Los bienes de la tierra deben estar al servicio de la familia y de los demás, porque nada vale la pena sin el Señor y el amor desordenado a los bienes de la tierra el que impide ir por el camino del bien, señaló monseñor Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua, al presidir la misa dominical, donde exhortó a la feligresía a no rechazar la invitación de Dios para escuchar su palabra.
Durante este domingo, la audiencia reunida en la Catedral Metropolitana de Chihuahua reflexionó sobre la sabiduría de Dios, porque les servirá para su felicidad, porque al escucharlo solo cuestiones buenas llegan a sus vidas. “El conocimiento de Dios da sentido a nuestra vida, por eso nos equivocamos cuando preferimos el honor, la riqueza, el poder, antes de que a Cristo”
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En la segunda lectura continuaron reflexionando sobre la palabra de Dios que transforma el interior de las personas, porque de esa manera se preparan para rendirle cuentas al creador. “Necesitamos conocer la palabra que es la verdadera sabiduría”.
En el evangelio, monseñor Constancio Miranda se encargó de relatarle a la feligresía como un hombre le preguntó a Jesús, como hacerle para alcanzar la vida eterna, cuando Jesús le presenta las condiciones el hombre se alejó triste para no las aceptó y prefirió quedarse con sus riquezas.
Don Constancio Miranda dijo que cada uno recibe una llamada en particular del Señor, y en la respuesta está la paz y la felicidad verdadera. “La verdadera sabiduría consiste en decir sí a cada una de las invitaciones, porque se puede pensar que poseer muchos bienes materiales puede hacernos felices, pero no podemos vivir buscando solo la riqueza”.
El jerarca de la iglesia recordó que el joven del evangelio no quiso renunciar a sus riquezas materiales y se quedó triste, “La tristeza nace en el corazón cuando nos alejamos de Cristo, cuando le negamos lo que nos pide y nos falta generosidad”.
Les recordó a la feligresía que seguir al Señor les dará la verdadera alegría, paz y felicidad en el corazón, porque quien pone su corazón en los bienes de la tierra queda incapacitado,
“Los bienes deben estar al servicio de nuestras familias y de la sociedad, no las personas al servicio de los bienes. Los bienes de la tierra no son malos, se pervierten cuando el hombre los erige como ídolos y se inclina ante ellos”.
Don Constancio mencionó que los bienes se ennoblecen cuando son instrumentos para el bien, porque el tesoro se encuentra en Cristo, por lo que exhortó a los feligreses a pedir la intercesión de María para que sean generosos al llamado de su hijo.
En la oración comunitaria se pidió por los gobernantes de este mundo para que por inspiración del Espíritu Santo trabajen por la justicia y la paz, para que seamos una nación más equitativa; también por lo que padecen alguna situación de injusticia para que Dios los consuele; por los cristianos en el mundo a para que por la guía del Espíritu Santo sepan vivir en amor y tolerancia con su prójimo.