/ viernes 12 de febrero de 2021

Una sola voz por Juárez

No más obras como la ruta troncal, que no toman en cuenta el sentir de la gente.

Históricamente, quienes nos gobiernan han tomado decisiones unilaterales sin importar su impacto en la ciudadanía, que por lo general se siente relegada, ignorada e incluso despreciada al ver cómo el actuar de la autoridad provoca graves daños y perjuicios al aprobar políticas y obras sin sustento.

Esto se contrapone al clamor de la gente a ser tomada en cuenta para la toma de decisiones, para tener una sola voz por Juárez.

En Ciudad Juárez, desde hace algunos meses se vive un gran caos como consecuencia de los trabajos por la construcción de la segunda ruta troncal BRT. Sólo basta con transitar por parte del tramo que abarca esta obra para dar cuenta de ello.

Lo indignante es que la decisión para realizar esta obra se tomó de manera completamente arbitraria y unilateral, por parte de un Gobierno del Estado que no realizó ningún tipo de esfuerzo, ni dio alguna señal para tomar en cuenta, por lo menos a los principales involucrados, como los comerciantes y transportistas.

Incluso, tampoco la autoridad municipal fue consultada y en este caso resulta indignante que se haya mantenido permisiva, al callar, sin cuestionar el caos que ha provocado esta obra, con un sinfín de afectaciones en contra de las y los juarenses.

Callar representa una grave omisión y la señal que nos manda es que está de acuerdo con algo que perjudica severamente a la ciudadanía.

Vivimos en una época en la que la ciudadanía ya no quiere más gobiernos de este tipo, que permanecen alejados de la realidad y que no toman en cuenta su sentir.

¿Acaso le han preguntado al comerciante que ha disminuido drásticamente sus ventas, por qué ahora a sus clientes se les dificulta llegar hasta su local, cómo pueden ayudarle, cómo pueden encontrar una alternativa para que no tengan que cerrar?

¿Acaso, se han preguntado qué piensa el transportista, que demora más tiempo en sus rutas o cuyos vehículos han resultado afectados por las obras, quién va a pagar esos daños?

Podría poner muchos ejemplos más y lo graves de esto es que cada daño tiene nombre y apellido, son nuestras vecinas y vecinos de Juárez que sienten que se les ha hecho a un lado y que una vez más no fueron tomadas en cuenta por quienes debieran por los menos informar a cabalidad.

Personalmente he hecho de la escucha ciudadana una de las mejores prácticas para fortalecer la democracia, porque es urgente la participación ciudadana, que nos lleve a tomar las mejores decisiones para el desarrollo de nuestro entorno, en este caso de Juárez.

Una de las frases que más se apega a esto es la dicha por Antonio Machado: “Todo lo que se ignora se desprecia”… pareciera una exageración, pero no lo es.

Debemos entender que para gobernar necesitamos más que nunca atender el clamor de la ciudadanía, porque para gobernar hay que estar del lado de la gente y escuchar de ella sus propias necesidades, ya que sólo de esa manera, sociedad y gobierno podremos construir mejores oportunidades para el desarrollo y bienestar de las familias, para que juntos tengamos una sola voz por Juárez.

No más obras como la ruta troncal, que no toman en cuenta el sentir de la gente.

Históricamente, quienes nos gobiernan han tomado decisiones unilaterales sin importar su impacto en la ciudadanía, que por lo general se siente relegada, ignorada e incluso despreciada al ver cómo el actuar de la autoridad provoca graves daños y perjuicios al aprobar políticas y obras sin sustento.

Esto se contrapone al clamor de la gente a ser tomada en cuenta para la toma de decisiones, para tener una sola voz por Juárez.

En Ciudad Juárez, desde hace algunos meses se vive un gran caos como consecuencia de los trabajos por la construcción de la segunda ruta troncal BRT. Sólo basta con transitar por parte del tramo que abarca esta obra para dar cuenta de ello.

Lo indignante es que la decisión para realizar esta obra se tomó de manera completamente arbitraria y unilateral, por parte de un Gobierno del Estado que no realizó ningún tipo de esfuerzo, ni dio alguna señal para tomar en cuenta, por lo menos a los principales involucrados, como los comerciantes y transportistas.

Incluso, tampoco la autoridad municipal fue consultada y en este caso resulta indignante que se haya mantenido permisiva, al callar, sin cuestionar el caos que ha provocado esta obra, con un sinfín de afectaciones en contra de las y los juarenses.

Callar representa una grave omisión y la señal que nos manda es que está de acuerdo con algo que perjudica severamente a la ciudadanía.

Vivimos en una época en la que la ciudadanía ya no quiere más gobiernos de este tipo, que permanecen alejados de la realidad y que no toman en cuenta su sentir.

¿Acaso le han preguntado al comerciante que ha disminuido drásticamente sus ventas, por qué ahora a sus clientes se les dificulta llegar hasta su local, cómo pueden ayudarle, cómo pueden encontrar una alternativa para que no tengan que cerrar?

¿Acaso, se han preguntado qué piensa el transportista, que demora más tiempo en sus rutas o cuyos vehículos han resultado afectados por las obras, quién va a pagar esos daños?

Podría poner muchos ejemplos más y lo graves de esto es que cada daño tiene nombre y apellido, son nuestras vecinas y vecinos de Juárez que sienten que se les ha hecho a un lado y que una vez más no fueron tomadas en cuenta por quienes debieran por los menos informar a cabalidad.

Personalmente he hecho de la escucha ciudadana una de las mejores prácticas para fortalecer la democracia, porque es urgente la participación ciudadana, que nos lleve a tomar las mejores decisiones para el desarrollo de nuestro entorno, en este caso de Juárez.

Una de las frases que más se apega a esto es la dicha por Antonio Machado: “Todo lo que se ignora se desprecia”… pareciera una exageración, pero no lo es.

Debemos entender que para gobernar necesitamos más que nunca atender el clamor de la ciudadanía, porque para gobernar hay que estar del lado de la gente y escuchar de ella sus propias necesidades, ya que sólo de esa manera, sociedad y gobierno podremos construir mejores oportunidades para el desarrollo y bienestar de las familias, para que juntos tengamos una sola voz por Juárez.