Hemos sido testigos de un proceso que amenaza nuestra democracia: la desaparición de los organismos autónomos. Esta medida, lejos de ser un acto de austeridad, representa un retroceso significativo en el equilibrio entre los poderes del Estado y vulnera los derechos de las y los mexicanos.
El gobierno de MORENA, argumenta que han sido “instituciones onerosas” que han solapado y han encubierto la corrupción. Sin embargo, la realidad es que su costo no alcanza el 0.05% del presupuesto federal y, más importante aún, han sido pilares fundamentales en la lucha por la transparencia. Su eliminación no constituye un simple ajuste económico; es un ataque directo a la democracia, a la transparencia y rendición de cuentas, que tanto nos ha costado construir.
La historia de México está marcada por constantes luchas en favor de la transparencia y los derechos humanos, que hoy se ven seriamente amenazados. La creación de estos organismos autónomos respondió a la exigencia ciudadana de un gobierno más responsable, un avance que ahora se desmantela, dejando a la sociedad en un preocupante estado de opacidad.
Al eliminar estas instituciones, el gobierno de MORENA prepara el terreno para decisiones discrecionales, alejadas del escrutinio público. La ausencia de contrapesos allana el camino hacia un régimen autoritario, donde la concentración de poder silencia voces y desmantela la justicia social. Este no es solo un tema presupuestal; es una cuestión de derechos y libertades.
En este contexto, el Partido Acción Nacional siempre ha levantado la voz contra las reformas dañinas que amenazan con desmantelar los mecanismos de protección ciudadana. Cada organismo autónomo fue concebido como un baluarte frente al poder absoluto y autoritario. Sin ellos, el concepto de rendición de cuentas se desvanece y la corrupción encuentra un refugio bajo un manto de opacidad.
La promesa de austeridad se convierte, al final, en una justificación vacía. Su verdadero objetivo es claro: buscar un control total para actuar con impunidad. La corrupción en los gobiernos de MORENA no solo persistirá, sino que se amplificará al operar sin vigilancia ni restricciones.
Desaparecer estos órganos autónomos significa un golpe a la esperanza de millones de mexicanas y mexicanos que anhelan un país más justo. Esta decisión no es un hecho aislado; forma parte de una estrategia deliberada para concentrar poder. Cada acto que realiza el gobierno autoritario de MORENA, erosiona nuestras instituciones democráticas, debilita nuestra sociedad y menoscaba nuestros derechos humanos.
Desde Acción Nacional, nos oponemos a estas decisiones que desdibujan la línea entre el bien y el mal, que desmantelan la esperanza de una mejor administración pública y que olvidan la responsabilidad de servir a la gente. La independencia de las instituciones es esencial para un Estado de derecho que responda verdaderamente a las necesidades del pueblo,
Frente a esta realidad, es necesario sumar todos los esfuerzos para defender lo que hemos construido y proteger nuestro legado democrático. Es momento de que la ciudadanía alce la voz y se convierta en agente de cambio. Solo así podremos recuperar la confianza en nuestras instituciones y asegurar un futuro para México que respete la justicia y la transparencia.
Juntos, nos comprometemos a la lucha por la democracia y el respeto a los derechos humanos. Cada uno de nosotros tiene el deber de defender estos principios.