El empresario sinaloense Carlos Antonio Carvajal Lechuga fue galardonado la tarde de este jueves con el Premio al Mérito Exatec debido a su trayectoria destacada dentro de la comunidad, además por ser ejemplo de trabajo e impactar como una figura de aspiración.
En una ceremonia realizada en las instalaciones de la Sala Borrego del Tecnológico de Monterrey, Campus Chihuahua, Carvajal Lechuga recibió el galardón de manos de Armando Bahena, director del mencionado instituto, Gaspar Fuentes, director de relaciones con egresados del Tec de Monterrey y Alberto Terrazas, presidente del Consejo.
Don Carlos agradeció el reconocimiento y se consideró a sí mismo una persona con mucha suerte al escuchar el testimonio que de él dio su familia, amigos y conocidos, a través de un video que se exhibió precisamente previo a la entrega del galardón.
Parte de lo que se pudo escuchar en el video resumía las virtudes del homenajeado: un líder en muchos aspectos para todos los miembros de su familia, hombre tenaz y muy perseverante, trabajador y siempre enfocado en el desarrollo de su comunidad.
“Espero que, el día que lo vean, San Pedro no les tome en cuenta todas esas mentiras que dijeron de mí”, dijo, a manera de broma Carvajal una vez que la ovación de pie que recibió le permitió hacer uso de la palabra. Con ello rompió el hielo, pero no por ello dejó de darle solemnidad a su discurso.
“Es para mí un honor recibir un premio de este nivel y de la que considero que es la mejor universidad de México. Muchísimas gracias al Tec por esta distinción”, mencionó, considerando no ser merecedor de ella, en una intervención donde rememoró su historia profesional, así como su relación con su padre, de quien innegablemente heredó su vocación por la construcción.
Al hacer uso de la palabra no olvidó a nadie. A su esposa, sus hijos y nietos, a su familia, su mamá y su tío Antonio. A los profesores de la institución, directores, rectores, amigos, compañeros del Consejo e inclusive a sus “compas de la prepa” ahí presentes, como él mismo los nombró.
Luego de rememorar sus casi 50 años de trayectoria en lo profesional, en los que, comentó hubo lo mismo victorias que crisis, problemas y humanos sinsabores, Carvajal cerró su discurso con la petición de tiempo para poder hacer los méritos suficientes para hacerse acreedor al galardón recibido.
Entre aplausos, el personaje retomó su lugar en la mesa donde su familia ya lo esperaba, y de esta manera dejar en claro que así ha sido siempre en ese medio siglo: un hombre dedicado y cercano a los suyos, pero siempre al pendiente de su entorno.
Con la recepción de este galardón, don Carlos ocupa un lugar dentro del selecto grupo de personajes que lo han recibido, como don Federico Terrazas, Samuel Kalisch, así como Leopoldo Mares Delgado y Jorge Cruz Russek. Todos ellos con el denominador común de ser un ejemplo para la comunidad en la cual se desarrollan.
Nacido en Culiacán, Sinaloa, el 15 de marzo de 1950, Carlos es un reconocido empresario con 48 años de experiencia en el ramo de la construcción. Egresado de Arquitectura por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey campus Monterrey en el año de 1972.
En el año de 1974 fundó la empresa Crocsa Corporativo, S.A. de C.V., dedicada a la edificación de naves y plantas industriales, con presencia en todo el país. Hasta la fecha, se desempeña como presidente del consejo de administración.
Entre sus principales obras industriales se encuentran: Vichisa en Meoqui, General Motors en san Luis potosí, Toluca y Ramos Arizpe, L’Oreal en San Luis potosí, Honeywell en Chihuahua, el Hospital Cima en Chihuahua, tiendas de autoservicio Wal Mart, entre otras.
Fundador de Mausoleos Luz Eterna, y de Edificios y Terrenos de Chihuahua es, además, consejero independiente de Grupo Bafar.
Involucrado con su comunidad, es también miembro y consejero de diferentes cámaras empresariales y asociaciones, como Desarrollo Económico de Chihuahua, Nacional Financiera, Promotora de la Cultura Mexicana, Tecnológico de Monterrey campus Chihuahua, entre otras.
