Hoy más que nunca es imprescindible tener buenos hábitos de alimentación y derivado a ello han surgido una serie de iniciativas, como el nuevo etiquetado de alimentos con estrategias más visuales y claras que permiten al consumidor tomar decisiones a la hora de elegir alimentos, comenta el licenciado en Nutrición Luis Alberto Sauceda Giner.
Sin embargo, surge la incógnita de que si para estar sanos es necesario gastar más cantidad de dinero o si habrá alguna manera de alimentarse sanamente incluso ahorrando dinero.
El nutriólogo especialista en buenos hábitos y pérdida de peso refiere que es más económico comer sanamente que no hacerlo, esto se comprueba –dice- al comparar costos vs. costos y costo vs. beneficio.
“Sin duda es más económico comer sanamente, ya que una alimentación saludable tiene algunas características que te harán ahorrar hasta un 50% en tus compras semanales de alimentación: Comer sano es comer en casa, por lo tanto no hay que pagar por que nos cocinen nuestros alimentos, es no excederse, no añadir aceites, cremas, aderezos, bebidas azucaradas, equilibrar el plato, menos carne, más verduras y una sana alimentación implica menos enfermedades, lo que arroja no gastar en medicamentos, citas médicas o cirugías.
Agrega que comer sano es más barato y adicionalmente ayudará a prevenir un sinfín de enfermedades relacionadas con los malos hábitos alimenticios y a tener un mejor sistema inmunológico para vencer a virus como el Covid-19.
Por su parte la licenciada en Nutrición y gastronomía Griselda Ortiz afirma que el nuevo etiquetado nutricional es una oportunidad de educación alimentaria ya que invita a conocer lo que se está consumiendo.
“En ocasiones pensamos que comer sano es de ricos o muy costoso, pero con alimentos de la canasta básica podemos hacer un plan alimenticio, la idea de saludable es consumir de todos los grupos de alimentos de forma variada y equilibrada”.
En caso de las personas con un salario mínimo no se trata de comer orgánico, sino de comer natural, de evitar el consumo de refresco por agua, de cambiar el paquete de galletas por una fruta.
“Dejemos de tenerle miedo al cambio, comencemos por cosas pequeñas que impacten notablemente tu salud como tomar agua, hacer ejercicio, y el consumo de frutas y verduras y poco a poco acostumbrarnos a tener más hábitos saludables”.
“Es cuestión económica es difícil consumir productos orgánicos, pero los naturales son excelente opción”: Griselda Ortiz