Desde constelaciones hasta medusas, así es la Semana de Alta Costura de París

Desde constelaciones hasta medusas y geishas psicodélicas han sido la inspiración para una primavera recargada y llena de locura

EFE

  · viernes 25 de enero de 2019

EFE

Motivo de supersticiones para algunos o bella panorámica para otros, los diseñadores de la Alta Costura al comienzo de las pasarelas miraron al cielo en busca de inspiración para sus prendas más exclusivas, en las que retrataron constelaciones y paisajes galácticos.

A primera hora de la mañana, el Palais Garnier de la Ópera de París acogió el desfile de Schiaparelli, la firma que reabrió hace unos años para recuperar la casa fundada por Elsa Schiaparelli en 1927- con el que dio comienzo la presentación de colecciones primavera-verano 2019.

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La creadora se movía en el círculo artístico de los surrealistas, como Salvador Dalí, cuyos dibujos servían como estampados para sus vestidos, en la misma línea vanguardista que la de los pintores.

El diseñador francés Bertrand Guyon, que lleva hoy las riendas de la firma, recuperó estos códigos en una colección más rockera, con estrellas bordadas a gran escala sobre tafetán y una noche estrellada de lentejuelas y brocados sobre una gasa negra translúcida.

Guyon propuso modelos de día, como pantalones cortos en una silueta escultural que marca las caderas con volumen y en faldas trapecio abombadas sobre tutús en rosa "shocking", el fucsia favorito de Schiaparelli.


CHANEL

Chanel transformó el Grand Palais de París, que amaneció cubierto por la nieve, en una villa italiana, donde presentó su colección primaveral de Alta Costura sin la presencia del diseñador, Karl Lagerfeld.

El creativo alemán (1933), al frente de la marca desde 1983, dejó en manos de su número dos, Virginie Viard, el saludo final al cierre del primer desfile de la mañana, un gesto nunca visto hasta ahora.


El escenario sorprendió al reproducir una villa italiana, cuyo jardín servía de pasarela a modelos que desfilaron al ritmo de Parole, Parole, el éxito setentero de Mina y Alberto Lupo, o el tema principal de la película de Ettore Scola para Dramma delle Gelosia (1970), con Marcello Mastroianni y Monica Vitti en los papeles principales.

Chanel apostó por una silueta alargada, con faldas lápiz hasta los tobillos y acampanadas en el bajo, para su colección primavera-verano 2019 Alta Costura, donde muestra el talento de sus costureras y la capacidad de innovación artística de la casa en propuestas reservadas a las clientas más pudientes.

El famoso "tweed" de sus trajes se hila con tonos reflectantes en chaquetas rectas con cuellos barco y las faldas se abren en la parte delantera para facilitar el movimiento. En una gama de pasteles y colores pop, como rosa chicle, verde menta, manzana además de los colores por excelencia de la maison, el blanco y el negro, las creaciones se amaneraron con la introducción de plumas que dieron a las modelos un aire a la reina María Antonieta, a lo que ayudó un moño exageradamente cardado a lo alto como peinado.

Sofía Coppola, se encontraba entre la invitadas, y vistió una chaqueta marinera, vaqueros y el zapato Slingback en negro, el clásico tacón destalonado, todo de Chanel.


Jean Paul Gaultier

Con hombreras puntiagudas, faldas de apretados plisados y vestidos con transparencias, el diseñador Jean-Paul Gaultier hizo desfilar este miércoles en París a unas geishas a la parisina, inspiradas en Japón y en el océano para su colección Alta Costura primavera-verano.

"Es una mezcla entre el fenómeno acuático y el estilo japonés. Vi una exposición en el museo Quai de Branly donde había cestas de bambú hechas hace años y me dije que podría darle la vuelta a los corsés que hice en los ochenta y crear nuevas formas", explicó Gaultier tras el desfile.


La pasarela abrió con una modelo oriental vestida con una blusa transparente de rayas marineras y pantalón de traje negro y talle alto, seguida de un conjunto de pantalón blanco y chaqueta azul marino con unas enormes hombreras puntiagudas.

"Son las hombreras de los años 80 pero exageradas, un poco a lo David Bowie", dijo el diseñador.

Gaultier adaptó a la estética japonesa sus trajes de raya diplomática, con falda y chaqueta marcada en la cintura con un "peplum" de volantes rígidos, pero también mediante plisados con los que revistió prendas enteras, su gran apuesta esta temporada.

"¡Plisados, plisados y plisado sobre plisado! !Todo tipo de plisados, quería que todo estuviera plisado!", destacó sobre uno de los procesos de la creación costurera que más técnica requiere junto a las impresiones en tres dimensiones, que utilizó por primera vez para incluir bordados en relieve.

Incluso el cabello, rizado y cardado, emuló las arrugas que obsesionan al diseñador esta temporada, tanto que confesó que se le pasó por la cabeza buscar un elenco de modelos de mayor edad con rostros arrugados.

"La arruga también es bonita", defendió.

Los elementos acuáticos los pusieron los tonos azulados y un verde mar que vistió la top canadiense Coco Rochas, una de las preferidas del francés.

Por debajo de la falda, el metal da forma a una nueva versión de los miriñaques que quedan a la vista bajo muselinas de seda translúcidas, cuyo movimiento recordaba las olas del mar.


Participó en la presentación la vedette estadounidense Dita Von Teese, que actúa además esta semana en el espectáculo teatral de Gaultier, Fashion Freak Show, en la conocida sala Folies Bergère.


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La actriz y bailarina vistió un vestido de transparencias con puntos estampados en negro con marcada cintura y escote en V con un efecto de alas en torno a los hombros.


Givenchy

La prestigiada firma francesa sorprende con la reciente incorporación de Clare Waight Keller que entró con el pie derecho al lograr una gran propuesta a partir del uso de tejidos ultra modernos aplicados a la Alta Costura que han sido el must de la marca esta temporada de pasarelas.

El primer look resulta arrebatador, una chaqueta de color negro con estructura y una gran solapa, de gran tamaño y de color blanco, que combinada con un leggingde látex negro crea un look realmente sensacional, por no hablar de la chaqueta de encaje de PVC en tono blanco. Son precisamente las chaquetas reinterpretadas las que aparecen en muchos vestidos largos, y aquí no lucen tan acertadas. El rosa fucsia y el amarillo hacen su gran aparición para romper con los elegantísimos blancos y negros.