El Comité de Participación Ciudadana es el espacio ciudadano ganado gracias a diversos grupos de la sociedad civil que reflejaron el hartazgo social ante la corrupción y apostaron por las instituciones y la participación ciudadana como medios para garantizar nuestro derecho a incidir en los asuntos públicos que nos afectan, por lo tanto, este espacio debe ser ocupado por personas que demuestren independencia de pensamiento para pensar a favor de los ciudadanos, no a favor de intereses personales o partidistas.
Desde su creación, este comité ha sido un bastión de esperanza para aquellos que creen en la transparencia, la rendición de cuentas y el imperativo ético de ser íntegros y testigos imparciales de los avances que se realizan en el Sistema Estatal Anticorrupción del Estado de Chihuahua. Nuestro objetivo primordial siempre ha sido y será siendo el de proteger el interés público ante todo.
En este sentido, quienes integramos el Comité de Participación Ciudadana no somos adversarios del gobierno, pero tampoco somos portavoces o subordinados de una burocracia. Es esencial recordar que nuestra labor trasciende las fronteras de las afiliaciones políticas y las ambiciones personales. Como miembros de este comité, estamos aquí no para servir a los intereses de unos pocos, sino para garantizar y pugnar para poner a todos los y las chihuahuenses en el centro de las acciones que supervisamos.
No debemos dudar en actuar con contundencia cuando detectemos cualquier desvío de los principios que nos rigen. La tolerancia cero ante la corrupción no es solo un lema, debe ser un compromiso activo con cada ciudadano que espera y merece un gobierno limpio.
Ser miembro del Comité de Participación Ciudadana no es una tarea fácil para aquellos que optamos por el enfoque ético de cumplir con nuestro deber. Siempre habrá un político o un servidor público que se moleste cuando se señalan situaciones que sugieren riesgos de corrupción, (la corrupción es un tema muy delicado y muy conflictivo), aún así no podemos quedarnos callados.
Además, buscar el respaldo de la sociedad civil tampoco es sencillo. Existe un alto nivel de desconocimiento sobre el papel que desempeñamos, pero es aún mayor la desconfianza ciudadana hacia las acciones gubernamentales, especialmente cuando los interlocutores carecen de experiencia en grupos de sociedad civil.
Al dar la bienvenida a nuevos miembros, es nuestro deber enfatizar que la integridad, el coraje moral y una dedicación inquebrantable a los principios de justicia deben ser las guías de nuestra conducta. Cada miembro que se une a nosotros debe comprender que su lealtad yace con los ciudadanos y la verdad, no con las sombras de la conveniencia o el compadrazgo.
Te invito, como nuevo miembro de este comité, a ver esta posición no solo como un cargo, sino como una causa personal. Un compromiso con cada ciudadano y una oportunidad de ser parte de un cambio real y duradero.
Quienes integramos el CPC, estamos obligados a reflexionar, actuar, dialogar, buscar consensos y colaborar estrechamente con el gobierno en beneficio de todos. También debemos reconocer que no tenemos todas las respuestas, pero que es crucial mantener nuestra firmeza, no ceder ante chantajes, ser sensibles a las problemáticas ciudadanas, trabajar diligentemente y conectar activamente a la sociedad civil con el Sistema Estatal Anticorrupción. Estamos aquí para cuestionar, para desafiar lo establecido, para desentrañar cualquier intento que atente contra la transparencia de la administración de nuestros gobiernos.
Finalmente, no quiero dejar pasar el momento para agradecer sinceramente a aquéllas personas que conforman la Comisión de Selección del CPC y que actuaron siguiendo los principios de ética e imparcialidad en esta labor que han realizado de manera voluntaria, gracias por mantenerse firmes y defender los espacios ciudadanos. Los gobiernos pasan, pero la sociedad civil se queda y será esta sociedad civil quien recordará las decisiones que ustedes han tomado.
Si somos ciudadanos, debemos actuar como ciudadanos.