Vestidos tradicionales rarámuri, mazahuas y otomí, artesanías de madera, cestería, pulseras, tortilleros, joyería, muñecas de tela del grupo étnico mazahua, conocidas como María y adornos para el hogar, son algunos de los productos que los indígenas rarámuri ofrecen a los visitantes en el primer cuadro de la ciudad.
El corredor Tamojé Newá es una oportunidad de comercialización para los integrantes de culturas urbanas que radican en Chihuahua, como son rarámuri, warijó, mazahuas, otomí de los estados de Querétaro, Oaxaca y México.
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Ana Nazario, integrante de la comunidad otomí explicó que durante tres días han podido comercializar sus productos, entre ellos artesanías de punto de cruz, macramé y juguetes.
Ana destacó que desde hace 35 años radican en Chihuahua y han tenido que adaptar sus productos a las necesidades urbanas para abarcar un mayor mercado.
La próxima semana, durante el jueves, viernes, sábado y domingo podrán volver a comercializar, pero en esta ocasión en la Plaza Mayor.
Este corredor fue organizado por el Gobierno Municipal con la finalidad de promover las artesanías que realizan manos indígenas, a la vez que las personas conozcan sobre la riqueza cultural que ofrecen.
En total participan 80 artesanas y artesanos, quienes exhiben sus creaciones y preparan comida tradicional.
Se trata de un espacio para que compartan su cultura, para que las nuevas generaciones se sientan orgullosos de sus orígenes y los rarámuri tengan una ventana para su desarrollo económico.
El visitante puede deleitarse con la comida tradicional indígena, además de deliciosos burros de diversos guisados, tomar una agua fresca y adquirir una prenda de vestir, una planta medicinal o bien elegir algún recuerdo de su visita a Chihuahua.