/ martes 9 de julio de 2024

¡Salud!

En días recientes me he enterado de temas relacionados con la salud que son verdaderamente contrastantes y, sobre todo, muestran caras opuestas de la moneda en cuanto a la atención de la salud, con perspectivas muy distintas, pero creo pueden ser analizadas y esperar algunas reflexiones que puedan derivarse de esto.

Primero, un hospital que se pudiera considerar como de “alta gama” de nuestra capital, cadena que ostenta de una infraestructura aparente de primer nivel, si fuera un hotel, seria pues, de 5 estrellas.

Paciente a quien conozco muy bien, quien llega en estado crítico y complicado, es admitido, con extremo dolor y síntomas de gravedad, se le asigna un cuarto. En la madrugada pide ayuda, la cual tarda en llegar, que, según las personas de enfermería, se demora por falta de personal. Le medican y aun en la mañana continúa con dolor y ahora fiebre. Los familiares piden ayuda, se les menciona ya se había atendido y dado analgésicos y medicamento para la infección. Ya amaneciendo, se le pide al médico que le había estado atendiendo que por favor fuera a ver al paciente y se evaluase la situación de nuevo. El médico, al llegar, pide el expediente, se dirige al cuarto indicado en el mismo, y ¡oh sorpresa!, es otro el cuarto. Conclusión, una persona fue medicada con lo que esperaba el paciente a quien estamos dando seguimiento, así que ambos fueron sujetos de fuego cruzado, que, además, complica la condición y el avance de la enfermedad. No voy por muchos mas detalles, pero si debo decir que en terapia intensiva (donde hubo de terminar el paciente), no atendían los llamados de petición de ayuda, y hasta se mofaban al dar la excusa del por que la falta de atención.

No es un hospital público, es privado, lejísimos de ser de precio económico, pero si, con terribles problemas estructurales, de espíritu de servicio, donde cobran cientos de pesos por obtener una cobija adicional para el paciente que está sufriendo de frío. Un gran negocio, pero a costa de la salud y la cartera de los que ahí tengan que atenderse.

Por otro lado, escuché de un centro de atención, que está buscando a través alianzas estratégicas, y con oficio de acercar los servicios a las clases más necesitadas, servicios diagnósticos que puedan darles la oportunidad de lograr, de manera privada, que sea más expedita su búsqueda de mejorar la salud.

Hay, además, un nuevo programa del gobierno del estado (MediChihuahua). Respecto al centro privado que me enteré por un testigo, que hizo uso de los servicios, llamado “Salud Digna”, llena un hueco que da oportunidad a personas que muy seguramente no puede ni considerar usar servicios de hospitales privados que ostentan ser de primer nivel, ni cuentan con afiliación a IMSS, PCE o ISSSTE.

No pretendo ser un promotor de dichos programas, no es mi objetivo, pero lo que sí pretendo, es reforzar la importancia de lograr sistemas de salud “reales”, que a lo mejor no llegan a compararse aun con los de Dinamarca, pero que caminan hacia allá. Y esto implica, la accesibilidad para todos, y esto es precio y calidad que aseguren que la atención dará el resultado esperado. Habrá de ofrecer calidad y calidez, que es primordial cuando las personas ven medradas sus condiciones de salud, ahí el miedo y la angustia se apoderan del pensamiento de los pacientes.

Creo es ya impostergable, que las grandes instituciones públicas federales, sean equipadas, bien financiadas y así, puedan dar el servicio requerido a los trabajadores que ahí tengan su derecho ganado a ser atendidos. Que los hospitales privados, sean negocios que puedan verdaderamente moderar y equilibrar las ganancias con pacientes satisfechos y bien atendidos, y finalmente, que haya mas empresarios con visión de permitir a las personas que no caben en estos campos de atención mencionados, como lo son los trabajadores informales, que son mayoría; y que gente con iniciativa les den la oportunidad de tener servicios médicos, a precios justos, cercanos y con atención de respeto y empatía.


