/ jueves 26 de septiembre de 2024

Rediseño institucional del país

Todo lo que conocíamos dentro de las estructuras sociales y políticas en nuestra comunidad están por desaparecer.

Apenas ayer, mientras escribía estas líneas se aprobaba en comisiones del senado el dictamen para transferir la guardia nacional (y algunas otras funciones) a la Sedena. Es decir el mando militar de la Secretaría de la Defensa Nacional tendrá bajo su control total los deberes de la seguridad pública a nivel federal. En breve será turnado para su aprobación en el pleno del senado de la república.

Ceder funciones de seguridad interna y ciudadana a mandos militares ha demostrado en muchas partes del mundo no solo no ser eficaz en contra del crimen, si no que además se fomenta una vulneración sistemática a los derechos humanos y des empodera a los ciudadanos frente a el gobierno que lo implementa, es esto una muestra inequívoca de que avanzamos hacia un sistema autoritario donde el poder de la ciudadanía se ve mermado ante la expansión de poder del estado.

Esto se suma a la reforma al Poder Judicial realizada apenas hace un par de semanas, un poder judicial a modo, el último reducto que podría plantar cara al poder absoluto del ejecutivo ahora también cooptado, más una militarización del país, nos deja ante un escenario de indefensión como ciudadanos, con una clara tendencia a la baja en cuanto a perspectiva de Derechos Humanos en las instituciones de nuestro país.

No es de sorprenderse que personajes que en antaño levantaron la voz en contra de la militarización del país ahora la apoyan ( y está documentado en redes sociales) como el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, Mario Delgado y ahora el porrista preferido de la 4T, Javier Corral, exgobernador de Chihuahua y ahora senador de la 4T, que por cierto hace alarde en su discurso ante el pleno del senado de las bondades que trae para las ciudades y los estados el contar con elementos de la guardia nacional, se le olvida que el sexenio actual es según cifras oficiales el más sangriento en la historia de nuestro país con casi 200 mil asesinados, a esas cifras de muertos hay que agregar los más de 60 mil desaparecidos que se contabilizan también en el actual sexenio, por lo que su discurso se queda “hueco” por decir lo menos ante la dura realidad de la seguridad que golpea a nuestro país.

Al igual que la reforma judicial que no beneficiara la impartición de justicia, la militarización de la guardia nacional, no traerá beneficios a la ciudadanía si se continúa con estrategias como la de abrazos a los delincuentes. O como dijo en alguna ocasión el presidente AMLO, “que a los delincuentes que se porten mal que los regañe su mamá”, de pena ajena lo sucedido en cuanto a estrategia de seguridad.

Y es así como la 4T continúa el rediseño institucional de las estructuras en nuestro país. El marco legal primero, la seguridad ahora, seguramente en poco tiempo más, el tema político-electoral, después el fiscal y finalmente el económico. ¿Hasta cuándo aguantará nuestro país antes de que esto se vuelva un caos? ¿Hasta dónde levantarán la voz aquellos que no militan en algún partido pero que dieron su voto a Morena? ¿Hasta que el régimen quiera modificar las estructuras fundamentales de la sociedad como la familia? Hasta que el estado se quiera meter en la forma en que educamos a nuestros hijos? Al tiempo.


Maestro en mercadotecnia. Consultor de organizaciones.

argaray123@gmail.com

Facebook: www.facebook.com/armandogarayr

X: armandogarayr


Todo lo que conocíamos dentro de las estructuras sociales y políticas en nuestra comunidad están por desaparecer.

Apenas ayer, mientras escribía estas líneas se aprobaba en comisiones del senado el dictamen para transferir la guardia nacional (y algunas otras funciones) a la Sedena. Es decir el mando militar de la Secretaría de la Defensa Nacional tendrá bajo su control total los deberes de la seguridad pública a nivel federal. En breve será turnado para su aprobación en el pleno del senado de la república.

Ceder funciones de seguridad interna y ciudadana a mandos militares ha demostrado en muchas partes del mundo no solo no ser eficaz en contra del crimen, si no que además se fomenta una vulneración sistemática a los derechos humanos y des empodera a los ciudadanos frente a el gobierno que lo implementa, es esto una muestra inequívoca de que avanzamos hacia un sistema autoritario donde el poder de la ciudadanía se ve mermado ante la expansión de poder del estado.

Esto se suma a la reforma al Poder Judicial realizada apenas hace un par de semanas, un poder judicial a modo, el último reducto que podría plantar cara al poder absoluto del ejecutivo ahora también cooptado, más una militarización del país, nos deja ante un escenario de indefensión como ciudadanos, con una clara tendencia a la baja en cuanto a perspectiva de Derechos Humanos en las instituciones de nuestro país.

No es de sorprenderse que personajes que en antaño levantaron la voz en contra de la militarización del país ahora la apoyan ( y está documentado en redes sociales) como el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, Mario Delgado y ahora el porrista preferido de la 4T, Javier Corral, exgobernador de Chihuahua y ahora senador de la 4T, que por cierto hace alarde en su discurso ante el pleno del senado de las bondades que trae para las ciudades y los estados el contar con elementos de la guardia nacional, se le olvida que el sexenio actual es según cifras oficiales el más sangriento en la historia de nuestro país con casi 200 mil asesinados, a esas cifras de muertos hay que agregar los más de 60 mil desaparecidos que se contabilizan también en el actual sexenio, por lo que su discurso se queda “hueco” por decir lo menos ante la dura realidad de la seguridad que golpea a nuestro país.

Al igual que la reforma judicial que no beneficiara la impartición de justicia, la militarización de la guardia nacional, no traerá beneficios a la ciudadanía si se continúa con estrategias como la de abrazos a los delincuentes. O como dijo en alguna ocasión el presidente AMLO, “que a los delincuentes que se porten mal que los regañe su mamá”, de pena ajena lo sucedido en cuanto a estrategia de seguridad.

Y es así como la 4T continúa el rediseño institucional de las estructuras en nuestro país. El marco legal primero, la seguridad ahora, seguramente en poco tiempo más, el tema político-electoral, después el fiscal y finalmente el económico. ¿Hasta cuándo aguantará nuestro país antes de que esto se vuelva un caos? ¿Hasta dónde levantarán la voz aquellos que no militan en algún partido pero que dieron su voto a Morena? ¿Hasta que el régimen quiera modificar las estructuras fundamentales de la sociedad como la familia? Hasta que el estado se quiera meter en la forma en que educamos a nuestros hijos? Al tiempo.


Maestro en mercadotecnia. Consultor de organizaciones.

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