Hay columnas que uno simplemente no quiere escribir y temas de los que uno simplemente no quiere hablar, sin embargo, por la relevancia del suceso, sería incorrecto permanecer en silencio, por lo cual he decidido sí hablar del elefante en el cuarto, aunque de la manera más breve y personal posible.
La selección de México perdió 0-2 ante Honduras en los cuartos de final de ida de la Concacaf Nations League, lo cual nos ha dejado como resultado la necesidad de ganar y posiblemente golear en el partido de vuelta, próximo a celebrarse este martes 19 de noviembre en Toluca. Lo digo de esa manera porque yo me encuentro escribiendo esto el martes en la madrugada pero saldrá publicado hasta el miércoles en la mañana, por lo cual para cuando ustedes estén leyendo este escrito el partido ya habrá terminado, y la razón por la cual decidí redactarla precipitándome al resultado es porque la opinión no se verá afectada por él. Si quedamos eliminados será un vergonzoso fracaso más, y si logramos darle la vuelta ¿qué? ¿Vamos a celebrar haberle ganado a honduras? Por favor.
En lo personal en este momento yo estoy enojado con absolutamente todos. Estoy enojado con la directiva porque tuvieron al menos tres malditos años para planificar algo decente rumbo al mundial donde seremos anfitriones y nomas han ido de plan emergente en plan emergente, estoy enojado con el Director Técnico porque estupideces como considerar a Memote Martínez por encima de Henry Martín son un patrón en sus decisiones, estoy enojado con los jugadores por la inmensa apatía que muestran en la cancha la mayoría de ellos, estoy enojado con los medios de comunicación porque actúan como si no supieran nada de futbol con tal de ganar likes en redes sociales y porque le han dado más foco al botellazo contra Javier Aguirre que nomás los distrae del verdadero problema, estoy enojado con la afición por su adicción al amarillismo, y estoy enojado con la Liga MX porque estoy totalmente convencido de que es la raíz de todos nuestros problemas. Solamente por favor no confundan mi enojo con abandono ni confundan mi lealtad con ceguera.
Y ni siquiera tocaremos el tema de las soluciones potenciales que podríamos idear ¿para qué? Si ya todos sabemos lo que se está haciendo mal y ya todos sabemos cómo podríamos mejorar, pero ya hasta da pereza decirlo por milésima vez. Así es como terminamos aquí, yo escribiendo algo que no quiero escribir y probablemente tú leyendo algo que no querías leer. Ni hablar, toca llamarle “milagro” a la remontada contra Honduras, así de bajo hemos caído. Que bueno que el partido ya se acabó.
Mario el Lobo / Tiktok: @la.futboliza