No hay tiempo que no se cumpla, ni deuda que no se pague. Todo siempre cambia. El primero de octubre llegué a CDMX, día en que por fin AMLO se fue y que en una emotiva ceremonia, Sheinbaum tomó protesta como Presidenta de la República.
Fue un momento histórico. Por primera vez una mujer asume la silla presidencial en nuestro país: "Llegamos las mujeres a conducir el destino de nuestra nación... Es nuestro tiempo...no llegó sola, llegamos todas", dijo Claudia. Más allá de las diversas ideologías políticas, que sea una mujer la nueva lideresa, me da esperanza de que nuestro país puede ir por mejores rumbos, aunque hay mujeres al Poder en otros países, que han probado lo contrario. Su discurso resultó muy reivindicador.
Ojalá así sea, porque este pasado sexenio se respiró mucho nerviosismo en cuanto al destino de la democracia. Este es un problema que no solo aqueja a México, sino a numerosos países en todo el mundo, cómo Perú, país al que viajé al terminar la toma de protesta de la nueva Presidenta. Tan pronto aterricé, seguí reflexionando sobre el nuevo gobierno que comienza en México, a la par que le pregunté al taxista ¿cómo iban las cosas en Perú? Y ¿cómo iba la administración de la actual presidenta? "Es una ladronaza, todos los que están en la política son ladrones. Esa raza debe desaparecer", contestó.
En un restaurante andino, el mesero me recomendó comer un caldo ligero para acostumbrarme a la altura de 3,500 y me obsequió el periódico El Comercio. La primera nota era respecto a que el gobierno había dejado que las extorsiones se desbordaran y que la presidenta no tenía liderazgo. En el año 2000 Perú recobró la democracia después de pésimos gobiernos cómo el de Alan García (1985-1990) y el famoso Alberto Fujimori (1990-2000), cuyo régimen dictatorial representó el quiebre de la institucionalidad política y estatal. La sociedad civil se organizó para restaurar una democracia.
Todo iba más o menos bien hasta que el izquierdista Pedro Castillo ganó las elecciones en 2021, pero en 2023, hubo otro importante retroceso democrático. El problema estalló cuando quiso disolver arbitrariamente el Congreso, pero no consiguió apoyo del ejército y "si pretendes hacer un golpe de estado, más vale que esté de tu lado", dijo el mesero. Lo único que logró fue que lo destituyeran para meterlo a la cárcel. En 2023 la vicepresidenta Dina Voluarte asumió el poder (hasta la fecha), pero ha sido manejada por la mafia del país y le sigue una sombra terrible de corrupción.
A está cusqueña nadie la quiere, dijo otro mesero. La gente no se ha levantado porque estamos muy golpeados. Estamos cansados. Me olvidé del tema por un rato, y me fui a comer cuyo y un choclo de maíz con una cerveza cusqueña. Mientras comía, un grupo andino musical tocó la famosa canción "el Cóndor Pasa" con flautas Zampoña y Queña. Fue mágico observar los Andes nevados por las grandes ventanas del Inca Rail, mientras chupaba hojas de coca.
Ahora estoy en Lima descubriendo la cultura y las maravillas naturales que embelesan los sentidos. Hoy leí el periódico de nuevo y las cosas no mejoran. Esta presidenta Voluarte no hace nada por nada ni por nadie, dice la gente. No por ser mujer mejoraron las cosas. Hace dos semanas murió Fujimori e instalaron ese día cómo "feriado nacional". Ahora voy a Barranco a cruzar el Puente de los Suspiros, lugar donde Chabuca se inspiró para escribir su canción "del puente a la Alameda".
Respecto a la democracia, se debería desarmar la política y los pensamientos obsoletos y procurar ser más unificados, tanto en México como en esta nación Inca. Qué el tiempo juzgue a nuestra nueva cabeza ejecutiva, que esperemos no siga los pasos de esta mujer peruana que acaba con el país día tras día. Nos vemos pronto.
Maestra en Derechos Humanos, Consultora en resolución de conflictos y conservación de la paz para empresas
yanez_flor@hotmail.com