” el libre debate de ideas y opiniones, de ahí que han arreciado los ataques. De esta grave situación no escapa México.
El derecho y respeto de la libertad de expresión se erige como instrumento que funciona como ente fortalecedor de los procesos democráticos, a la vez que otorga a la ciudadanía una herramienta básica de participación.
El periodismo se mira como un obstáculo, cuando cumple su función que le corresponde, es decir actuar con responsabilidad social.
El Heraldo de Chihuahua publicó el 24 de diciembre de 2010 una entrevista que tuve la oportunidad de realizar a Javier Darío Restrepo, considerado como el pilar de la ética para los periodistas.
En Colombia, como en otros países, se percibe una especie de violencia ambiental que ha sido estimulada por el narcotráfico y gobernantes corruptos.
Restrepo dijo: El aire de libertad se vive contaminado con el temor. Tenemos una sociedad a media marcha.
Y para enfrentarlo el periodista necesita darle sentido a su profesión, que es muy distinto al sentido puramente burocrático, marcando una tarjeta y cumpliendo un horario.
El periodista es una persona que siempre debe cumplir una misión de servicio a la sociedad.
El periodismo mexicano, señaló Restrepo, tiene una oportunidad formidable. Primero mirar cara a cara a la profesión y luego lograr su consagración. Esto se alcanza, lo que normalmente no da la mayoría de la gente, que es su tiempo libre.
La máquina de producir noticias que nunca se apaga. Esto exige no sólo una técnica profesional, sino una actitud de permanente entrega e inteligencia.
El periodista es un elemento importante para la sociedad, de ahí que el crimen pretenda neutralizarlo. El buen periodista debe coexistir con el miedo.
De esa forma es comprensible lo que ocurre con ustedes (en Chihuahua), lo que sucede con nosotros (en Colombia) y en muchas partes del mundo.
Enfatizó: “En estos momentos, en Colombia, ya no es sólo la amenaza del narcotráfico, ahora es más frecuente de los sectores corruptos Ahí está la narcopolítica, la corrupción administrativa y siempre el corrupto necesita como parte de su ambiente, el silencio”.
Al delincuente le ofende y se siente amenazado cuando hay palabras libres.
El tráfico de droga tiene una de sus formas más malignas que es la alianza, primero con políticos y segundo con la guerrilla. La que puede hacer más daño es aquella que mantiene con los políticos, porque se apoya el crimen. Se constituye una maquinaria destructora, sobre todo de las instituciones.
Hay que tener en cuenta que el ciudadano en una democracia lo único que tiene son las instituciones, mismas que deben ser preservadas.
Sin embargo, una alianza entre delincuentes y políticos es un atentado permanente. Están contaminándolo todo, pervirtiendo los instrumentos que la democracia tiene para la sociedad, tal es el caso del voto.
El ciudadano no valora tal vez la importancia del sufragio, pero éste comienza a pervertirse cuando por acción se vende o se deposita en razón del miedo que producen las armas y las amenazas, es uno de los peligros que tienen nuestras sociedades.
Entonces para ganar unas elecciones basta comprar o intimidar a muchos votantes, cosa que está ocurriendo en Colombia, y no se lo deseo a ustedes en México.
“Siéntanse más bien luchadores por la libertad y la bondad”, dijo Javier Darío Restrepo. Uno de los mejores periodistas del mundo. Falleció el 6 de octubre de 2019.
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