El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann recordó a la feligresía católica que la verdadera vida en Cristo consiste en promover una vida mejor, con justicia, servicio, amor para todos aquellos que necesitan de manera especial el consuelo, la solidaridad en las enfermedades y sufrimientos, consiste en amor a Dios por encima de todas las cosas. A la vez que recordó que el tiempo de Cuaresma ayuda a avanzar a la celebración solemne de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
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Este domingo durante la primera lectura del Éxodo, los feligreses reunidos en la Catedral Metropolitana de Chihuahua escucharon la promulgación de los 10 mandamientos, que son preceptos de amor a Dios y luz en el camino. En la segunda lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios, se les recordó a Cristo crucificado y como se les enseña a creer en él, que es la fuerza y la sabiduría de Dios, donde se les dijo que quien olvida a Cristo crucificado le será difícil encontrar sentido a su vida.
En el evangelio de San Juan se recordó como Jesús expulsó del templo de Jerusalén a los comerciantes y cambistas, a quienes sacó con un látigo, por lo que monseñor Constancio Miranda en su homilía destacó que Jesús es el nuevo templo, un nuevo culto en espíritu y verdad, en contra de un culto envilecido por los intereses humanos del comercio y el lucro.
Dijo que el templo era casa de oración y no debía ser profanado con acciones que no tienen que ver con la gloria de Dios.
“Jesús es el nuevo templo para un nuevo culto, donde se conjugan los mandamientos de la ley divina que se reúnen en el amor a Dios y a los hermanos”, por lo que dijo que por Cristo, con él y en él Dios acepta los dolores, las pruebas, desafíos y luchas como una suave ofrenda con el olor a las buenas obras.
El jerarca de la Iglesia Católica llamó a la feligresía a que unidos a Cristo hagan que su culto se traduzca en acciones y en una vida de testimonio creíble.
Al presidir el santa misa del III Domingo de Cuaresma y al ser el primer domingo del mes de marzo alentó a los miembros de los grupos con expresión diocesana a seguir haciendo vida los mandamientos, entre los grupos estuvieron la Adoración Nocturna Mexicana, Agrupación de Esposas Cristianas, Apostolado Mundial de Fátima, Cáritas Diocesana, Centro San José, Movimiento de Cursillos de Cristiandad, Coro Diocesano, Encuentro de Novios, Encuentro Matrimonial, Enfermeras de la Acción Catòlica Escuela de la Cruz, Fe y Luz, Grupo de Oración Reina de la Paz, Legión de María, Movimiento de Schoenstatt, Movimiento Familiar Cristiano, Movimiento de Juventudes Cristianas, Pastoral Diocesana de Música, Los Pequeños Hermanos de María, Renovación Carismática en el Espíritu Santo, Talleres de Oración y Vida, Asociación de la Divina Providencia, Guardia de honor del Sagrado Corazón y el Movimiento de Plateros.