/ lunes 12 de agosto de 2024

Política Chatarra

El que se impone vence pero no convence.

El que pretende convencer no debe descuidar querer y que lo quieran.

Cartas a Elpidio

Padre Félix Varela

Como los patriarcas y profetas de Israel; o Barrabás preferido a Cristo; el obispo Juan Crisóstomo desterrado y muerto por encarar los desvaríos del emperador; el padre Félix Varela vivió desterrado 30 años a Estados Unidos en el siglo XVIII en el contexto de liberar o independizar Cuba del Imperialismo Español.

Por muchas razones los papas actuales han visitado sistemáticamente a Cuba y los cubanos. Todo en orden. El periódico oficial del Partido Comunista de Cuba Granma se transforma por unos días en un espejo de los discursos y mensajes de los Pontífices. Cuba no es ni supersticiosa ni impía.

Un pueblo religioso y criminal es como un círculo cuadrado, que sólo tiene existencia en los labios que pronuncian las palabras. El padre Félix Varela, el que nos enseñó a pensar, reconoce los cubanos. Joven sacerdote y pensador es uno de los diputados en las cortes españolas; que como en el caso del dominico Bartolomé de las Casas, será para los ignorantes y ambiciosos , un insulto escucharlo. Vasco de Quiroga de un insigne abogado será electo como obispo de Michoacán. Y como ellos, denunciará las atrocidades por ejemplo de Nuño de Guzmán. La manipulación de lo religioso para someter a un pueblo, para humillarlo, para despojarlo. Vencer sin convencer.

Enemigos de todos y tiranos de sí mismos, viven temiendo y odiando. Profunda sabiduría de la buena –vigente hoy- la de Emerson en el caso de Estados Unidos; tanto como la del padre Félix Varela en Cuba y el Caribe; sorprende que Max y Cecilia Henriquez Ureña, hermanos de Pedro, quien formó parte del Ateneo de la Juventud en México. Los dominicanos Henríquez han dedicado estudios al pensamiento filosófico del padre Varela.

Librando la amargura de la incomprensión y el destierro de su patria, el sacerdote escribirá desde Estados Unidos. Su pensamiento está vigente, tanto que la Universidad de La Habana y muchos estudiosos de su vida y obra, nos hacen redescubrir lo obvio; Cuba no son los Castro, ni la Cuba de los los relojes Slava o la de los almendrones con motores Frankestein.

Que Cuba se abra al mundo, y que el mundo se abra a Cuba. Y el presidente Barack Obama disfrutando de un partido de baseball, y la Mano de Dios a través del Papa Francisco para sobrellevar tantos años de bloqueo y falta de entendimiento. Y si Obama en La Habana. Un Sueño Guajiro como la Guantanamera. Pero qué se puede alcanzar en esta vida sin sueños.

Dejemos pues, a la miseria humana seguir su delirio; cúbrase de todos modos el horrendo cáncer que devora el corazón del malvado (impío); no pretendamos convencerle; él lo está, para su tormento. El padre Félix Varela piensa, que no por ser España un pueblo “religioso”, es por antonomasia un pueblo “bueno”. No como tratan a los cimarrones (esclavos de Santiago de Cuba), o al incómodo presbítero que los ha enseñado a pensar. En las cosas del más allá pero con recurrencia en el más acá.

¿Por qué aborrecen los que nacieron para amar? ¿Por qué cubre la tristeza unos rostros en que debe brillar la alegría? ¿Qué causas funestísimas convierten la sociedad de los hijos de un Dios de paz, en inmensas hordas de ministros del furor? (Cartas a Elpidio, 1ª. Padre Félix Varela).

El que se impone vence pero no convence.

El que pretende convencer no debe descuidar querer y que lo quieran.

Cartas a Elpidio

Padre Félix Varela

Como los patriarcas y profetas de Israel; o Barrabás preferido a Cristo; el obispo Juan Crisóstomo desterrado y muerto por encarar los desvaríos del emperador; el padre Félix Varela vivió desterrado 30 años a Estados Unidos en el siglo XVIII en el contexto de liberar o independizar Cuba del Imperialismo Español.

Por muchas razones los papas actuales han visitado sistemáticamente a Cuba y los cubanos. Todo en orden. El periódico oficial del Partido Comunista de Cuba Granma se transforma por unos días en un espejo de los discursos y mensajes de los Pontífices. Cuba no es ni supersticiosa ni impía.

Un pueblo religioso y criminal es como un círculo cuadrado, que sólo tiene existencia en los labios que pronuncian las palabras. El padre Félix Varela, el que nos enseñó a pensar, reconoce los cubanos. Joven sacerdote y pensador es uno de los diputados en las cortes españolas; que como en el caso del dominico Bartolomé de las Casas, será para los ignorantes y ambiciosos , un insulto escucharlo. Vasco de Quiroga de un insigne abogado será electo como obispo de Michoacán. Y como ellos, denunciará las atrocidades por ejemplo de Nuño de Guzmán. La manipulación de lo religioso para someter a un pueblo, para humillarlo, para despojarlo. Vencer sin convencer.

Enemigos de todos y tiranos de sí mismos, viven temiendo y odiando. Profunda sabiduría de la buena –vigente hoy- la de Emerson en el caso de Estados Unidos; tanto como la del padre Félix Varela en Cuba y el Caribe; sorprende que Max y Cecilia Henriquez Ureña, hermanos de Pedro, quien formó parte del Ateneo de la Juventud en México. Los dominicanos Henríquez han dedicado estudios al pensamiento filosófico del padre Varela.

Librando la amargura de la incomprensión y el destierro de su patria, el sacerdote escribirá desde Estados Unidos. Su pensamiento está vigente, tanto que la Universidad de La Habana y muchos estudiosos de su vida y obra, nos hacen redescubrir lo obvio; Cuba no son los Castro, ni la Cuba de los los relojes Slava o la de los almendrones con motores Frankestein.

Que Cuba se abra al mundo, y que el mundo se abra a Cuba. Y el presidente Barack Obama disfrutando de un partido de baseball, y la Mano de Dios a través del Papa Francisco para sobrellevar tantos años de bloqueo y falta de entendimiento. Y si Obama en La Habana. Un Sueño Guajiro como la Guantanamera. Pero qué se puede alcanzar en esta vida sin sueños.

Dejemos pues, a la miseria humana seguir su delirio; cúbrase de todos modos el horrendo cáncer que devora el corazón del malvado (impío); no pretendamos convencerle; él lo está, para su tormento. El padre Félix Varela piensa, que no por ser España un pueblo “religioso”, es por antonomasia un pueblo “bueno”. No como tratan a los cimarrones (esclavos de Santiago de Cuba), o al incómodo presbítero que los ha enseñado a pensar. En las cosas del más allá pero con recurrencia en el más acá.

¿Por qué aborrecen los que nacieron para amar? ¿Por qué cubre la tristeza unos rostros en que debe brillar la alegría? ¿Qué causas funestísimas convierten la sociedad de los hijos de un Dios de paz, en inmensas hordas de ministros del furor? (Cartas a Elpidio, 1ª. Padre Félix Varela).