Monseñor Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de la provincia eclesiástica de Chihuahua, dirigió la homilía de este 9 de junio desde la Catedral Metropolitana de Chihuahua, donde se congregaron decenas de feligreses para atender el precepto de la misa dominical.
En el domingo X del tiempo ordinario, el arzobispo Constancio Miranda, explicó que el evangelio correspondiente a este domingo, Jesús habla de la conformación de una nueva familia, por los que cumplen la voluntad de Dios que está en el Cielo, pues Cristo vino a formar un nuevo pueblo, a todos los que quieran aceptar y seguir el designio del Padre.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
“Por eso, cuando alguien le dice a Jesús que allá afuera están esperándolo su madre y sus hermanos que quieren hablar con él, Jesús señala a sus discípulos y les dice: ‘Estos son mis hermanos, mi hermana y mi madre, porque cumplen la voluntad del Padre’, hacen la voluntad de Dios, viven los mandamientos”, explicó monseñor Miranda.
Mencionó que estas palabras pueden parecer duras para María, pero que lejos de despreciar a su madre, la alaba, porque María es sin duda quien mejor ha cumplido la voluntad del Padre, quien mejor sabe escuchar, y poner en práctica la palabra de Dios, es así, doblemente madre de Dios.
“María es madre de Dios por haberlo llevado en su seno, pero también, por haber cumplido cabalmente durante toda su vida, la voluntad de Dios. Este evangelio debe ser para nosotros un incentivo y una meta, porque el Señor nos muestra el camino para ser su familia, para estar cerca de él. El camino es cumplir los mandamientos, y Jesús nos dejó un mandamiento que reúne a todos los demás, el mandamiento del amor ‘Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu mente. Y a tu hermano, como a ti mismo’, el mandamiento del amor”, discernió el padre Constancio.
En ese sentido, señaló que solo cuando en la vida de las personas está presente el amor a Dios y a los hermanos, se convierten en familia de Dios, pues cada uno, en el momento del bautismo, fueron convertidos en hijos de Dios y hermanos de Jesucristo, pero eso no basta, porque hay que abrir el corazón al Espíritu Santo, y abrazar con alegría la causa de Jesús, y comprometerse en el reino de Dios.
“Cristo vino al mundo, por medio de la virgen María, y en este plan de salvación, quiere que nosotros vayamos a Jesús, a través de María. Dios confió a la virgen María la misión de ser madre de Jesús, y Jesús y por Jesús, todos los bautizados hemos sido hechos hijos de la Iglesia e hijos de María también, y su misión es que podamos ser portadores y sembradores de la gracia de hoy en el mundo de hoy, en nuestra sociedad, familia, trabajo y círculo”, exhortó.
Para finalizar, el arzobispo Miranda Weckmann invitó a colaborar con el Seminario de Chihuahua, que celebró la kermés tradicional en este domingo, e exhortó a ayudar a la institución formadora de sacerdotes de la ciudad de Chihuahua, además de desear a todos un feliz domingo.
