/ jueves 10 de octubre de 2024

Punto y aparte / El inicio de un gobierno de incertidumbre

“La agridulce sensación de la incertidumbre”

Zusak -

Por razones de índole personal y de una férrea congruencia conmigo mismo, el pasado martes 1 de octubre fui uno de los millones de mexicanos que no vimos por televisión ni escuchamos por la radio la toma de protesta de la Señora Claudia Sheinbaum como presidente de México, este hecho no me agobió en lo absoluto ya que si la dinámica será la misma que la llevada a cabo por su antecesor prefiero no escuchar ofrecimientos y proyectos cuyo cumplimiento sea muy probable caiga en el terreno de la inexistencia. Prefiero brindarle el beneficio de la duda (que es grande, muy grande) y ver y evaluar su actuación conforme avance el tiempo de su administración. ¿Qué esperar?, absolutamente nada (para no decepcionarnos), ¿qué desear o que exigir? un mejor futuro para “TODO” México.

Desde luego que la llegada de la señora de apellido judío a la presidencia de México representa un momento que pudiéramos considerar como histórico por ser la primera mujer en ocupar tan importante lugar, sin embargo, dentro de los 33 países de América Latina vamos tarde; Michelle Bachelet en Chile, Cristina Fernández en Argentina (ambas en dos ocasiones), Violeta Chamorro en Nicaragua, Mireya Moscoso en Panamá, Dilma Rousseff en Brasil, Laura Chinchilla en Costa Rica y Xiomara Castro en Honduras marcaron las páginas de la historia en las naciones que comparten las lenguas romances.

En esta columna semanal hemos destacado la presencia de la mujer en la vida social, profesional, política, cultural y deportiva del país coadyuvando de sobre manera en el desarrollo de la sociedad en su conjunto y merecedoras de todo nuestro respeto y en algunos casos de nuestro cariño, no obstante, que una mujer sea en este sexenio que inicia la presidente de la nación no implica, de ninguna manera, una garantía de que solo por cuestión de género sea una persona eficiente, demócrata, empática y sensible; Repito, le brindaremos el beneficio de la duda, un beneficio que va acompañado de un toque de esperanza, misma que el expresidente anterior se encargó de prácticamente desaparecer. Esperemos que lo más pronto posible la señora presidente se desentienda de todos los Epigmenios y Zaldivares que la rodean, por el bien de ella, pero sobre todo por el bien de un México que nos pide a gritos le echemos la mano.

El ejercicio responsable en la administración pública es el gran reto hoy en día de todo aquel que ocupa un cargo político. El golpe dado al poder judicial quitándole su importante calidad de contrapeso es un golpe dado a la democracia y si bajo esa tónica se encaminarán a los próximos seis años los presagios no pueden ser nada halagüeños, veremos, veremos.

En Chihuahua, nuestro elemental deseo es que la gobernadora Campos tienda los puentes necesarios con la nueva titular del ejecutivo federal para que, a nuestro Estado, a nuestra gente, le vaya bien y que el desarrollo económico social se vea en cada uno de los 67 municipios que integran este bello territorio norteño. Por supuesto que puede significar una tarea difícil, más cuando la polarización es una herencia lamentable, pero que el intento se haga y si no acusan de recibido que la historia sea quien lo juzgue. Ande pues.


Maestro en Finanzas y en Administración de Recursos Humanos. Presidente de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

aruedam@hotmail.com


“La agridulce sensación de la incertidumbre”

Zusak -

Por razones de índole personal y de una férrea congruencia conmigo mismo, el pasado martes 1 de octubre fui uno de los millones de mexicanos que no vimos por televisión ni escuchamos por la radio la toma de protesta de la Señora Claudia Sheinbaum como presidente de México, este hecho no me agobió en lo absoluto ya que si la dinámica será la misma que la llevada a cabo por su antecesor prefiero no escuchar ofrecimientos y proyectos cuyo cumplimiento sea muy probable caiga en el terreno de la inexistencia. Prefiero brindarle el beneficio de la duda (que es grande, muy grande) y ver y evaluar su actuación conforme avance el tiempo de su administración. ¿Qué esperar?, absolutamente nada (para no decepcionarnos), ¿qué desear o que exigir? un mejor futuro para “TODO” México.

Desde luego que la llegada de la señora de apellido judío a la presidencia de México representa un momento que pudiéramos considerar como histórico por ser la primera mujer en ocupar tan importante lugar, sin embargo, dentro de los 33 países de América Latina vamos tarde; Michelle Bachelet en Chile, Cristina Fernández en Argentina (ambas en dos ocasiones), Violeta Chamorro en Nicaragua, Mireya Moscoso en Panamá, Dilma Rousseff en Brasil, Laura Chinchilla en Costa Rica y Xiomara Castro en Honduras marcaron las páginas de la historia en las naciones que comparten las lenguas romances.

En esta columna semanal hemos destacado la presencia de la mujer en la vida social, profesional, política, cultural y deportiva del país coadyuvando de sobre manera en el desarrollo de la sociedad en su conjunto y merecedoras de todo nuestro respeto y en algunos casos de nuestro cariño, no obstante, que una mujer sea en este sexenio que inicia la presidente de la nación no implica, de ninguna manera, una garantía de que solo por cuestión de género sea una persona eficiente, demócrata, empática y sensible; Repito, le brindaremos el beneficio de la duda, un beneficio que va acompañado de un toque de esperanza, misma que el expresidente anterior se encargó de prácticamente desaparecer. Esperemos que lo más pronto posible la señora presidente se desentienda de todos los Epigmenios y Zaldivares que la rodean, por el bien de ella, pero sobre todo por el bien de un México que nos pide a gritos le echemos la mano.

El ejercicio responsable en la administración pública es el gran reto hoy en día de todo aquel que ocupa un cargo político. El golpe dado al poder judicial quitándole su importante calidad de contrapeso es un golpe dado a la democracia y si bajo esa tónica se encaminarán a los próximos seis años los presagios no pueden ser nada halagüeños, veremos, veremos.

En Chihuahua, nuestro elemental deseo es que la gobernadora Campos tienda los puentes necesarios con la nueva titular del ejecutivo federal para que, a nuestro Estado, a nuestra gente, le vaya bien y que el desarrollo económico social se vea en cada uno de los 67 municipios que integran este bello territorio norteño. Por supuesto que puede significar una tarea difícil, más cuando la polarización es una herencia lamentable, pero que el intento se haga y si no acusan de recibido que la historia sea quien lo juzgue. Ande pues.


Maestro en Finanzas y en Administración de Recursos Humanos. Presidente de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

aruedam@hotmail.com