Hemos visto en estas últimas semanas cómo se ha estremecido el mundo con la nueva variante de la pandemia llamada Ómicron.
En los últimos días hemos experimentado en carne propia el aumento de casos, no es únicamente lo que observamos en los medios de comunicación, sino los casos de familiares, amigos y conocidos que han dado positivo a Covid; son alarmantes y escalofriantes las cifras, el país entero es azotado por la pandemia, el número de casos confirmados en nuestro país ha aumentado por lo menos un 186% en los últimos días.
Sin duda la estrategia del gobierno federal debería de ser distinta, ya que a la fecha los aeropuertos más concurridos y que reciben vuelos internacionales no cuentan con un protocolo adecuado, no hablo de que soliciten prueba de vacunación o examen Covid negativo, hablo de cuestiones básicas como el que se revise la temperatura, se coloque gel antibacterial o se cuide la sana distancia, pero lo que vemos en el gobierno federal no es más que el reflejo del Presidente que tenemos, quien lejos de hacer un exhorto o un llamado severo a cuidarnos y endurecer las medidas anticovid, ha salido a minimizar esta nueva ola que nos azota, ha salido a decir que la variante ómicron es sólo un “covidcito”, menos letal. Considero que lo que estos comentarios provocan es la relajación de las medidas sanitarias por parte de muchos ciudadanos, ya que es el presidente quien debería de poner el ejemplo, así como hacer comentarios más serios y responsables, ya que con el solo hecho de que la pandemia nos arrebate una sola vida de un mexicano, es alarmante y preocupante para la salud pública de nuestro país.
La pandemia es un tema serio y como tal se debería de tratar por parte del gobierno de nuestro federal, vemos cómo a pesar de que las cifras aumentan, el discurso es el mismo, las medidas siguen siendo las mismas y muy pocas por cierto, no se toma con la importancia que el tema requiere, se minimiza la situación y se da a entender que no es muy grave o relevante, cuando lo que los mexicanos esperaríamos es un cambio de timón, acelerar las medidas, blindar al país dentro de lo posible, hacer pruebas masivas gratuitas por parte del gobierno, ya que el número de contagios realmente se desconoce, por que si no hay suficientes pruebas, la información con la que se cuenta hasta el momento no es la real.
La realidad que vivimos en nuestro país es dura, porque no basta con minimizar la situación, hay que hacer frente a la realidad que tenemos, una realidad que impacta nuestro desarrollo económico, nuestra competitividad, que vulnera las áreas de trabajo a lo largo del país, una realidad que afecta a los pequeños y grandes empresarios, al gobierno, al sector educativo, es decir, la salud está vinculada con cualquier área del gobierno, por ello es que desde un inicio se debió tomar con seriedad e implementar estrategias eficientes y necesarias para minimizar este impacto que hoy estamos viviendo, en lo que parece un país sin pandemia.