En el pan y el vino, Jesús se ha querido quedar presente entre todos, afirmó el presbítero Luis Carlos Lerma , párroco de la Catedral Metropolitana de Chihuahua, al presidir la santa misa del III Domingo de Pascua, donde exhortó a los feligreses a ser testigos del amor de Dios y con fe pedirle a Dios que bendiga los campos con la lluvia que se requiere para la producción de alimentos y las cosechas.
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Los reunidos en torno a la mesa de Jesús para dar testimonio de su amor y su vida plena elevador una plegaria a Dios para que por la victoria de su hijo escuche su clamor por a quienes no conocen a Cristo para que la fe los inunde, por aquellos que se han apartado del camino para que se encuentren con Jesús y lo reconozcan, además para que Dios bendiga con la lluvia necesaria para los campos.
Este domingo en la primera lectura se reflexionó sobre la cura a un paralítico de nacimiento, obras de Jesús, a quien Dios resucitó de entre los muertos; en la segunda lectura de la Carta del apóstol San Juan les enseñó que Cristo, intercesor y abogado de los hombres ante Dios, murió por la salvación y su muerte los comprometa a todos a amarse para ser testigos de su amor.
En el evangelio según San Lucas recordaron las situaciones que vivieron los apóstoles con Jesús resucitado.
El presbítero los llevó desde el momento en que Jesús se aparece a los apóstoles que regresaban muy tristes a Emaús, quienes en un principio no lo reconocieron Jesús les explicó los pasajes de las escrituras que hablaban sobre él, desde las escrituras hasta los profetas y los salmos. Los discípulos lo invitaron a Jesús a pasar a su casa, donde tomó el pan, dio gracias y lo repartió, fue entonces que lo reconocieron y de inmediato se regresaron a Jerusalén para estar con los demás apóstoles y contarles lo sucedido.
Al estar todos reunidos Jesús se presentó en medio de ellos, les mostró las manos y los pies, además les dijo que era el mismo que fue flagelado, coronado de espinas, clavado en la cruz y el mismo que murió, fue sepultado y ahora está vivo y de pie en medio de los hombres.
Además, el padre Calili mencionó que San Justino escribió que el pan y la bebida que toman no es un pan y bebida corriente, sino que se trata de Jesús alimento del alma, quien tuvo carne y sangre por la salvación del mundo y quien enseñó que este alimento es la acción de gracia, por lo que invitó a participar de la fe a través de la eucaristía.
En la oración comunitaria se unieron para pedirle a Jesús y a María su intercesión para que Dios escuche el clamor de los chihuahuenses y lleguen las lluvias que ayuden a mitigar los efectos de una sequía tan prolongada.
Al finalizar la celebración, agradeció la aportación de la feligresía por el Diezmo que han aportado en apoyo de la Iglesia Católica. El Diezmo es un día de salario al año y quienes tienen negocio el 2 por ciento de sus ganancias.
El presbítero Raymundo López, ecónomo de la Arquidiócesis de Chihuahua está por cerrar el año y quienes aún no participan pueden hacerlo, en las puertas laterales de la Catedral Metropolitana se encuentran unas alcancías y sobres para depositar su aportación.
De la misma manera, invitó a la feligresía a participar en la hamburguesada que organiza la Dimensión Diocesana de la Vida Consagrada Femenina y la Pastoral Vocacional Vida Consagrada Femenina Chihuahua cuyos fondos serán utilizados del retiro Pre Vida 2024. La hamburguesada será el próximo 28 de abril en el atrio de Catedral pero puedan hacer sus pedidos con alguna consagrada.