La victoria de la recién electa presidenta Claudia Sheinbaum ha revolucionado la narrativa política de México. Por lo tanto, el triunfo de esta mujer no sólo marca un cambio en el liderazgo, sino también una puerta abierta para que la juventud haga su presencia y marca en la política del país. La reciente elección también ha planteado el tema del llamado "voto útil" y su supuesto papel en la política, o más bien su lado oscuro.
La presidenta electa, cuya campaña fue principalmente sobre la promesa del cambio y la mejora, fue capaz de atraer el apoyo de una amplia sección de la sociedad para ganar las elecciones. Su elección refleja la aspiración de la mayoría de los electores mexicanos por un cambio radical en el sentido de las reformas educativa, económica y de justicia social. La victoria no estuvo exenta de controversia. Fue una campaña muy controvertida y reñida, con puntos de vista divergentes sobre el camino a seguir para el país.
La estrategia del "voto útil" tampoco es ajena a las críticas. Uno de los instrumentos estratégicos utilizados por los partidos de oposición PAN, PRI y PRD, el "voto útil" fue el esfuerzo concertado para concentrar los votos detrás de ciertos candidatos que representaban una fuerza prometedora que podría prevenir un resultado masivo del partido en el poder. Sin embargo, una mayor reflexión demuestra que el "voto útil" es una mera tapadera que asegura que todo siga igual.
El "voto táctico" se presenta como una cuestión real de la política, un acto para privar al partido en el poder de alcanzar una mayoría que le permita gobernar en cualquier sentido de la palabra. Sin embargo, en realidad, es un cálculo frío y cínico detrás de esta capa de sentido común. Los líderes de los partidos, como el PAN (Marco Cortés), PRI (Alejandro "Alito" Moreno) y PRD (Jesús Zambrano), no sienten la mínima identificación con los intereses de las personas que votan por ellos, sino con la permanencia en el poder. Al hacer que la gente vote solo en los supuestos "candidatos competitivos", las partes buscan llevar sus agendas al Congreso en lugar de las necesidades y demandas de la gente.
El voto útil, en lugar de ser un mecanismo de la democracia, es un mecanismo de manipulación y perpetuación del poder. En lugar de garantizar la representación equitativa y justa, lo único que hace es mantener el status quo manteniendo a los mismos jugadores políticos en sus asientos. Lo mismo ha dejado a muchos votantes preguntándose si realmente su voto hizo alguna diferencia real o simplemente permitió que los mismos jugadores siguieran jugando.
En conclusión, la reciente elección presidencial en México fue un evento histórico que mandó un mensaje simbólico sobre el éxito de la nueva presidenta y el fracaso de estrategias como el voto útil. En un país que ahora está iniciando un nuevo camino hacia el futuro con ella a la cabeza, los políticos y las personas tendrán que considerar en conjunto lo que se les ha enseñado para esforzarse juntos por una visión futura aún más diversa y representativa.
La verdadera democracia no puede ser bloqueada de ninguna manera por maquinaciones diabólicas, sino que debe provenir de los auténticos deseos de una población ansiosa por un cambio verdadero y sostenible.
Jorge Alberto Holguín Lozano
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