Adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años de edad que presentan cuadros depresivos y de ansiedad pueden desarrollar también bulimia y anorexia debido al encierro que sufren en los últimos meses, siendo las más afectadas las mujeres, afirman especialistas en salud mental.
De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de los Hogares realizada por el INEGI, en Chihuahua, el 33.1% de jóvenes mayores de 12 años sufren depresión en diferentes etapas del año; 11.5% mensualmente, 11.7% semanalmente y 9.9% todos los días, anexo a esta patología se llegan a presentar cuadros de trastornos alimenticios, dicen psicólogos.
Según la Secretaria de Salud en México, cada año se registran cerca de 20 mil casos de anorexia y bulimia, siendo la población de entre 15 y 19 años de edad la más afectada. La prevalencia de la anorexia entre la población general varía de 0.5 a 1.5%, mientras que la bulimia alcanza 3%. La población más vulnerable son las mujeres adolescentes.
Especialistas destacan que las redes sociales son factor importante en influencia negativa para los jóvenes quienes a través de las mismas, observan estereotipos lejos de la realidad y provoca como consecuencia enfermedades de bulimia o anorexia ya que los adolescentes desean parecerse a modelos o artistas.
“Por cada 70 pacientes con depresión o ansiedad, una persona sufre de bulimia ya que es un trastorno que “no se configura como tal hasta que la mayoría de los síntomas se presenten”.
Actualmente en la Clínica de Psicólogos de Chihuahua se atienden a personas que desarrollaron bulimia a raíz del confinamiento que también aumentó estados de ansiedad; algunos jóvenes empezaron a comer de más.
Desde el inicio de la pandemia a la actualidad se han incrementado los casos de ansiedad y depresión, que son los factores principales para que se den la bulimia y anorexia.
El factor social es importante ya que es lo que genera las situaciones de este tipo en las personas; los restaurantes donde sirven buffet incitan a las personas a comer más, e incluso hay algunas que vomitan para seguir comiendo”
“Durante este periodo llegaron cuatro pacientes más con trastorno alimenticio, uno joven de 23 años con atracones de comida, 2 adolescentes con bulimia y una joven de 28 años con episodios de “atracones de comida”.
El confinamiento ha generado poca movilidad de algunos pacientes, los de conducta ansiosa han consumido alimentos no saludables y por lo tanto desarrollan trastornos alimenticos.
Cualquier trastorno alimenticio requiere un proceso especializado y el tratamiento dependerá del caso y la complejidad del paciente.
Después de tres meses de trabajo terapéutico empiezan a ser notorias las mejorías y cambios de conducta, en algunos casos puede pasar hasta un año para mostrar mejoría significativa” puntualizó el también coordinador del Centro de Inteligencia Familiar (CIFAC)