Siendo una persona actuante e interesada por la cosa pública, recibí diversas invitaciones para postularme como candidata a un puesto de elección popular; platiqué con diversos actores y revisamos propuestas de proyectos que pudieran significar un paso hacia adelante en la construcción de una sociedad mejor.
Después de transitar durante mas de 30 años en la actividad política, consideró que los postulados de los partidos en general son magníficos, que algunos individuos son quienes distorsionan esta ciencia y su praxis; caminar con personas de buenas intenciones, que como en todos los institutos políticos los hay, me hacía dudar de continuar en la política, contrastar eso con el pasado reciente y ver las pésimas actuaciones plagadas de corrupción, ver como la clase gobernante privilegió políticas públicas para favorecer a unos cuantos, arribe a la conclusión de que quienes dirigen los partidos y gobiernan bajo esa lógica de corrupción y que se encubren unos a otros sin pudor, no deben predominar ni seguir degradando la actividad pública, que es por esa situación que la sociedad desconfía de ellos por seguir en una férrea defensa de conductas nocivas, es decepcionante que en algunos partidos sobresale la falta de escrúpulos y la intención de seguir bajo la tónica de lo podrido, pero nosotros no somos afortunadamente iguales, por eso la conclusión es seguir caminando con la frente en alto.
Muchos hemos decidido deslindarnos de todas esas prácticas que tanto daño han ocasionado a nuestro país, tenemos la certeza de que las conductas insanas no nos representan, que no compartimos esa visión ni propósitos de quienes detentan el control y buscan el poder para beneficios sectarios.
He revisado los documentos básicos de Morena, me interesé al recibir la invitación para conocer de fondo sus postulados, descubrí que esos documentos tienen un gran sentido nacionalista y de honestidad, que la lucha es por lograr la igualdad, por no seguir fomentando el despilfarro y malversación de los recursos públicos, que la transformación profunda de México demanda que sus ciudadanos nos involucremos, que apoyemos a los más desposeídos, sabedores de que los grandes capitales son importantes pero no deben privilegiarse en detrimento de mejores condiciones para los más vulnerables y desposeídos; importante también la congruencia en la forma de gobernar; coincido en que se ve reflejada esa visión en los programas sociales y de fomento al autoempleo, procurar una sociedad equitativa es el estilo de la Cuarta Transformación.
He escuchado que se repiten insistentemente comentarios contra los programas sociales, sin conocer cómo funcionan y los beneficios que están llevándose a los más pobres y necesitados; yo misma tenía prejuicios de si era conveniente y oportuno distribuir de esa manera el presupuesto destinado, estoy cierta que fue visionario pues han fortalecido grandemente la economía familiar, más en estos tiempos de pandemia, se han dispersado con rapidez y de manera directa, la crisis económica para muchos se ha aminorado, puesto que han logrado solventar necesidades básicas de alimentos, pago de servicios, salud y otros satisfactores elementales para la vida de muchos mexicanos, que de no recibirlos estarían todavía más desesperados.
Me motiva actuar y coincidir con gente sencilla que ve por los demás, que acude a colonias y comunidades para preguntar a los ciudadanos sus necesidades y propuestas de solución, que con una sonrisa franca les hacen pasar un buen rato; participar de reuniones donde se tiene un gran cimiento ideológico, claridad del destino, donde no importa la ropa o el auto que poseas, importan tus buenas intenciones, sobresale no mentir, no robar y no traicionar, los principios superiores de cualquier nación y de gente de bien, sin élites ni intereses que no sean los del bien de todos y la justicia social.