El contagio por el virus SARS-CoV-2 no es cuestión de la situación socioeconómica de las personas, sino de la falta de respeto entre quienes no acatan las medidas sanitarias impuestas por la autoridad, quienes viven en situación de calle están expuestos a una gran cantidad y variedad de microorganismos que son potencialmente causantes de numerosas enfermedades de todo tipo, los llamados indigentes carecen, en su gran mayoría, de oportunidades o lugares donde puedan realizar un aseo personal digno, adecuado y frecuente, pero esto no quiere decir que sean mayores o menores portadores de Covid-19 que cualquier otra persona que no sigue los protocolos de salud adecuados, comenta el doctor Walter Villagrán.

Parte de la población asiste a fiestas, actividades o reuniones sociales sin tomar las medidas preventivas marcadas por las autoridades, esto provoca el aumento en contagios por el Covid-19, agrega el galeno.

Según cifras otorgadas por el municipio, en Chihuahua existen entre 280 y 300 indigentes que sobreviven pidiendo ayuda en las calles y prácticamente de la generosidad de algunos; la edad de los hombres oscila entre los 30 y 60 años, mientras que las mujeres figuran en un rango de 20 a 50 años.

Es lamentable que un gran número de personas indigentes se encuentre en problemas de drogadicción, que los hace más propensos a contraer enfermedades trasmisibles como hepatitis y VIH, esto debido al uso común de materiales como agujas hipodérmicas y las producidas por infecciones en heridas abiertas, esto se suma que un alto porcentaje presenta trastorno mental, como depresión y esquizofrenia que empeoran por falta de atención y abuso de sustancias.

Debido a la pandemia, muchas personas están “a la defensiva” y en estado de tensión colectivo por miedo a un contagio que pueda provenir de gente en situación de calle, o cualquier otra persona que se topen en el camino, puntualiza el doctor Villagrán.

“Son reflejo de situaciones adversas como abandono, descuido, discriminación y rechazo social evidente”

El alcoholismo y la drogadicción son enfermedades asociadas con la indigencia, estas patologías a menudo tienen bases en algún dolor o situación emocional negativa no resueltas, puede ser por abusos en la infancia o situaciones conflictivas que se arrastran de tiempo atrás.

Al pensar en la indigencia regular automáticamente se relaciona con enfermedad mental implícita, la cual no se considera antesala de su padecimiento.

La condición de cada persona en situación de calle es única, quienes mantienen su juicio estable son los que en un momento dado podrían sentir el rechazo y discriminación social más directo, algunos de los pacientes siquiátricos viven una realidad paralela a la sociedad, lo cual los aisla.

El rechazo y discriminación social para con los indigentes considero que ha disminuido, la sociedad de hoy tiene en general un conocimiento más amplio sobre patologías sicológicas y condiciones diferentes en las personas, ya sea por mayor cultura general o por la fluidez de la información que se maneja con la tecnología.