/ martes 28 de junio de 2022

Salvamos El Chamizal

Milito con el presidente Andrés Manuel López Obrador porque comparto y he luchado durante más de 12 años por un proyecto de nación alternativo que ponga primero a los más pobres. Estoy convencida, como él, de que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Y eso es exactamente lo que hicimos al presionar y buscar todos los mecanismos conducentes para evitar la privatización de un histórico espacio ecológico y de recreación para Ciudad Juárez y para todo Chihuahua: El Chamizal. Con orgullo, hoy puedo escribir desde este artículo editorial que salvamos El Chamizal.

Tengo la fortuna de ser maestra en Desarrollo Urbano y conozco la importancia de contar con áreas verdes en las ciudades. No sólo como mecanismo para prevenir la violencia, sino también como espacios de garantía al derecho al ocio y el equilibrio de nuestros sistemas medioambientales. Pero la importancia de El Chamizal para Chihuahua no sólo es medioambiental, sino también política e histórica, pues se trata de un timbre de orgullo para la diplomacia mexicana, al haber sido recuperado como territorio nacional en 1962 por el presidente Adolfo López Mateos. Todo ello, a partir de un proceso de negociación con Estados Unidos que nuestro país llevaba por casi 100 años.

Como en aquel entonces, un grupo de intereses creados que responden únicamente al poder económico de unos cuantos, quisieron pasar por encima de los derechos de millones de juarenses y construir un centro de convenciones en El Chamizal. Dicho centro ponía en peligro las funciones de equilibrio medioambiental y representaría la privatización de uno de los pocos espacios verdes que le quedan a nuestra ciudad. Como representante ante el pacto federal de Chihuahua, no podía quedarme callada ante tremenda injusticia.

Por medio de un oficio, solicité una reunión con nuestra secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores, y le planteé la problemática que se estaba gestando con una privatización de esta índole. Agradezco profundamente a su persona y a toda la secretaría, pues de un estudio técnico por parte del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua se concluyó que el Chamizal debe ser preservado en sus condiciones naturales, para evitar daños por el desbordamiento del río. Lo anterior, a efecto de preservar la salud y seguridad ambiental y humana, sin permitir desarrollo alguno de infraestructura le afecte.

De igual forma, también presenté un punto de acuerdo para solicitar que la propia Semarnat declare El Chamizal como área natural protegida, buscando que nunca más los intereses privados busquen acabar con este pulmón de las y los juarenses. Cuidar El Chamizal es una tarea que tenemos como comunidad, y que debemos llevar a cabo diariamente, por nosotros y nuestras generaciones venideras.

Con mucho orgullo, podemos decir que esta es la verdadera Cuarta Transformación de México: Privilegiar los intereses comunes y populares por encima de los privados. Separar el poder político del económico y avanzar en garantizar todos los derechos para todas las personas. Estas condiciones, sin lugar a dudas, se cumplen con la salvación de El Chamizal… que no se privatiza ni se vende: ¡Se ama y se defiende!


Milito con el presidente Andrés Manuel López Obrador porque comparto y he luchado durante más de 12 años por un proyecto de nación alternativo que ponga primero a los más pobres. Estoy convencida, como él, de que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Y eso es exactamente lo que hicimos al presionar y buscar todos los mecanismos conducentes para evitar la privatización de un histórico espacio ecológico y de recreación para Ciudad Juárez y para todo Chihuahua: El Chamizal. Con orgullo, hoy puedo escribir desde este artículo editorial que salvamos El Chamizal.

Tengo la fortuna de ser maestra en Desarrollo Urbano y conozco la importancia de contar con áreas verdes en las ciudades. No sólo como mecanismo para prevenir la violencia, sino también como espacios de garantía al derecho al ocio y el equilibrio de nuestros sistemas medioambientales. Pero la importancia de El Chamizal para Chihuahua no sólo es medioambiental, sino también política e histórica, pues se trata de un timbre de orgullo para la diplomacia mexicana, al haber sido recuperado como territorio nacional en 1962 por el presidente Adolfo López Mateos. Todo ello, a partir de un proceso de negociación con Estados Unidos que nuestro país llevaba por casi 100 años.

Como en aquel entonces, un grupo de intereses creados que responden únicamente al poder económico de unos cuantos, quisieron pasar por encima de los derechos de millones de juarenses y construir un centro de convenciones en El Chamizal. Dicho centro ponía en peligro las funciones de equilibrio medioambiental y representaría la privatización de uno de los pocos espacios verdes que le quedan a nuestra ciudad. Como representante ante el pacto federal de Chihuahua, no podía quedarme callada ante tremenda injusticia.

Por medio de un oficio, solicité una reunión con nuestra secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores, y le planteé la problemática que se estaba gestando con una privatización de esta índole. Agradezco profundamente a su persona y a toda la secretaría, pues de un estudio técnico por parte del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua se concluyó que el Chamizal debe ser preservado en sus condiciones naturales, para evitar daños por el desbordamiento del río. Lo anterior, a efecto de preservar la salud y seguridad ambiental y humana, sin permitir desarrollo alguno de infraestructura le afecte.

De igual forma, también presenté un punto de acuerdo para solicitar que la propia Semarnat declare El Chamizal como área natural protegida, buscando que nunca más los intereses privados busquen acabar con este pulmón de las y los juarenses. Cuidar El Chamizal es una tarea que tenemos como comunidad, y que debemos llevar a cabo diariamente, por nosotros y nuestras generaciones venideras.

Con mucho orgullo, podemos decir que esta es la verdadera Cuarta Transformación de México: Privilegiar los intereses comunes y populares por encima de los privados. Separar el poder político del económico y avanzar en garantizar todos los derechos para todas las personas. Estas condiciones, sin lugar a dudas, se cumplen con la salvación de El Chamizal… que no se privatiza ni se vende: ¡Se ama y se defiende!