Durante la semana tuvimos en el ámbito educativo una experiencia, por demás significativa, que nos mostró que los movimientos sociales tienen potencial para resolver de manera inmediata los problemas que lastiman a nuestra comunidad.
Ha sido tan rotundo el éxito de la movilización de la Asociación de Madres y Padres de Familia de la Ciudad de Chihuahua que las y los chihuahuenses deben conocer esta experiencia que, basada en la razón y la justicia, evitó que 480 escuelas de Chihuahua sufrieron recortes de los servicios de agua, electricidad y gas.
Todo ello porque la Secretaría de Educación y Deportes (SEYD) nunca definió el procedimiento mediante el cual las sociedades de padres dispusieron de los recursos de la cuenta concentradora que la misma SEYD había abierto en Banamex.
En el verano pasado, funcionarios de la SEYD argumentaron que Bancomer renunciaba —por incosteabilidad— al manejo individualizado de las cuentas de las sociedades de padres y madres de familia, lo que les permitió obligar a las sociedades de madres y padres de familia a transferir sus recursos a una cuenta concentradora única de la SEYD en Banamex.
Se trata de cuotas que las familias entregan a las sociedades de padres para el sostenimiento cotidiano de las escuelas y cuya disposición no puede diferirse; pues las empresas o entidades que venden el agua, la energía eléctrica y el gas no perdonan el pago de sus facturas.
En vista de que tales cuotas son indispensables para el sostenimiento inmediato de las escuelas; no puede entenderse cómo la dirección de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua (SEECh), violando la autonomía financiera que el artículo 130 de la Ley General de Educación otorga a estas sociedades, decidió concentrar todos estos fondos en una cuenta única bajo su titularidad.
Claramente estas sociedades se enfrentaron a una decisión autoritaria e inmediatamente empezaron a combatirla, organizándose para denunciar el despojo de sus recursos que puso en riesgo las actividades escolares de las 480 escuelas de nivel básico, bajo el control administrativo de la SEECh.
En las últimas semanas la proximidad del invierno y la crudeza con la que se manifiesta en las zonas serranas transformó una amenaza en una crisis que estuvo a punto de paralizar una parte fundamental del sistema educativo de Chihuahua; lo cual hubiera ocurrido de no haber mediado la oportuna organización de los padres de familia que en todas las comunidades exigían una pronta liberación de los recursos.
Gracias al conocimiento profundo de sus atribuciones, los dirigentes de las sociedades de madres y padres de familia convencieron al Secretario de Educación y Deportes, Francisco Hugo Gutiérrez Dávila, quien el pasado 20 de noviembre —en reunión celebrada con las dirigencia de Madres y Padres de Familia y con la dirigencia magisterial de Morena— instruyó a la directora de SEECh reintegrar los recursos a las cuentas de las sociedades de padres.
Esta exitosa experiencia nos muestra que cuando el pueblo se organiza pueden superarse los obstáculos de decisiones equivocadas de los gobiernos conservadores.
En el ámbito educativo tenemos a un magisterio combativo, capaz de resistir a las aventuras autoritarias. Sin ir lejos, podemos recordar lo vivido en el año anterior, cuando una oportuna movilización del magisterio, de madres y padres de familia, logró el reparto de los libros de texto gratuito en los centros escolares de nuestro estado.
Muchas gracias a la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Familia de la Ciudad de Chihuahua, Adelayda Palacios, a quienes laboran en mi Oficina de Enlace, que brindaron apoyo a esta causa, y al Comité de Base de Morena, denominado “División del Norte”, representado por la maestra Martha Medina y los profesores Rosalío Morales y Efrén González, quienes con su ejemplar disposición e inteligencia evitaron una parálisis de nuestro sistema educativo.