/ jueves 4 de julio de 2024

Punto y aparte | Selección Nacional de Futbol, la decepción de siempre

Hay quienes sostienen, con firmes argumentos de por medio, que los resultados de la flamante selección mexicana de futbol representan el claro reflejo del entorno político y social de la nación.

Al conocerse los rivales de México en la primera fase de la Copa América 2024 (Jamaica, Venezuela y Ecuador) hubo quienes aferrados a una gran ilusión sostenían que el pase a la siguiente ronda sería un sencillo trámite. La tajante realidad nos dio como resultados un triunfo (a duras penas) contra la isla jamaiquina con un solitario gol, una derrota contra la potencia venezolana, incluyendo un penalti fallado (la especialidad de la casa) y un aburrido empate sin goles frente a Ecuador; es decir, un solo gol en tres partidos; México quedó eliminado de un torneo que representaba la oportunidad de sacudirse los fantasmas del pasado mundial de Qatar donde solo jugó los tres partidos de grupo.

El fracaso del equipo tricolor encuentra varias razones de diferente índole, pero la principal de ellas, sin duda alguna, es el interés que existe en las ganancias monetarias cuya importancia rebasa al interés de obtener buenos resultados en la cancha; Si a esto le sumamos el fuerte recorte del presupuesto en materia deportiva que desde el 2019 el “aún” presidente Manuel Andrés (a quien solo le interesa el beisbol) realizó y además la falta de una verdadera política pública que desarrolle el adecuado andar de los niños y jóvenes deportistas, el panorama no se visualiza halagador para la próxima copa del mundo a realizarse en tripartita entre México, Estados Unidos y Canadá en el 2026 donde se contará con la participación de 48 selecciones.

Una liga de futbol mexicana con un sistema de características mediocres, fuerzas básicas mal manejadas, jugadores que se sienten intocables, sueldos que no van en concordancia con el nivel mostrado y señalamientos contra los que manejan el deporte nacional tienen a nuestro balón pie en un preocupante abismo.

Resulta penoso y frustrante que la selección de futbol de un país con más de ciento veinticinco millones de habitantes tenga que basarse en milagros y en depender de otros equipos para seguir adelante en competencias en lugar de construir una estrategia sólida que forje los éxitos que por respuesta a su fiel afición debería de tener.

La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), organismo público cuyo titular desde el 2019 no es necesario que cuente con licenciatura terminada (se modificaron los estatutos para permitir esto) ha estado envuelto en polémicas y escándalos bajo la batuta de la ex atleta sonorense Ana Gabriela Guevara. Presunto desvío de dinero, demandas, actos de corrupción, recorte de becas, falta de apoyos y desencuentros con deportistas (Kevin Berlín, Paola Longoria, Alejandra Orozco, Carolina Mendoza, Jahir Ocampo, Sergio Guzmán y Paola Espinoza, entre otros) han traído como consecuencia magros resultados en las diversas disciplinas deportivas del país azteca.

El escritor Phillip Roth sostenía que las 3D requeridas en el deporte eran: Determinación, dedicación y disciplina, quitando desde luego intereses personales de los dirigentes. Pues eso.


Hay quienes sostienen, con firmes argumentos de por medio, que los resultados de la flamante selección mexicana de futbol representan el claro reflejo del entorno político y social de la nación.

Al conocerse los rivales de México en la primera fase de la Copa América 2024 (Jamaica, Venezuela y Ecuador) hubo quienes aferrados a una gran ilusión sostenían que el pase a la siguiente ronda sería un sencillo trámite. La tajante realidad nos dio como resultados un triunfo (a duras penas) contra la isla jamaiquina con un solitario gol, una derrota contra la potencia venezolana, incluyendo un penalti fallado (la especialidad de la casa) y un aburrido empate sin goles frente a Ecuador; es decir, un solo gol en tres partidos; México quedó eliminado de un torneo que representaba la oportunidad de sacudirse los fantasmas del pasado mundial de Qatar donde solo jugó los tres partidos de grupo.

El fracaso del equipo tricolor encuentra varias razones de diferente índole, pero la principal de ellas, sin duda alguna, es el interés que existe en las ganancias monetarias cuya importancia rebasa al interés de obtener buenos resultados en la cancha; Si a esto le sumamos el fuerte recorte del presupuesto en materia deportiva que desde el 2019 el “aún” presidente Manuel Andrés (a quien solo le interesa el beisbol) realizó y además la falta de una verdadera política pública que desarrolle el adecuado andar de los niños y jóvenes deportistas, el panorama no se visualiza halagador para la próxima copa del mundo a realizarse en tripartita entre México, Estados Unidos y Canadá en el 2026 donde se contará con la participación de 48 selecciones.

Una liga de futbol mexicana con un sistema de características mediocres, fuerzas básicas mal manejadas, jugadores que se sienten intocables, sueldos que no van en concordancia con el nivel mostrado y señalamientos contra los que manejan el deporte nacional tienen a nuestro balón pie en un preocupante abismo.

Resulta penoso y frustrante que la selección de futbol de un país con más de ciento veinticinco millones de habitantes tenga que basarse en milagros y en depender de otros equipos para seguir adelante en competencias en lugar de construir una estrategia sólida que forje los éxitos que por respuesta a su fiel afición debería de tener.

La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), organismo público cuyo titular desde el 2019 no es necesario que cuente con licenciatura terminada (se modificaron los estatutos para permitir esto) ha estado envuelto en polémicas y escándalos bajo la batuta de la ex atleta sonorense Ana Gabriela Guevara. Presunto desvío de dinero, demandas, actos de corrupción, recorte de becas, falta de apoyos y desencuentros con deportistas (Kevin Berlín, Paola Longoria, Alejandra Orozco, Carolina Mendoza, Jahir Ocampo, Sergio Guzmán y Paola Espinoza, entre otros) han traído como consecuencia magros resultados en las diversas disciplinas deportivas del país azteca.

El escritor Phillip Roth sostenía que las 3D requeridas en el deporte eran: Determinación, dedicación y disciplina, quitando desde luego intereses personales de los dirigentes. Pues eso.