Vivimos tiempos de convulsión social y política, seguimos por carriles distintos como si la sociedad no se viera impactada diariamente por las decisiones de la política constante, una ciudadanía que prefiere mantenerse en un carril aparte, y claro que lo entiendo, piensan que perderán el tiempo y prefieren seguir su ruta, por otro lado quien ejerce la política, los políticos de hoy en su mayoría han adoptado estrategias de marketing para mantenerse “vigentes” y se olvidan de lo fundamental que es hacer política.
Claro que hacer política no es sencillo, refiere una conducta irrestricta del respeto hacia los demás, sin distingo alguno, es un camino más largo pero seguro, el dialogo permanente, partiendo de que solo tengo parte de razón, que debo escuchar para luego establecer acuerdos que nos permitan construir, porque el buen político se debe a una sociedad que espera que haya resultados tangibles que se dan en la medida que se logre convencer mediante argumentos, esto se vino desdibujando desde tiempos en que lo autoritario era más rápido, para que dialogar si mediante la instrucción y obediencia ciega se logra, desde los tiempos de Jesús de Nazaret que mediante sus actos y congruencia iba convenciendo y entonces el autoritarismo de los judíos en el poder prefirieron dar la instrucción de crucificarlo, la instrucción autoritaria carcome el buen sentido de la política, así lo hemos visto a lo largo de la historia, solo que hoy con las tecnologías hay un mayor alejamiento del deber político, se ha hecho a un lado de las agendas, actualmente los jóvenes en su mayoría creen que en política hay que arrebatar para poder llegar, hay que pisar y denostar al adversario, obediencia ciega a quien lo impulsa, así lo han visto, porque iban a hacerlo distinto.
Nuestro país atraviesa por una gran crisis de buena política, quien está en el poder llego mediante la polarización, seguimos esperando por el bien del país que haya toma de decisiones propias por parte de la presidenta y se generen acuerdos incluso con la oposición, sin embargo, hoy Morena cree que no hay otro camino más que el de seguir engañando al “pueblo bueno” y opta por echar culpas a quien sea menos asumir la responsabilidad de que ya son gobierno desde hace más de 6 años y deben convencer con resultados, siguen en la dinámica de dividir, denostar y no hay espacio para construir.
A México le urge un camino de dialogo, generar acuerdos que permitan transitar hacia un desarrollo sostenido por el bien de las familias mexicanas, a mayor polarización seguirá creciendo la violencia, los actores del crimen organizado le apuestan a que continúe este ambiente que les ayuda a transitar y a ganar terreno, mientras la gran mayoría de mexicanos solo requieren paz, un ambiente sano, una economía sin inflación, que les alcance el salario, todo esto está vinculado al buen quehacer de la política, la que se ha olvidado, en las cámaras la confrontación es el pan de cada día, en cada estado, municipio no vemos a los actores que trabajen de forma coordinada para alcanzar el bien común, al contrario, ver quien ofende más, quien insulta y como se responden, la historia nos ha colocado a los actores políticos de acción nacional en diversos escenarios, hoy de nuevo como una oposición frente a un régimen autoritario, es momento si de luchar, de defender lo que nos hace distintos, pero también de escuchar y de encontrar el camino más certero para que los ciudadanos tengan opción de futuro.
Por un México en paz.
Ing. Rocío Reza Gallegos
Diputada federal
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