En días recientes me he enterado de temas relacionados con la salud que son verdaderamente contrastantes y, sobre todo, muestran caras opuestas de la moneda en cuanto a la atención de la salud, con perspectivas muy distintas, pero creo pueden ser analizadas y esperar algunas reflexiones que puedan derivarse de esto.

Primero, un hospital que se pudiera considerar como de “alta gama” de nuestra capital, cadena que ostenta de una infraestructura aparente de primer nivel, si fuera un hotel, seria pues, de 5 estrellas.

Paciente a quien conozco muy bien, quien llega en estado crítico y complicado, es admitido, con extremo dolor y síntomas de gravedad, se le asigna un cuarto. En la madrugada pide ayuda, la cual tarda en llegar, que, según las personas de enfermería, se demora por falta de personal. Le medican y aun en la mañana continúa con dolor y ahora fiebre. Los familiares piden ayuda, se les menciona ya se había atendido y dado analgésicos y medicamento para la infección. Ya amaneciendo, se le pide al médico que le había estado atendiendo que por favor fuera a ver al paciente y se evaluase la situación de nuevo. El médico, al llegar, pide el expediente, se dirige al cuarto indicado en el mismo, y ¡oh sorpresa!, es otro el cuarto. Conclusión, una persona fue medicada con lo que esperaba el paciente a quien estamos dando seguimiento, así que ambos fueron sujetos de fuego cruzado, que, además, complica la condición y el avance de la enfermedad. No voy por muchos mas detalles, pero si debo decir que en terapia intensiva (donde hubo de terminar el paciente), no atendían los llamados de petición de ayuda, y hasta se mofaban al dar la excusa del por que la falta de atención.

No es un hospital público, es privado, lejísimos de ser de precio económico, pero si, con terribles problemas estructurales, de espíritu de servicio, donde cobran cientos de pesos por obtener una cobija adicional para el paciente que está sufriendo de frío. Un gran negocio, pero a costa de la salud y la cartera de los que ahí tengan que atenderse.

Por otro lado, escuché de un centro de atención, que está buscando a través alianzas estratégicas, y con oficio de acercar los servicios a las clases más necesitadas, servicios diagnósticos que puedan darles la oportunidad de lograr, de manera privada, que sea más expedita su búsqueda de mejorar la salud.

Hay, además, un nuevo programa del gobierno del estado (MediChihuahua). Respecto al centro privado que me enteré por un testigo, que hizo uso de los servicios, llamado “Salud Digna”, llena un hueco que da oportunidad a personas que muy seguramente no puede ni considerar usar servicios de hospitales privados que ostentan ser de primer nivel, ni cuentan con afiliación a IMSS, PCE o ISSSTE.

No pretendo ser un promotor de dichos programas, no es mi objetivo, pero lo que sí pretendo, es reforzar la importancia de lograr sistemas de salud “reales”, que a lo mejor no llegan a compararse aun con los de Dinamarca, pero que caminan hacia allá. Y esto implica, la accesibilidad para todos, y esto es precio y calidad que aseguren que la atención dará el resultado esperado. Habrá de ofrecer calidad y calidez, que es primordial cuando las personas ven medradas sus condiciones de salud, ahí el miedo y la angustia se apoderan del pensamiento de los pacientes.

Creo es ya impostergable, que las grandes instituciones públicas federales, sean equipadas, bien financiadas y así, puedan dar el servicio requerido a los trabajadores que ahí tengan su derecho ganado a ser atendidos. Que los hospitales privados, sean negocios que puedan verdaderamente moderar y equilibrar las ganancias con pacientes satisfechos y bien atendidos, y finalmente, que haya mas empresarios con visión de permitir a las personas que no caben en estos campos de atención mencionados, como lo son los trabajadores informales, que son mayoría; y que gente con iniciativa les den la oportunidad de tener servicios médicos, a precios justos, cercanos y con atención de respeto y empatía.


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