/ domingo 28 de julio de 2024

Un respiro para nuestro medio ambiente

En un estado como el nuestro, donde la aridez y la sequía son parte de nuestra vida diaria, cada gota de lluvia se siente como una caricia del cielo. Las recientes lluvias, aunque raras, han traído un alivio profundo a nuestras tierras sedientas, recordándonos lo invaluable que es cuidar y preservar nuestro medio ambiente.

La Sierra Tarahumara, mi tierra, ha sido testigo de la transformación que puede traer una buena temporada de lluvias. Tuve la fortuna de observar en una visita reciente cómo los ríos y arroyos, que durante meses habían estado secos, ahora corren, nutriendo a la flora y fauna que dependen de estos cuerpos de agua. Los campos, antes resecos y desolados, ahora muestran signos de vida y promesas de cosechas. Este renacimiento natural es un espectáculo para la vista, sino también un recordatorio de la resiliencia de nuestros ecosistemas cuando se les da la oportunidad de recuperarse.

Es crucial reconocer que hay generaciones jóvenes que no han visto llover con la misma frecuencia que las generaciones anteriores. La lluvia, ese ciclo natural que ha alimentado la tierra y sustentado la vida, se está volviendo un recuerdo lejano. Los efectos del cambio climático son palpables y devastadores, y los jóvenes de hoy se sorprenden cuando este espectáculo se presenta.

Sin embargo, las lluvias recientes nos brindan una oportunidad única a todos, jóvenes y adultos, para educar y sensibilizar a la población y sobre todo a los niños sobre la importancia del cuidado del agua y el medio ambiente.

Pero no todo está perdido. La juventud tiene una voz poderosa y estas lluvias han traído esperanza a nuestra tierra; ahora es nuestra responsabilidad actuar y asegurar que esta esperanza se convierta en un futuro sostenible.

Los jóvenes chihuahuenses, conscientes del impacto del cambio climático y la degradación ambiental, tienen la responsabilidad de ser agentes de cambio. Su papel es crucial para garantizar un futuro sostenible, y esto implica que se involucren en la educación ambiental. Hoy es tiempo que Chihuahua comprenda la importancia de las lluvias y esto será fundamental para valorar cada tormenta y cada llovizna.


Licenciada en Administración Industrial. Socia fundadora de la empresa BQ Ambiental.

riospvem@hotmail.com


En un estado como el nuestro, donde la aridez y la sequía son parte de nuestra vida diaria, cada gota de lluvia se siente como una caricia del cielo. Las recientes lluvias, aunque raras, han traído un alivio profundo a nuestras tierras sedientas, recordándonos lo invaluable que es cuidar y preservar nuestro medio ambiente.

La Sierra Tarahumara, mi tierra, ha sido testigo de la transformación que puede traer una buena temporada de lluvias. Tuve la fortuna de observar en una visita reciente cómo los ríos y arroyos, que durante meses habían estado secos, ahora corren, nutriendo a la flora y fauna que dependen de estos cuerpos de agua. Los campos, antes resecos y desolados, ahora muestran signos de vida y promesas de cosechas. Este renacimiento natural es un espectáculo para la vista, sino también un recordatorio de la resiliencia de nuestros ecosistemas cuando se les da la oportunidad de recuperarse.

Es crucial reconocer que hay generaciones jóvenes que no han visto llover con la misma frecuencia que las generaciones anteriores. La lluvia, ese ciclo natural que ha alimentado la tierra y sustentado la vida, se está volviendo un recuerdo lejano. Los efectos del cambio climático son palpables y devastadores, y los jóvenes de hoy se sorprenden cuando este espectáculo se presenta.

Sin embargo, las lluvias recientes nos brindan una oportunidad única a todos, jóvenes y adultos, para educar y sensibilizar a la población y sobre todo a los niños sobre la importancia del cuidado del agua y el medio ambiente.

Pero no todo está perdido. La juventud tiene una voz poderosa y estas lluvias han traído esperanza a nuestra tierra; ahora es nuestra responsabilidad actuar y asegurar que esta esperanza se convierta en un futuro sostenible.

Los jóvenes chihuahuenses, conscientes del impacto del cambio climático y la degradación ambiental, tienen la responsabilidad de ser agentes de cambio. Su papel es crucial para garantizar un futuro sostenible, y esto implica que se involucren en la educación ambiental. Hoy es tiempo que Chihuahua comprenda la importancia de las lluvias y esto será fundamental para valorar cada tormenta y cada llovizna.


Licenciada en Administración Industrial. Socia fundadora de la empresa BQ Ambiental.

riospvem@hotmail.com