Por: Mario Mata Carrasco
El objetivo del primer Foro Binacional realizado en Cd. Juárez, Chihuahua, los días 13 y 14 de septiembre de este año 2022, por mandato de la gobernadora Maru Campos, fue una reunión para dialogar, escuchar a los expertos, a los usuarios del agua, las autoridades y a los líderes de ambos países (México y EU) a fin de que, disponiendo de información que abona al manejo sustentable del recurso hídrico, generar confianza y delinear alianzas estratégicas para una mejor gestión de nuestras cuencas y acuíferos. Se analizaron propuestas para avanzar en una agenda participativa de carácter binacional para promover desde todos los ámbitos la seguridad hídrica y el desarrollo sostenible.
En este diálogo entre representantes de ambos países pudimos ver las diferencias que existen y de ahí partir a las coincidencias de una visión compartida. Por ejemplo: el ámbito jurídico del agua en México se realiza a través del gobierno federal por medio de las leyes y sus reglamentos. En los EU se concede a los estados autoridad reguladora y de manejo del agua. Por lo cual, en nuestro país, la participación de los estados y de los municipios en la vigilancia y preservación del agua, ya sea del subsuelo o superficial, debe complementarse con la Federación, las facultades que mejoren la gobernabilidad en esta materia.
La importancia de la participación ciudadana en la planeación y gestión de los recursos hídricos, ya sea para brindar el servicio del agua potable por medio de un comité de vecinos, o por medio de los organismos operadores que con el respaldo del nivel estatal y federal pueden consolidar su funcionamiento, también pueden ser potencializados con alianzas de carácter internacional ya que se transfieren tecnologías y metodologías no sólo para el consumo humano directo, sino para la mayor productividad del agua en el campo o la industria y favorecen la denominada economía circular al reutilizar el agua en diversa calidad definida para las distintas necesidades de la vida humana.
Se reconoció el derecho humano al agua, consagrado en nuestra Constitución, como indicador de una calidad de vida digna, además es prioritario para garantizar otros derechos humanos, es por eso que el agua debe tratarse fundamentalmente como un bien social y cultural, y no sólo como un bien económico, así lo ha expresado nuestra Gobernadora, reiteradamente al referirse al agua y ha quedado establecido como una prioridad en el Plan Estatal de Desarrollo.
Sabemos que en la frontera norte el agua escasea, debido al clima seco y muy seco que nos caracteriza como en otros grandes desiertos del mundo, las prolongadas sequías provocan que el agua superficial almacenada en las presas llegue a disminuir considerablemente, y si bien actualmente con las lluvias hubo un alivio al estrés hídrico de la región, es momento de trabajar más intensamente en las alternativas de solución, mediante la tecnología, infraestructura, cultura y gobernanza que nos provean de certeza en la disponibilidad del agua desde ya y para el largo plazo. Hoy es el momento para adquirir conciencia de la dimensión del problema y de actuar en consecuencia, ambos países como un solo ente.