/ lunes 19 de agosto de 2024

Política Industrial 2.0

Chihuahua es el estado más exportador de México, un logro destacable que, al mismo tiempo, oculta una gran oportunidad. Hace más de cinco décadas comenzó la atracción de inversiones para mejorar la calidad de vida, y sin duda es notable cómo ha evolucionado nuestra capital en estos años.

Hoy estamos ante un momento histórico para madurar en ese anhelo de mejor empleo y bienestar mediante el fortalecimiento y la expansión de la contribución de la industria nacional. La industria local ha crecido durante estas décadas de inversión creciente en sectores como los maquinados, la producción de vino, muebles y el sector electrónico nacional. Sin embargo, en el contexto geopolítico actual entre EUA y China, así como con la creciente relevancia del mercado estadounidense, existen muchas más oportunidades. La respuesta predominante ante esto es pensar que la proveeduría a las tractoras extranjeras en Chihuahua, es la solución más importante, pero esta conclusión encierra un problema estratégico.

Si el problema es la demanda, centramos nuestras acciones más en las empresas tractoras que en las empresas locales, y cada día estoy más convencido de que el problema principal es la oferta. Es decir, hace falta una política pública que fomente la creación de más y mejores empresas globales, maduras y profesionales, no solo para vender a las empresas transnacionales en Chihuahua, sino también para exportar a otras regiones de México y el extranjero.

Por ello, desde CANACINTRA proponemos fortalecer a las empresas mediante una política que impulse la industria nacional. El primer paso es contar con un diagnóstico claro como punto de partida, que se actualice periódicamente. Hoy predominan los indicadores de las transnacionales exportadoras, pero poco sabemos del desempeño nacional en cuanto a empleo, mortalidad empresarial, certificaciones de calidad, evolución de los sectores y clusters, valor agregado, exportaciones, requerimientos de talento, productividad, financiamiento, entre otros.

Si no medimos a detalle, no podremos cambiar la realidad. Una vez teniendo las mediciones, se podrían generar acciones permanentes para mejorar la formación empresarial, el acceso a financiamiento, las certificaciones de negocio, la exportación, entre otros aspectos. Además, se podría fortalecer la marca "Hecho en Chihuahua”. Ya tenemos historias de éxito locales de grandes industriales como GCC, Bafar, Interceramic, Innovak, entre otros; sin embargo, quizás su crecimiento ha sido fruto de esfuerzos individuales y no de una gran apuesta colectiva.

Enfocándonos en mejorar la oferta con más y mejores empresas, las oportunidades de acceso a otros mercados sin duda aumentarán, y eventualmente “Hecho en Chihuahua” podría convertirse en sinónimo de calidad.

Aprovechemos el momento de oportunidades que vivimos, apoyemos la Política Industrial 2.0 desde los distintos ámbitos públicos y privados, iniciemos con un observatorio de la industria nacional, fijemos una meta de asignación de recursos públicos para este propósito, y hagamos de Chihuahua un ecosistema propicio para el florecimiento de la industria local.