/ jueves 28 de noviembre de 2024

Punto y aparte / Los organismos que desaparecerán

“Golpe a la democracia”

El absurdo argumento de que la mayoría de los votantes del pasado proceso electoral en México están de acuerdo con todo lo que hace y deshace la llamada cuarta transformación a través de los diputados y senadores de morena es una completa mentira que los finos legisladores quieren convertir en verdad a razón de estarlo repitiendo; el problema se presenta debido a que la mayoría que tienen en las cámaras les da tal fuerza que no se permiten escuchar opiniones o sugerencias distintas a las que les instruyen (todos sabemos quien), independientemente de que estas tengan sustento o no o de que sirvan verdaderamente al pueblo azteca.

Valiéndose precisamente de su mayoría en la cámara baja, los diputados de morena y partidos adheribles aprobaron hace unos días la desaparición de siete organismos autónomos que abonan a la democracia, la competitividad y a la transparencia de nuestro país: la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE)

La creación de estos importantes organismos (cuyo ilógico argumento de desaparición es el ahorro en gasto) obedeció a la importancia de una nación con instituciones independientes que respaldarán a la democracia y aunque (como todo) no son perfectos y tienen fallas lo que se requiere es una reestructura, en algunos casos más profunda que otros, pero no su eliminación, misma que obedece a caprichos de quien aún no cede el poder y que sigue demostrándole a Sheinbaum que, aún desde su rancho, se hace lo que él ordene. ¿Hasta cuándo se lo permitirá la señora presidente?, veremos.

El caso del INAI es de gran preocupación ya que con su desaparición trasladarán sus funciones a la Secretaría de la Función Pública por convertirse en la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, es decir, la vigilancia de las acciones y gastos del gobierno correrá por cuenta de ellos mismos, serán juez y parte y resulta más que obvio que no toda la información solicitada será otorgada y la considerarán como de reserva nacional. Mal, muy mal.

La existencia de estos organismos que están por desaparecer una vez aceptada la reforma por los senadores y por los congresos de los estados, representan un importante contrapeso en el ejercicio de la administración pública; Acaparar todo el poder por parte del ejecutivo a través de sus secretarías de estado es un duro golpe que debilita el avance ganado en los procesos democráticos y desequilibra de alguna manera el debido respeto a los derechos humanos. Pero como bien nos lo ha demostrado la vida, nada es para siempre y las acciones que golpean a la sociedad y que obedecen a intereses de otra naturaleza terminan por revertirse. Ande pues.


“Golpe a la democracia”

El absurdo argumento de que la mayoría de los votantes del pasado proceso electoral en México están de acuerdo con todo lo que hace y deshace la llamada cuarta transformación a través de los diputados y senadores de morena es una completa mentira que los finos legisladores quieren convertir en verdad a razón de estarlo repitiendo; el problema se presenta debido a que la mayoría que tienen en las cámaras les da tal fuerza que no se permiten escuchar opiniones o sugerencias distintas a las que les instruyen (todos sabemos quien), independientemente de que estas tengan sustento o no o de que sirvan verdaderamente al pueblo azteca.

Valiéndose precisamente de su mayoría en la cámara baja, los diputados de morena y partidos adheribles aprobaron hace unos días la desaparición de siete organismos autónomos que abonan a la democracia, la competitividad y a la transparencia de nuestro país: la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE)

La creación de estos importantes organismos (cuyo ilógico argumento de desaparición es el ahorro en gasto) obedeció a la importancia de una nación con instituciones independientes que respaldarán a la democracia y aunque (como todo) no son perfectos y tienen fallas lo que se requiere es una reestructura, en algunos casos más profunda que otros, pero no su eliminación, misma que obedece a caprichos de quien aún no cede el poder y que sigue demostrándole a Sheinbaum que, aún desde su rancho, se hace lo que él ordene. ¿Hasta cuándo se lo permitirá la señora presidente?, veremos.

El caso del INAI es de gran preocupación ya que con su desaparición trasladarán sus funciones a la Secretaría de la Función Pública por convertirse en la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, es decir, la vigilancia de las acciones y gastos del gobierno correrá por cuenta de ellos mismos, serán juez y parte y resulta más que obvio que no toda la información solicitada será otorgada y la considerarán como de reserva nacional. Mal, muy mal.

La existencia de estos organismos que están por desaparecer una vez aceptada la reforma por los senadores y por los congresos de los estados, representan un importante contrapeso en el ejercicio de la administración pública; Acaparar todo el poder por parte del ejecutivo a través de sus secretarías de estado es un duro golpe que debilita el avance ganado en los procesos democráticos y desequilibra de alguna manera el debido respeto a los derechos humanos. Pero como bien nos lo ha demostrado la vida, nada es para siempre y las acciones que golpean a la sociedad y que obedecen a intereses de otra naturaleza terminan por revertirse. Ande pues.