El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann llamó a la feligresía a no dar sobras, sino a poner al servicio de los demás sus carismas, y dones, a servir con alegría, porque todo lo que se da de corazón les será multiplicado.
Este domingo en la Catedral Metropolitana de Chihuahua, hizo énfasis en que es necesario responder al llamado con generosidad, a salir al encuentro de los más necesitados, tal y como Jesús lo hace para construir comunidad.
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Los jóvenes de la Catedral fueron los encargados de los servicios de la misa dominical, quienes además, se unieron en oración con la comunidad para que Dios multiplique las gracias y dones para cada persona.
El evangelio de este domingo presenta el pasaje de cómo Jesús alimentó a 5 mil personas, por lo que monseñor Miranda dijo que Jesús en la eucaristía es el pan que alimenta para toda la vida.
“Hay más felicidad en dar que en recibir, da lo que tengas, verás que habrá suficiente para todos y sobrará”, señaló el jerarca de la Iglesia Católica, quien invitó a los creyentes a pensar en responder con generosidad y no acostumbrarse a dar para recibir.
Enfatizó que no hay que dar de sobras, “mientras solo demos las sobras de lo que tenemos, nunca conseguiremos que haya para todos, para nosotros y los demás”.
Monseñor Miranda dijo que hay que poner al servicio de los demás nuestras actitudes, cualidades y carismas, disponerse a servir cada quien con lo que puede, tiene, sabe y con lo que es, porque solo de esta manera se podrá construir la comunidad y la familia.
“Una comunidad que no destruye las diferencias, sino que las integra, haciendo una sola familia, que no es exclusivista, ni excluyente porque es un Dios para todos, reina para todos, actúa en todos y vive en todos”.
El arzobispo mencionó que todos están llamados a extender la vida y hacerla llegar a todos.
En comunidad, los presentes oraron para que la Señora de Guadalupe los encamine siempre a la eucaristía y que el alimento de su hijo les dé plenitud de vida para compartirla con quienes les rodean.