El mega proyecto que disparará el turismo enológico en Chihuahua será, sin duda, Valle de los Encinos, como usted sabe, aparte de wine maker y sommelier, soy exploradora de viñedos. Comencé hace más de 12 años con la Viña de Concha y Toro, en Chile. Fue en una cata en la cava de Casillero del Diablo donde me enamoré de la cuestión vínicola. Nombraron Casillero del Diablo a estos vinos porque al propietario se le perdían cientos de botellas, hasta que una noche se disfrazó de diablo y se le apareció al ladrón, un empleado que casi muere del susto, desde ahí se corrió el rumor de que un demonio protegía la cava. Chile es un país aburrido, salvado por el enoturismo, por sus volcanes nevados y el pueblo de Puerto Mont, un divino lugar lluvioso, de casas estilo alemán, donde cené el mejor salmón de mi vida frente al lago que los produce en enormes criaderos.
Pero claro, si quiere probar un buen Casillero del Diablo de Concha y Toro tiene que pagar, también, una buena suma. Sí tiene un gran evento en puerta como un aniversario o una prometedora cena con su nuevo amor, manténgase alejado de los vinos baratos y comerciales que expende Cosco de esta marca, con tan buena voluntad y tan mal paladar. Para tal ocasión le recomiendo un Casillero del Diablo, Cabernet, Reserva Privada, con medalla de oro en el concurso de Bruselas, de taninos firmes y envolventes que nos dan un final largo, persistente y feliz como las novelas que me gusta leer antes de dormir.
Pero le decía sobre El Valle de los Encinos, en Chihuahua y que queda alrededor del kilómetro 60, en la carretera hacia Cd. Juárez. Son cuatro mil hectáreas (un pueblo). Tendrá cien hectáreas de parras, de las que ya están en producción veinte y ocho, y este año comenzaron a vinificar sus propias botellas en una bodega construida exprofeso en la punta de un cerro. El complejo va a contar con lotes de dos hectáreas para residencias, restaurante de entrada al público, cafetería, una plaza comercial, un club hípico, campo de golf, spa, club deportivo con alberca, capilla para prometerse el imposible amor eterno y salón de eventos. También habrá explanada para que venga Luis Miguel, y lo más interesante: reserva de cuidado de animales. Así que a su jardín asomarán el borrego cimarrón, el venado cola blanca y el elk. Para los amantes de la bicicleta habrá una pista de noventa kilómetros para bici de montaña, o para practicar senderismo.
La arquitectura estará inspirada en la región italiana de la Toscana, ese lugar de colinas suaves con pueblos medievales y renacentistas que invita a enamorarse, así que el estilo de las residencias será pintoresco y muy romántico. Muero por verlo ya realizado, aunque llega tarde a mi vida pues ya lo he vivido todo: cabalgar, jugar golf, casa de campo, reserva de animales atrás de mi casa y prometer amor eterno sin cumplirlo. C´est la vie!
Por lo pronto ya quiero degustar los vinos de esa bodega naciente: El Valle de los Encinos. Felicidades a los inversionistas por creer en México y por ese lugar de ensueño que valdrá todas las penas.
¡Salud!
MIEMBRO AECHIC