/ lunes 11 de noviembre de 2024

Trump: del peligro a la oportunidad

La reciente elección en Estados Unidos impacta directamente a México. Aunque el regreso de Trump genera incertidumbre, este momento debe entenderse como una oportunidad para fortalecer relaciones y redefinir estrategias en economía, seguridad y cooperación. Más que una amenaza, puede convertirse en una ocasión para consolidar nuestra postura comercial y competitiva.

El resultado electoral refleja el descontento con la administración de Biden, que dejó a muchos votantes, especialmente demócratas, con la sensación de promesas incumplidas. Esto favoreció a Trump, quien se posicionó como una alternativa sólida con su discurso de recuperación económica y liderazgo. La falta de una candidatura demócrata fuerte, incluida la percepción de decepción hacia Kamala Harris, permitió a Trump captar el voto de sectores que buscan estabilidad.

Trump logró construir una narrativa de recuperación y liderazgo que resonó con quienes desean certidumbre económica. Este enfoque atrajo nuevos votantes, incluyendo una significativa porción del voto latino, alrededor del 45 por ciento, lo cual sugiere una expansión de su base de apoyo. Este cambio en la dinámica electoral abre la puerta para que México establezca una relación de mutuo beneficio con una administración que, pese a sus controversias, prioriza la economía y el comercio.

Para México, donde aproximadamente el 40 por ciento del PIB depende del mercado estadounidense y el 78 por ciento de nuestras exportaciones se destinan hacia el norte, esta relación es vital. Según el Banco Mundial, en 2022 las exportaciones de bienes y servicios representaron el 43.4 por ciento del PIB mexicano. La oportunidad radica en replantear cómo ser competitivos en esta estrecha relación comercial, fortaleciendo nuestra economía y consolidando industrias, especialmente en los estados fronterizos. México, junto a Canadá y Estados Unidos, tiene el potencial de convertirse en una de las mayores fuerzas económicas del mundo.

En términos de seguridad, el regreso de Trump ofrece un espacio para un diálogo más firme sobre responsabilidad compartida, especialmente en el control de armas. Durante el gobierno de Felipe Calderón, México hizo un llamado a Estados Unidos para frenar el tráfico de armas que alimenta la violencia en nuestro país, pero la respuesta fue limitada. Esta demanda sigue vigente y es esencial para la seguridad de ambos países. El regreso de Trump podría ser una oportunidad para retomar este tema con mayor firmeza.

Este es un momento único para fortalecer nuestra relación con Estados Unidos y aprovechar la transición en su gobierno para impulsar una agenda conjunta en comercio, seguridad y desarrollo. Debemos pasar del miedo a la oportunidad, reconociendo que, con una postura estratégica, México puede avanzar en su competitividad y consolidarse como un socio indispensable para el crecimiento regional.

La narrativa de "Trump como amenaza" debe dar paso a una visión en la que su regreso permita consolidar la relación con Estados Unidos en beneficio mutuo. En lugar de temer su retorno, es momento de verlo como una ocasión para fortalecer nuestro comercio y garantizar que la seguridad binacional sea una prioridad compartida.


Lic. en Derecho. Diputado local del PAN por el Distrito XVIII y coordinador del Grupo Parlamentario


La reciente elección en Estados Unidos impacta directamente a México. Aunque el regreso de Trump genera incertidumbre, este momento debe entenderse como una oportunidad para fortalecer relaciones y redefinir estrategias en economía, seguridad y cooperación. Más que una amenaza, puede convertirse en una ocasión para consolidar nuestra postura comercial y competitiva.

El resultado electoral refleja el descontento con la administración de Biden, que dejó a muchos votantes, especialmente demócratas, con la sensación de promesas incumplidas. Esto favoreció a Trump, quien se posicionó como una alternativa sólida con su discurso de recuperación económica y liderazgo. La falta de una candidatura demócrata fuerte, incluida la percepción de decepción hacia Kamala Harris, permitió a Trump captar el voto de sectores que buscan estabilidad.

Trump logró construir una narrativa de recuperación y liderazgo que resonó con quienes desean certidumbre económica. Este enfoque atrajo nuevos votantes, incluyendo una significativa porción del voto latino, alrededor del 45 por ciento, lo cual sugiere una expansión de su base de apoyo. Este cambio en la dinámica electoral abre la puerta para que México establezca una relación de mutuo beneficio con una administración que, pese a sus controversias, prioriza la economía y el comercio.

Para México, donde aproximadamente el 40 por ciento del PIB depende del mercado estadounidense y el 78 por ciento de nuestras exportaciones se destinan hacia el norte, esta relación es vital. Según el Banco Mundial, en 2022 las exportaciones de bienes y servicios representaron el 43.4 por ciento del PIB mexicano. La oportunidad radica en replantear cómo ser competitivos en esta estrecha relación comercial, fortaleciendo nuestra economía y consolidando industrias, especialmente en los estados fronterizos. México, junto a Canadá y Estados Unidos, tiene el potencial de convertirse en una de las mayores fuerzas económicas del mundo.

En términos de seguridad, el regreso de Trump ofrece un espacio para un diálogo más firme sobre responsabilidad compartida, especialmente en el control de armas. Durante el gobierno de Felipe Calderón, México hizo un llamado a Estados Unidos para frenar el tráfico de armas que alimenta la violencia en nuestro país, pero la respuesta fue limitada. Esta demanda sigue vigente y es esencial para la seguridad de ambos países. El regreso de Trump podría ser una oportunidad para retomar este tema con mayor firmeza.

Este es un momento único para fortalecer nuestra relación con Estados Unidos y aprovechar la transición en su gobierno para impulsar una agenda conjunta en comercio, seguridad y desarrollo. Debemos pasar del miedo a la oportunidad, reconociendo que, con una postura estratégica, México puede avanzar en su competitividad y consolidarse como un socio indispensable para el crecimiento regional.

La narrativa de "Trump como amenaza" debe dar paso a una visión en la que su regreso permita consolidar la relación con Estados Unidos en beneficio mutuo. En lugar de temer su retorno, es momento de verlo como una ocasión para fortalecer nuestro comercio y garantizar que la seguridad binacional sea una prioridad compartida.


Lic. en Derecho. Diputado local del PAN por el Distrito XVIII y coordinador del Grupo Parlamentario