Pocos días bastaron para observar que el nuevo gobierno federal, de Claudia Sheinbaum, ostenta el mismo estilo confrontativo y polarizante del gobierno de su predecesor Andrés Manuel López Obrador, situación que, de manera obvia, preocupa al empresariado.
Una de las señales más claras es el discurso de cerrazón de la presidenta al diálogo abierto con la oposición, al anunciar que será la Secretaría de Gobernación quien atienda las inquietudes y expresiones de ese segmento político, lo que en consecuencia nos genera incertidumbre como sector.
Y es que este tipo de retórica se traduce en un ambiente político y social tenso, que viene heredado desde el sexenio pasado, poco favorable para la inversión. Imposible no recordar que la falta de disposición al diálogo de AMLO provocó tensiones con diversos sectores, incluyendo el empresarial y hoy parece que vamos en el mismo sentido del camino.
Para la Iniciativa Privada, la falta de un entorno político abierto y colaborativo puede representar un obstáculo para el desarrollo económico y la implementación de políticas públicas que impulsen el crecimiento del sector.
A esto le podemos sumar que venimos de carecer de un plan claro para fortalecer la economía y enfrentar los desafíos actuales, como la inflación y la desaceleración económica global, lo que sigue poniendo en riesgo la estabilidad financiera del país.
Me resulta importante resaltar que un ambiente de incertidumbre política, combinado con una economía débil, podría ser un freno para la generación de empleo y el crecimiento de nuevas inversiones. Por eso, desde COPARMEX hemos señalado la importancia de mantener una política económica que brinde certeza a los inversionistas, promueva la estabilidad fiscal y fomente la confianza del mercado, algo esencial para evitar que se profundice la percepción negativa en el ámbito económico.
Por otro lado, uno de los aspectos que más nos preocupa como sector es el desaprovechamiento del fenómeno del nearshoring, una estrategia que ha ganado relevancia a nivel global y que podría ser una oportunidad dorada para México. Sin embargo, el entorno político y la percepción de falta de apertura podrían hacer que México no capitalice esta tendencia como podría hacerlo.
Asimismo, nuestro sindicato patronal ha insistido en la necesidad de crear un marco regulatorio atractivo para las empresas extranjeras que buscan instalarse en el país, destacando que la competitividad de México depende de su capacidad para atraer y retener estas inversiones.
En ese sentido, si la federación no muestra señales claras de apertura y apoyo a la inversión privada, es probable que otras naciones como Colombia o Brasil, se beneficien de estas oportunidades que deberían ser nuestras. También, la falta de incentivos y una política económica errática podrían hacer que muchas empresas reevalúen sus planes de inversión y se retiren de nuestro territorio.
De igual forma, el tenso panorama que vivimos en el país puede hacer que muchas compañías internacionales reconsideren su permanencia en México o que no concreten planes de inversión que estaban en proceso de evaluación. Esto podría ser un duro golpe para la economía mexicana, que depende en gran medida de la inversión extranjera directa para dinamizar sectores clave como el manufacturero y el tecnológico.
En COPARMEX hemos alertado que, si el gobierno de Sheinbaum no corrige el rumbo y muestra mayor apertura al diálogo con la oposición y al sector empresarial, el país podría enfrentar una fuga de capitales y un menor crecimiento económico en las últimas décadas.
En resumen, desde nuestra Confederación hacemos un llamado a la reflexión y a la necesidad de construir un entorno político que sea más favorable para la inversión y el desarrollo inclusivo.
Presidente de Coparmex Chihuahua
chava.carrejo@bluewolf.com.mx