Un fenómeno estudiantil que está llamando la atención en los medios de comunicación es la protesta generalizada en la Universidades Americanas contra la guerra en la franja de Gaza. Esta discusión ya había provocado álgidos debates al interior de las comunidades universitarias, mismo que provocó la renuncia de la Rectora de Harvard la Doctora.La agencia EFE reporta que estas protestas ya se extienden por más de 60 universidades, con más de 500 detenidos en esta última semana. Dentro de los Campus hemos sabido por las redes sociales que en los campus también se han tomado medidas coercitivas para acabar con las protestas, como en la Universidad de Texas donde se había suspendido temporalmente al comité de solidaridad palestina, organizador de las manifestaciones. De manera general estas manifestaciones reportan la agencia EFE tienen como objetivo mostrar su oposición a la Guerra en Gaza y su rechazo al apoyo incondicional de Biden al Gobierno de Israel. Si hacemos memoria podemos recordar que en Estados Unidos un movimiento de protesta tan generalizada entre los jóvenes y universitario no se daba desde que ocurrió la guerra en vietnam. También se están organizando los campamentos o plantones propalestinos en las principales universidades de Boston ya se encuentran algunos de ellos. El lunes pasado estas protestas también llegaron a Francia donde estudiantes de la Universidad de la Sorbona, también protestaron estableciendo un plantón frente al Rectoría. En el Wall Street Journal Douglas Belkin publicó que el marco general de estas protestas se cristaliza por la falta de sentido de comunidad y sostiene que: “Las comunidades Universitarias están socialmente fragmentadas y los estudiantes se sientes solos y desatendidos”. Se reconoce el legítimo derecho a protestar y sobre todo a involucrarse en causas que ayuden a la construcción de un mundo mejor y más justo, pero sin alterar el orden colectivo, el bien común y respeto a los derechos y la dignidad de todos. Creo que en las Universidades Latinoamericanas y mexicanas, debemos seguirnos preocupando por educar a nuestros estudiantes en el compromiso social, ciudadano y democrático con sentido universal, pero también el sentido de pertenencia y de identidad a una comunidad, donde a través del diálogo y la discusión se respetan los disensos y se buscan construir los consensos, desde luego respetando la visión y el punto de vista de cada uno. Bienvenidas las protestas en el marco del respeto y del reconocimiento de todas las personas y especialmente en la búsqueda de una verdadera paz.
Un fenómeno estudiantil que está llamando la atención en los medios de comunicación es la protesta generalizada en la Universidades Americanas contra la guerra en la franja de Gaza. Esta discusión ya había provocado álgidos debates al interior de las comunidades universitarias, mismo que provocó la renuncia de la Rectora de Harvard la Doctora.La agencia EFE reporta que estas protestas ya se extienden por más de 60 universidades, con más de 500 detenidos en esta última semana. Dentro de los Campus hemos sabido por las redes sociales que en los campus también se han tomado medidas coercitivas para acabar con las protestas, como en la Universidad de Texas donde se había suspendido temporalmente al comité de solidaridad palestina, organizador de las manifestaciones. De manera general estas manifestaciones reportan la agencia EFE tienen como objetivo mostrar su oposición a la Guerra en Gaza y su rechazo al apoyo incondicional de Biden al Gobierno de Israel. Si hacemos memoria podemos recordar que en Estados Unidos un movimiento de protesta tan generalizada entre los jóvenes y universitario no se daba desde que ocurrió la guerra en vietnam. También se están organizando los campamentos o plantones propalestinos en las principales universidades de Boston ya se encuentran algunos de ellos. El lunes pasado estas protestas también llegaron a Francia donde estudiantes de la Universidad de la Sorbona, también protestaron estableciendo un plantón frente al Rectoría. En el Wall Street Journal Douglas Belkin publicó que el marco general de estas protestas se cristaliza por la falta de sentido de comunidad y sostiene que: “Las comunidades Universitarias están socialmente fragmentadas y los estudiantes se sientes solos y desatendidos”. Se reconoce el legítimo derecho a protestar y sobre todo a involucrarse en causas que ayuden a la construcción de un mundo mejor y más justo, pero sin alterar el orden colectivo, el bien común y respeto a los derechos y la dignidad de todos. Creo que en las Universidades Latinoamericanas y mexicanas, debemos seguirnos preocupando por educar a nuestros estudiantes en el compromiso social, ciudadano y democrático con sentido universal, pero también el sentido de pertenencia y de identidad a una comunidad, donde a través del diálogo y la discusión se respetan los disensos y se buscan construir los consensos, desde luego respetando la visión y el punto de vista de cada uno. Bienvenidas las protestas en el marco del respeto y del reconocimiento de todas las personas y especialmente en la búsqueda de una verdadera paz.