/ martes 25 de junio de 2024

Volver a empezar

Sigue la conversación en todos los medios y todos los ámbitos respecto a el nearshoring. Lo cierto es que no hemos podido ver un desencadenado alud de inversiones que nos pusiera a dar pasos agigantados de crecimiento y mejores condiciones de trabajo para la demanda creciente de más y mejores empleos. Y, por el contrario, nos vamos encontrando que la Inversión Extranjera Directa está enfatizada en reinversiones de lo ya existente. Y solo tenemos lo que se pudiera considerar incipiente inversión de China en zonas como Monterrey y algunas localidades del bajío.

Ya he comentado en ocasiones anteriores, que la omisión de una efectiva promoción de atracción de inversiones, la falta de planeación efectiva de infraestructura eléctrica en producción limpia y distribución más amplia y efectiva, la seguridad decadente que los inversionistas y otros países observan como un asunto de seguridad nacional, y nuestras autoridades reducen el número de víctimas como si hicieran desaparecer el dolor de las familias por sus pérdidas, y pretenden que eso es normal y al decir que va disminuyendo, pues entonces las muertes no son prioridad y no debemos preocuparnos.

Vemos que la inflación no ha cedido en tendencia consistente a la baja, y los asuntos comerciales y de seguridad que afectan la producción y distribución de alimentos, últimamente más marcado en los aguacates de Michoacán, contribuyen a reducir mercados y desequilibrar los precios, y deteriorar la economía de los productores, que, en muchos casos, son las mismas asociaciones delictivas las que han tomado el control de los predios productivos. Suena como un cáncer a mediados de los 1900s, terrible conocido, sin remedio seguro y que causa un gran terror, al mismo tiempo que debilita la voluntad de enfrentarlo.

Son ahora los cortes en el suministro eléctrico tanto a particulares como a industrias, desquiciando economía y bienestar, con temperaturas de 40 grados, y hasta nos piden algunas autoridades, que usemos moderadamente los aires acondicionados, cuando dejamos de permitir producción eléctrica privada al inicio de este sexenio, y ahora no nos alcanza.

Creo pues, las condiciones presentan una importante barrera de entrada a inversiones, y aun así llegan, lo cual indica que somos tremendamente atractivos, pero mal peinados. Y no estamos haciendo la selección correcta de con qué empresas nos es conveniente hacer estas inversiones y determinar políticas, (que nunca han sido creadas, debemos remarcarlo), políticas de “offset”, donde podamos dar por hecho la transferencia de tecnología, o de realización de negocios que consigan un buen trato para el país, y no dejarlo en simples creaciones de empleos.

Y ahora, seguimos sin tener claridad que políticas de inversión podemos usar con más definición y con estrategia desde la promoción.

Pero tenemos aún capacidad de avanzar, hay cuestiones que debemos cuidar no ensombrezcan las cosas como la reforma judicial, que parece aun queda la esperanza y el deseo, de un razonamiento más apegado a mantener la división de poderes y el equilibrio de nuestro sistema de gobierno.

La sociedad mexicana, hoy más polarizada y ahora por un lado convencida de la elección y otra desconcertada y en mucho desconfiada por lo sucedido, está en un proceso aún de trance, donde se necesita la unidad y la creación de opciones fuera del sistema gubernamental, requerimos de profunda reflexión y entendimiento del todo, poniendo agenda como sociedad, creando proyecto que presente opciones inclusivas y de interés general.

Los que quedaron a deber son los partidos políticos de oposición, faltos de ideas y con presencia solo para los intereses cupulares, dejando a la población a merced de lo que les suena bien, los apapacha y les subsidia el día a día.

Tiempos de recapitular, de volver a las bases y de cuidar el futuro de nuestro México, entendiendo lo que siente y cómo hay que llenar su expectativa.


Maestro en Administración de Negocios. Expresidente de Index Chihuahua

lcramirez132000@gmail.com

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